Recetas curiosas
Hola a todos, aquí estoy otra vez de nuevo, un sábado por la tarde, con la casa patas arriba e intentando terminar un nuevo informe para otro de mis jefes. Ah, y los deberes de francés, que me quedan cien páginas de un libro un tanto deprimente sobre un niño hijo de “mujer de afecto negociable” que es criado por una especie de niñera y antigua meretriz…Si mi vida no es un lecho de rosas, la de este niño del libro es como para pegarse un tiro. De vez en cuando y para desintoxicarme de tanta penuria, que me hace daño a mi estado de ánimo, le echo un ojo a mi ejemplar semanal del Jueves, que no es que simpatice mucho con algunas de las ideas políticas, pero al menos los chistes me levantan un poco el ánimo. El otro día estuve en la sierra como Scott a la conquista del polo, porque hubo un momento en que tenía el pantalón del chándal – No me imaginaba que habría tanta nieve – totalmente empapado. Aún así y todo debo ser masoca porque me lo pasé bien, a pesar de que regresé a casa con un to...