Adiós PIPI, Adiós


Hoy estoy muy triste por una amiga que ha muerto.

Ni siquiera la conocía en persona, es lo que tienen los ciberamigos, y más del foro de tratamientos de fertilidad, que te encariñas pronto con las chicas que están pasando por lo mismo que tú has pasado, sin saber, como es este caso, ni siquiera su verdadero nombre ni su dirección.

Como digo, no la conocía físicamente pero desde el principio me impresionó su valor, su coraje, su manera de afrontar la maternidad y el cáncer, todo en uno y en solitario la mayor parte del tiempo.

Y es que el caso de PIPI (su  Nick) es muy especial.

Hasta que no ha fallecido y su mejor ciberamiga nos ha contado su historia completa y sus desgracias no sólo presentes sino pasadas, no he podido comprender la tragedia y el padecimiento de esta chica y por todo lo que ha tenido que pasar hasta que ha fallecido, dejando a una niña prematura (PIPIOLA la llamamos) que espero que pronto pueda salir adelante, rezaremos también por ella, ya es la cibersobrina de todas las chicas del foro.

Desde aquí le digo Adiós PIPI adiós, vela por todas allá desde el cielo y sigue cuidando de tu niña.

Yo no soy tan valiente como ella. Por eso quería hacerle este pequeño homenaje en mi blog.

De todos modos, no sólo ella merece un homenaje, sino todas las mujeres (entre las que me voy a incluir por una vez) que pasamos mil y una perrerías para poder ser madres o al menos lo intentamos.

Nadie que no haya pasado por estos tratamientos sabe lo mal que se pasa con ellos tanto física como psicológicamente. Si a eso se le suman otros problemas, tanto físicos como psicológicos, entonces no me quiero ni imaginar el padecimiento que ha tenido que sufrir PIPI.

Ahora no puedo con el nudo en la garganta que tengo, y mira que ya me temía lo peor después de tantos días sin noticias suyas.

Me lo temía igual que me temía lo que pasó a mi amiga Sole, que murió de cáncer con diecinueve años.

Recuerdo entonces que Sole tuvo que soportar hasta un año y medio de quimio, más de diez ciclos soportó la pobre, y yo vi cómo se fue consumiendo poco a poco.

Iba a visitarla mayoría de los fines de semana que podía, ya que por aquel entonces la universidad y mis trabajillos para financiarla me ocupaban muchísimo tiempo. Pero siempre hacía un hueco para ir a verla.

Recuerdo también que yo, por aquel entonces, había escrito en cuadernitos, unas historias policíacas sobre una chica periodista que se infiltraba en una secta paramilitar. Además de suspense e intriga, había también, cómo no, romanticismo, líos amorosos y anécdotas divertidas, de modo que mi amiga Sole llevaba enganchada a mis historias desde hacía tres años o así, y cada vez que escribía algo nuevo se lo llevaba para que me hiciera una buena crítica literaria, sin ambages.

Al final de sus días, tenían que pasar las hojas por un autoclave para esterilizarlas, ya que ella estaba en una burbuja, y yo tenía que ir bien lavadita y ponerme un traje con mascarilla, gorro, guantes, etc. Pero merecía la pena por estar con ella y darle mi nueva entrega de las historias que escribía.

Al final discutimos sobre cómo terminar la historia. Yo quería matar al personaje principal, en un ataque de racionalismo y realismo, pero Sole se había encariñado con el personaje y me pidió que no lo hiciera, así que opté por una solución que desembocase en una segunda parte creíble, un falso asesinato.

Recuerdo que entonces no tenía teléfono fijo, ni su familia tenía mi dirección, contacto, etc.

Falté tan solo un fin de semana que me coincidió con un examen. Tras el examen, me encontré fatal, con vómitos y como revuelta. Descansé y no fui a verla ese sábado por la tarde, del cansancio que tenía. Al ir a verla la semana siguiente,  vi su cama vacía y me entró un escalofrío.

Las enfermeras me contaron que había fallecido ese sábado.

Cuando me casé, tras la fiesta, no dejé que los invitados se fueran sin escuchar una dedicatoria. Sé que faltaba mucha gente, mis abuelos, mi tío, una prima, etc. y me dolía que no estuvieran, pero no sé por qué, me acordé de Sole y le dediqué la última canción, la de Robert Ramirez: “You are not alone”.

Por favor, escuchadla y rezad por PIPI, aunque no la conozcáis, ya es parte de todos.

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