Febrerito el loco

Dicen que el mes de febrero es muy loco, porque el tiempo es cambiante y brusco. Y bueno, no se equivocan este año. Lo que sí se equivocan y mucho son los meteorólogos con las predicciones, que se ha quedado meda España sepultada en nieve y daban nevadas moderadas.

Soy yo o es tremendamente molesto escuchar a los locutores dar el parte del tiempo. Llego a casa algunos días a las 3 de la tarde, como y zapeo un poco mientras me tomo un cafetito. Siempre me encuentro a locutoras que parecen que se han tomado ocho tripis dar a la carrera la predicción del tiempo más detallada posible hasta en Beluchistán. Al final con todo el batiburrillos de términos técnicos y los aspavientos espasmódicos de las locutoras delgaditas como alambres, no llego a entender si va a llover mañana en Madrid o no, y siempre la cago. Ayer noche sin más señas me calé hasta las bragas.

Y bueno, todo esto viene porque llevo con un catarro atípico desde después de Navidades y no se me cura por más que he bebido cincuenta litros de Inistón. Al final he decido pasar del catarro y hacer lo que me dé la gana, a ver quién puede más, si un neumococo canijo o mi persona. Y parece que haciendo lo contrario de lo que aconsejan los médicos el neumococo ha sacado bandera blanca y se ha ido a buscar otro huésped más colaborativo.

Total, que ya he retomado el gimnasio y las sesiones cierrabares. Pero llevo retraso con la dieta y con otros temas como montar estanterías y fumigar el armario de la otra habitación que está lleno de arañas de esas que se te encaran y todo.

Este mes estoy fuera de prácticas y ya veo muy poco a mis queridos compis del Gran Hermano. Como en ese programa, se han montado grupitos liderados por pequeños aprendices de macho o mujer alfa, entre los que me encuentro, aunque a veces hay roces porque soy muy poco delicada y entro a algunos temas como caballo en cacharrería.

Está visto que la sutilidad y la delicadeza no son mi fuerte. Hay quien dice que soy clavadita al hombre transmutado en mujer en "Una rubia muy dudosa" porque tengo apariencia de mujer lustrosa pero luego suelto perlas de macho rudo. En fin, no me sale ser delicada y tierna doncella, por más que mi madre se llevaría una alegría.

Menos mal que mi marido está encantado con que no le ande mareando con adivinanzas cada vez que quiero que haga algún recado. Y también está encantado con que le seduzca sin sutilezas cuando tenga ganas de "deberear con él".

Así que está visto que para gustos los colores.

Todavía no he pedido lo que quiero para el próximo año y ya se aproxima el año nuevo chino, deberé darme prisa.

Básicamente, en mayo volverá al tema "Proyecto Bebé". Y espero que por fin tenga éxito, que se me está complicando demasiado.

También está el tema salud y estética. Tengo 45 años pero no quiero parecer una alforja pellejuda y mucho menos una versión en color carne de Fiona (Fiona con apariencia de ogra).

Para que veáis que estoy haciendo buena disposición a ser femenina y parecerlo, he ido a un centro de estética y he probado las bondades de los tratamientos faciales. Por supuesto nada de bótox, ácidos raros y nombres complicados, sólo limpieza y si es posible, movilización de la papada que se me ha descolgado tras perder 10 kilos.

Lo que son las cosas, mis amigas sí notan cambios. Incluso la gente que apenas me conoce. Y sin embargo, llego a casa y mi marido me ve igual que antes. No sé si enviarle al oculista o cancelar el bono de la clínica. Me crea inseguridad pensar que para el 50% de la población estoy perdiendo el dinero.

Pero pienso que ahora mismo tengo una jefa en prácticas, más compañeras que compañeros en el lugar de prácticas y que la que me va a dar los 10 puntos por disposición y participación es mujer. Dado que siempre existe un pequeño componente de subjetividad en estas cosas, creo que seguiré acondicionando mi rostro y usando blanqueador dental.

Según un programa de Cuatro/Divinity llamado "Tu estilo a Juicio", "Cambia de look", etc existen cuatro puntos clave para que la gente considere, no que eres guapa/o (que eso está más en las manos de un cirujano plástico o de Dios al sacarte del molde), sino "con buena impresión", a saber:

- El pelo y el peinado, color de pelo, etc. Un pelo desaliñado, canoso, seco, hortera, resta muchos puntos.

- La sonrisa. Unos dientes horribles, negros, etc da una impresión horrible.

- La silueta y la ropa cómo te queda, todo en conjunto. Una impresión de ir embutida como un jamón, y sobre todo, estar realmente gordo/gorda restan muchos puntos.

- La mirada y la frescura facial. Unos ojos apagados, con ojeras, enrojecidos y unas cejas de gañán, restan muchísimos puntos.

El resto (cintura de avispa, pechos de 120, etc.) son sólo para triunfar en Hollywood.

Bueno, os dejo que el deber me reclama, tengo que seguir faenando en la casa.





 

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