321 para dejar mi pisito de soltera niquelado
Siempre envidio a la gente que tiene tiempo libre para vaguear. Yo, por mucho que me esfuerzo, sólo he conseguido estar algo ociosa cuando estaba de tratamientos de fertilidad u operaciones relacionadas, por aquello del reposo obligatorio tras el quirófano pero nada más. Mi marido (El Sr. O), ya ha perdido la esperanza de conseguir hacer de mí una mujer casera. Ojo, que no quiere que sea una maruja de pantuflas y bata, a él le pone más el rollo salto de cama negro y pijamitas minimalistas. Pero sí es cierto que O esperaba que, tras aprobar la oposición y terminar mis dos meses locos de agenda abarrotada con tareas heterogéneas (había días que se me mezclaban en menos de 24 horas un evento profesional, una reparación de empaste dental, una cita con mi asesor financiero, una cata de vinos y una sesión de spinning), me dedicase sólo a mis prácticas de funcionaria y al gimnasio. Pero no puede ser, cuando no soy yo son otros que me lían, al final voy a tener que inventar ...