La cigüeña se ha perdido

Bueno, debe ser que mi cigüeña está como la del chiste que os pongo. Se ha perdido y por eso ni con invitro acierta a traernos a nuestro bebé. He dejado pasar unos días antes de atreverme a escribir. No todos los días se pasa por una experiencia semejante. No todo el mundo tiene la mala fortuna de tener que pasar por técnicas complejas de reproducción asistida y no todo el mundo tiene la mala pata de, ni aún así, quedarse tirados. Pensaba que era un bicho raro, mejor dicho: Dos bichos raros, S y yo en un mundo ideal donde se ven bebés por doquier y donde no conocemos a nadie (salvo mis compañeras de la clínica) que hayan reconocido abiertamente y sin tapujos que hayan tenido que insistir muchas veces para poder tener hijos. Pero esto es como las meigas, que haberlas haylas. En cuanto confiesas a moco tendido que has fracasado en tu primera invitro empiezan a salir primos, amigos y conocidos de todos lados que han tenido que recurrir hasta una quinta invitro para tener a su precioso ret...