A BEBER MÁS QUE LOS PECES EN EL RÍO
El mundo de los villancicos es fascinante.
Las letras son bastante evocadoras de la cultura donde se ha compuesto la
cancioncita navideña y la mayoría de ellas contienen mensajes ocultos y hasta
advertencias.
Nunca entendí aquello de asomarse a la
ventana para ver al Niño en la cuna. Si Jesús nació en un pesebre, no en una
rotonda, ¿qué iba a ver yo asomándome a la ventana? Eso valdría cuando los
pueblos eran cuatro casas y la vaquería estaba enfrente de dos de ellas.
Luego está la Virgen peinándose entre cortina
y cortina con un peine de plata fina. Eh, pero si yo creía que la familia
humana de Jesús era más pobre que las ratas...
O igual estaba yo equivocada y la carpintería de José era realmente un
imperio tipo IKEA y daba para palacios con cortinas y bisutería cara. Pero
entonces, ¿cómo acabaron durmiendo en un establo? Ah, que no dice en ningún
sitio en el Evangelio que era porque no tuvieran dinero para hoteles, sino que
era porque estaba todo lleno, y no había apps de reservas en aquella época…
Hay otros villancicos como el famoso de
Juanpa rimando pavo y ande con otras cosas que aluden al miembro viril o los de
los Mojinos Escocidos con camellos reales y figurados que poníamos en las
fiestas de Navidad de mi grupo de amigos de cuando vivía yo en el Carabanchel
más profundo y no como ahora que me fui a vivir por segunda vez a la “Ciudad de
la Muerte” .
Como ya sabréis, mi actual casa era mi nueva
casa de soltera de hace veintipico años, cuando me mudé a un barrio residencial
de esos con piscina y pádel. Luego me
casé y me fui a vivir a un sitio más pijo aún, pero en vez de como propietaria,
como cónyuge de un sirviente, con lo que sólo gozaba de la zona, pero no de las
comodidades del sitio. Y sobre todo echo de menos el barrio de Prosperidad,
conexo al que yo vivía y donde realmente hacía las compras y salía a tomar algo
con mis nuevos amigos de allí. Hablando el otro día con mi ex marido, me decía
que él nunca se sintió bien en Prosperidad, que era demasiado pijo, pero oye, a
mí me gustaba porque tenía todo lo de un barrio pero con un toquecillo de
glamour. En el supermercado encontrabas salmón Domínguez, atún de almadraba y jamón Joselito y no como donde vivo ahora que
el salmón (de haberlo) es una trucha pintada y el jamón más selecto un Navidul,
el atún de lata y gracias. Y que no se lo roben que les ponen alarmas hasta a
las patatas fritas.
Ahora estoy viviendo en un anti-barrio, en un
despoblado al que he bautizado como “La Ciudad de la Muerte” El caso es que mi
urbanización es una de las diez o doce que hay entre Plaza Elíptica y el PAU y no
hay más que tanatorios y residencias de ancianos de esas que salen con los pies
por delante, y ya de aderezo un macro cementerio. Creía yo ilusa que iban a
abrir un gimnasio enfrente del Mercadona cuando vi la excavación y un cartel,
pero qué va: es un tercer tanatorio. Se
ve que la gente se muere por encima de sus posibilidades…
Hay otro villancico en el que se anima a que
ande la “marimorena” Aquí he buscado yo información y es un tanto confusa. Por
un lado, la marimorena puede referirse a la virgen negra de los Templarios que
era muy famosa hace ochocientos años, pero por otro lado, parece ser que se
refiere a una tabernera famosa del siglo XVII donde hubo una pelea tan descomunal
en Nochebuena que las noticias se han ido pasando de generación en generación.
No sé pero esto de que se arme la marimorena es como llamar tres veces a
Bitelchus. Todos sabemos que las Nochebuenas empiezan con paz, amor, pero a
medida que se va ingeriendo alcohol y langostinos la cosa se inflama y se
acaban siempre con una pelea de cuñados, suegra-nuera o cualquier hostilidad en
los ejes del mal. Pero digo yo, que lo de sacar un villancico animando a la
riña…
Por último, hay villancicos populares que
sirven para hacer hambre: Son los villancicos sobre burritos normales, burritos
sabaneros, burritas, mulitas y toda suerte de transportistas animales llevando
comida al Niño, que digo yo que lo que deberían llevarle a un bebé sería leche
y una mantita, pero no, le llevaban chocolate, requesón, manteca y vino.
Los villancicos importados del extranjero
suelen ser todos muy sosos. Aparte del “O Tanenbaum” (un villancico al árbol de
Navidad), La Noche de Paz, y esas cosas, jamás entendí lo del villancico ese
que sale en todas las pelis de Navidad yanquis que acaba diciendo… “Y el primer
día de Navidad mi amor me regaló una perdiz sobre un peral” Parece ser que es
un simbolismo no católico o algo que se escapa a mi entender. El caso es que los
yanquis no paran de comer pajaritos desde Acción de Gracias, sea pavo, perdiz o
pollo. Aquí que somos mediterráneos somos más de cordero y langostinos.
Los villancicos más modernos no tienen
término medio: O son sosos y gazmoños como el Tamborilero o todo lo que sale de
Luis Miguel o George Michael, o acabas falto de aire como el archifamoso de
Mariah Carey.
Y ya por último haré mención a mi villancico
favorito y que refleja mejor el trasfondo de la Navidad: Los peces (en el río)
que beben y beben y vuelven a beber por ver al Dios nacido.
Aquí en España todos nos transmutamos en pececitos,
pero no de río sino de bar.
En mi caso concreto creo que la ronda de
saraos navideños empezó justo antes del puente de la Constitución con la cena
del grupo de amigos habitual. En el Puente como excusa un cumple, por la cena
de amigas del antiguo barrio, luego por la copa de Navidad de los funcionarios,
de los compañeros del trabajo, del colegio de la niña, de los amigos del
antiguo barrio, el cumple de un amigo que justo cae antes de Navidad…La
tardebuena, la comida con mis hermanas, el nocheo con más amigos… Total, y eso
que me dosifico muy muy bien, calculo que caen como media botella de vino al
día hasta el próximo día 30 y como tres o cuatro gintonics esta semana, y
todavía queda la fiesta de los singles del próximo sábado y de otro grupo el
domingo…. Ah, y un par de comidas con amigos… Y eso que como hasta el viernes
mi hija no se ha ido de vacaciones de Navidad, mis salidas y saraos han sido
muy limitados.
Hasta
aquí el tópico navideño. Ahora me gustaría hablar de mí y de algo más profundo:
¿Qué me está pasando que no ligo desde hace ocho meses? He aquí las posibles explicaciones, debería
escoger una (o igual varias):
1.- Porque desde que me operaron y estoy
menopaúsica ya “no huelo a hembra” y no se me acercan con intenciones libidinosas,
sino sólo a darme charleta.
2.- Porque ya me he ligado a todos los tíos
majos que me podría ligar y se ha acabado el stock de tíos que me pueden
interesar (por el momento).
3.- Porque he adelgazado ocho kilos, me
siguen sobrando otros ocho y estoy en terreno de nadie: Ya no estoy en el
objetivo de los tíos a los que les gustaban las curvys ni tampoco en el de los
tíos a los que les gustan las tías esbeltas. Estoy en terreno de nadie, sólo
soy una chica “fofisana”. Y en el grupo de las fofisanas hay mujeres más
jóvenes y más guapas con las que estoy compitiendo sin saberlo. En el de las
curvys tenía menos competencia, creo yo. Pero mi esperanza de vida también era
más baja.
4.- Porque me he hecho autoterapia con los
libros de una prestigiosa psicóloga de relaciones y me he dado cuenta de que
tenía imán para tíos inadecuados y me he curado de mi torpeza emocional. Por
eso llevo ocho meses sin ligar, hay que tomárselo como ocho meses sin meter la
pata. Ahora hay que ver cómo debo atraer a los tíos adecuados si es que tal
especie existe. Si no, al menos me pondré al día con el trabajo y con las
series de Netflix, que el ligoteo está muy sobrevalorado.
5.- Porque me hicieron un arreglo dental y
aunque yo no lo note me huele el aliento feo por mucho elixir bucal que me
embuche antes de salir de fiesta.
6.- Porque alguno de los muchos tíos a los
que he rechazado ha ido corriendo la voz de que soy una mantis religiosa que
devoro literalmente a los machos con los que copulo y ninguno se atreve a que
le ocurra una desgracia.
7.- Porque soy vieja, fea y pobre… No,
definitivamente esta no es una explicación porque antes era casi igual de
vieja, de fea y de pobre y ligaba bastante más.
8.- Porque bebo menos y hablo más, y agoto a
los hombres con tanta charleta. Pero si bebo más me va a reventar el hígado.
Debería, no sé, consultar más el móvil como si estuviera repasando las cuentas
del banco para evitar decir tonterías… Ahora que caigo, hay un amigo que hace
esas cosas, eso y hablarle a Siri que no sé cómo hay tías que después de eso no
se van corriendo a casa…
9.- Porque cada vez le veo menos utilidad a
ligar, y al concepto de tener pareja. Ya me he reproducido y no voy a
reproducirme más. He vivido con tres hombres en los últimos veinte años y he
disfrutado poco de sentirme sola en casa. Porque hay gente que la soledad la
lleva mal y la teme o le desagrada, pero yo la disfruto, además que lo mío es
una soledad a tiempo parcial, porque mi hija está en casa casi todo el rato.
Está claro que no voy a meter a nadie más en casa hasta que mi hija no salga de
ella.
10.- Dejemos de centrarme en lo que yo hago o
dejo de hacer, porque a veces no es lo que yo hago sino lo que yo represento u
ofrezco: Mujer, divorciada y con hija. Mi
edad a ojo vista entre 40 y 50 años que intenta ligar con hombres entre
35 y 55 a lo más: Un tío de 25 años sólo
piensa en el aquí te pillo aquí te cepillo, y ya no es mi rollo ni mi target,
ni creo que yo por mucho que estire el mito MILF dé ya más la cuerda. Un tío de
35 años igual se plantea ya reproducirse y está claro que conmigo no va a ser.
Un tío de 40 con alta probabilidad está casado y sólo va de copas para buscar
un desahogo, lo que no es mi rollo, y además los estoy pillando, como el otro
día, ¿qué carajo hace un tío guapo yendo a un speedating si vive en Ciudad
Real? Seguro que está casado y piensa que en Madrid no se va a encontrar con
quien lo pueda reconocer y chivarse a su mujer. Lo descarté de plano, ya
empiezo a ligar pensando más con el cerebro que con las hormonas. Un tío
divorciado de 45 años ya se ha reproducido, pero tiene el ego muy subidito de
tono y va buscando chicas de 25 a 35 años para subirse la autoestima, yo no
estoy en su target, claro que probablemente tampoco lo estén para ellos las
chicas que buscan, pero es su problema. Un tío de 50 o incluso de 55 igual ya
se le ha pasado la pájara de buscar pichoncitas, sus hijos son mayores y
empieza a buscar compañeras de viaje, de fin de semana, de baile de bachata ….
Y está claro que no tengo esa disponibilidad de ocio. Además, a algunos se les
ha muerto ya la madre o la tienen, pero domésticamente indisponible (en una
residencia o en casa con alguna enfermedad) y buscan alguien que los acoja, y
yo con hija en casa tampoco cumplo esa función de madre postiza.
Creo que me voy a quedar con la última opción
(la 10) como explicación posible, que quitando los hombres inadecuados, los
adecuados no cuadran con las expectativas mutuas, al menos es la que me razona
por qué no encuentro hombres apropiados. Pero, ¿qué sería un hombre apropiado
para mí? Pues quizás alguien entre 40 y 55, buena salud física y sobre todo
mental, animado, divertido, inteligente, con trabajo, casa e hijos de edades
compatibles con la mía, pongamos entre los 6 y los 14 años. Por supuesto que no esté ya casado ni le
gusten las cosas raras de pareja abierta y cosas confusas…
Pues voilá, justo es lo que conseguido
saliendo de speed dating este viernes. Lo que pasa es que me temo que yo soy
plan B o plan C… Claro que yo sigo quedando por ahí y viendo lo que da de sí “el
ganado”. Está claro que el próximo año ya puede salir Plutón de mi signo porque
llevo un añito…
Comentarios