321 para dejar mi pisito de soltera niquelado

Siempre envidio a la gente que tiene tiempo libre para vaguear. Yo, por mucho que me esfuerzo, sólo he conseguido estar algo ociosa cuando estaba de tratamientos de fertilidad u operaciones relacionadas, por aquello del reposo obligatorio tras el quirófano pero nada más.

Mi marido (El Sr. O), ya ha perdido la esperanza de conseguir hacer de mí una mujer casera. Ojo, que no quiere que sea una maruja de pantuflas y bata, a él le pone más el rollo salto de cama negro y pijamitas minimalistas. Pero sí es cierto que O esperaba que, tras aprobar la oposición y terminar mis dos meses locos de agenda abarrotada con tareas heterogéneas (había días que se me mezclaban en menos de 24 horas un evento profesional, una reparación de empaste dental, una cita con mi asesor financiero, una cata de vinos y una sesión de spinning), me dedicase sólo a mis prácticas de funcionaria y al gimnasio.

Pero no puede ser, cuando no soy yo son otros que me lían, al final voy a tener que inventar la física del "chicletiempo" aquella que hace que un día mío dé para ocho días de las personas normales.

Hoy he terminado el zafarrancho previo al alquiler de mi pisito de soltera. Ha costado más de dos meses y gestiones innumerables de todo tipo, administrativas, casting para alquilarlo, gestorías, visita de un arquitecto, recaditos a gogó, compras en el Ikea, limpieza en plan cuartelero con cronómetro (ya que he tenido que hacer una limpieza general en sólo dos tardes), pero al final el resultado me ha dejado muy orgullosa.

Bien es verdad que he liado al pobre O los domingos para que viniera a ayudarme con las reparaciones y bricolaje preciso (poner lámparas, arreglar cierres de ventanas, ajustar el extractor de la campana, poner las barras de las cortinas, etc.) y también se ha ofrecido mi suegra para la limpieza estos dos días (impagable su aportación) pero lo cierto es que he echado más de 100 horas en este tema, y más de la mitad en este mes.

Volviendo al tema "Gran Hermano", hemos empezado a sufrir la maría de los trabajos en equipo y la cosita esta de comparar puntuaciones, pero de momento todo de buen rollo, aunque con cansancio, llevamos sólo tres semanas y media de curso y ya necesito unas vacaciones, madre mía cómo estoy...

Esto de retrotraerme a estar en clase todo el día (clase y visitas a posibles centros de trabajo donde acabaremos) con el tema de trabajos y calificaciones, me recuerda mucho a cuando estudiaba en la universidad.

Sin embargo entonces, como trabaja en varios sitios (academias, clases particulares, encuestas, etc.) al final no disfrutaba mucho del ambiente de la clase. No obstante sí que participaba, sobre todo los dos primeros cursos en los que no tenía tantas obligaciones profesionales, de las famosas actividades de la Lewis Carrol (una de las dos asociaciones que había, esto es como los Alfa y los Gamma, que no se pueden ni ver). La Lewis Carrol era famosa por patrocinar deportes desde los más bestias como el Rugby hasta los más extraños como el Ajedrez. También había cineforum (pero algunas pelis sacarían los colores hasta a la señorita Lapiedra) y bueno, fiestas, sangría y club de teatro. Yo estaba apuntada a este último y me lo pasé muy bien, la pena que tuve que dejarlo estando ya en cuarto por overflown de mi agenda.

Ahora, aunque sigo liada con temas ajenos a estas prácticas de funcionaria (lo llaman Curso Selectivo), puedo ser más sociable que entonces, que sólo me tomaba cañas de higos a brevas y no me podía apuntar a ninguna excursión.

Lo que sí coincido con la Bridget de mis veinte años es en el mismo problema de siempre: "El mardito parné". Entonces estaba más sola que Orzowey en la jungla y me las tenía que ingeniar hasta para comprarme el abono transportes, una pasada, vivía con mis padres pero era más en plan residencia de estudiantes de señoritas religiosas, con los mismos inconvenientes que este tipo de residencias, en fin, no me explayo.

El caso es que ahora también ando algo tiesa de pasta. Tengo unos pocos ahorrillo pero jolín, está todo caro y el sueldo de funcionario en prácticas viene a ser lo mismo que estar en el paro, y como empezamos este mes, ya veremos si antes del 30 veo algún eurillo nuevo en mi cuenta.

Total que entre los gastos previos al alquiler de mi casa, los gastos ordinarios y extraordinarios (médicos por ejemplo) y las salidas a tomar cañitas y festejar el aprobado, se me ha quedado la cuenta corriente un tanto mustia, y ahora como digan de irse a Las Vegas un finde (os juro que un compi lo ha sugerido) le voy a tener que decir: Uff, para eso tengo que mendigar primero ocho meses a la puerta de la iglesia frente a mi casa.

No tengo envidia de nadie, pero debo ser yo la única pringada que no tiene en la cuenta veinte mil euros por si vienen tiempos apretados como ahora.

Pero la culpa la tienen las invitros y el bodorrio. En invitros ya me he gastado veinte mil euros en cuatro años. Y en la boda, entre gastos y retorno (regalos en cash) tuve un déficit de cuatro mil euros (mi familia está muy pelada toda). Total que si fuera una tía "happy flower" (me encanta esta expresión que me envió esta mañana por el chat un compi del curso), podría ahora irme de cañas todos los días, a Las Vegas, y haberme tomado un mes más sabático para pegarme unas buenas vacaciones.

Pero no me arrepiento. De casarme en absoluto y de los intentos de invitro, pues es lo que hay cuando una persigue su sueño.

Os dejo que viene O y le voy a invitar a una cañita por haber sido tan "buen marido para una pobre" con el tema de la casa.

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