La Depresión Postvacacional
Hay un dicho que dice: El trabajo es salud. Pues si el trabajo es salud, yo prefiero la enfermedad de la holgazanería vacacional. Me tomé dos semanas de vacaciones, dieciséis días seguidos, si contamos sábados y domingos. Y no os podéis ni imaginar qué nudo en la garganta traía por la mañana de camino al trabajo. Tristeza infinita, me siento como un ratoncito atrapado en un laberinto infinito en busca de un miserable quesito con que alimentarme. Hay quien piensa que si todos tuviéramos los medios económicos para permitirnos "La Dolce Vita" perpetua, nos echaríamos por la mala senda de los vicios y la depravación, pero yo creo que no es así, y que el que quiere echarse a la mala vida, lo hará con o sin trabajo. O lo que es más probable, empiece haciéndolo con trabajo y acabe haciéndolo sin él, y si no que se lo pregunten a mi ex, el famoso S, que va a pasar mañana por enésima vez por el hospital a causa de su mala cabeza... La verdad es que esta mañana ni me acordaba ca...