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Mostrando entradas de noviembre, 2011

Sin Miedo a Nada

He vuelto de currar fuera en Alicante con un trancazo tremendo. Es que si habéis visto en la tele lo que ha llovido, yo que lo he vivido en persona ni os lo podéis imaginar. Creo que todos los que fuimos volvemos con catarro, y no es para menos. El consuelo es que este finde me ha cuidado O. muy bien. Este chico se hace fácil de querer, porque está siempre pendiente de mí, es un encanto. No sé si dentro de veinte años será igual o me tirará la caja de ibuprofeno desde diez metros cuando le diga que me duele la garganta. Los primeros meses de novios es lo que tiene, que estás de luna de miel permanente. A veces tengo miedo de que esto vaya tan rápido. Pero, ¿cuál es el problema realmente? No lo sé. Quizás es que mi vida cambia muy rápidamente, tanto que a veces no puedo asimilarlo todo y se me cruzan los cables. Hace poco más de siete meses estaba intentando gestar un embrión de S. La semana pasada O. me dijo que me fuera a vivir con él, y que le gustaría que formáramos una familia. A

Algodón de Azúcar

Qué puedo decir? Pues que este domingo pasé un día perfecto con O. Fue como el algodón de azúcar: Dulce, alocado, inocente, alegre, delicado y que no te hartas de comerlo, pero que, cuando te quieres dar cuenta, la inocente golosina ha dejado de ser vaporosa y suave, para ser traviesa e invasora, y se te ha pegado a la boca, al pelo , y si me apuras hasta acabas respirando caramelo… O. me vino a buscar con un detalle muy bonito y romántico (un peluchito muy tierno).Salimos a comer fuera, a un sitio que se me ocurrió por casualidad y que fue un acierto. Luego paseamos por el inmenso parque junto a mi casa, que nada tiene que envidiar al mítico Central Park. A pesar de que visito este parque todos los domingos por la mañana, por primera vez descubrí los colores del otoño en las hojas, rojizos, castaños, la caricia de la brisa, y nos quedamos un buen rato frente al estanque de los patitos, como dos tortolitos adolescentes… No voy a dar más detalles de cómo siguió la tarde , porque tam

Fantasías muy reales

Esta noche he soñado que volvía el jueves al trabajo y había una abeja enorme esperándome, me picaba pero no me producía reacción (soy alérgica a las picaduras en la vida no onírica). La abeja agonizaba en el suelo sin aguijón y yo seguía mi camino y mis tareas mirando sin entender cómo aquel aguijón había caído de mi piel sin envenenarlo. Un sueño muy curioso, me gustaría ser Freud para analizarlo. ¿Es posible que algo que me preocupaba antes ya no me preocupa tanto? Parece que sí hay problemas en el trabajo, pero estoy ahora mismo ocupada en otras cosas (me estoy tomando unos días libres para mis asuntos particulares). Yo creo que sí que me ha picado algo la noche de Halloween pero no ha sido una abeja sino otra cosa, que igualmente me hace producir adrenalina como reacción. Esto me pasa por andar de noche cuando se supone que los espíritus y demonios se apoderan de los que andan por ahí deambulando de madrugada. Así que la bruja Brida (Paulo Coelho), se habrá colado bajo mi piel y

Halloween a lo Lisbeth Salander

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Me he tomado un pequeño Kitkat del trabajo agotador de hoy. Bueno, ahora mismo un huesito de chocolate (de los de santo, no de los de chocolatina), con un cafetito. Sí, es festivo nacional y estoy currando igual que he tenido que currar un montón este fin de semana. Ser consultora es lo que tiene. A la gente que le digo que soy auditora y consultora de seguridad, jefe de proyecto en ámbitos de lo más variopinto que van desde el frikismo de las empresas de telefonía al más puro estilo castrense de los proyectos de defensa, piensan que soy un ser privilegiado, más aún cuando les digo que practico técnicas de “Ethical Hacking” en las auditorías. Automáticamente piensan que mi vida es muy parecida a la de Lisbeth Salander o Trinity la de Matrix, con intrigas de suspense, orgías lésbicas, alcohol, drogas de diseño, estítica punk y cochiqueras inmundas llenas de cucarachas. Pero nada más lejos de la realidad. Lo único que comparto con Lisbeth Salander son las botas altas de cuero negro, alg