NO ME RENTA BRO Y ME PIRO A OTRO CURRO
En febrero me quedé un viernes en
casa pensando y reflexionando. Reflexionado sobre si la vida que llevaba es la
quería llevar.
Seamos sinceros, la mayoría de
los coach, psicólogos, cirujanos plásticos, nutricionistas, organizadores de
eventos raros tipo meditación, retiro espiritual, iglesias y similares viven
todos de la vida de mierda que llevamos y de nuestro intento patético por
mejorarla. Pero ya os digo que ahí no es. No, ni todo el aceite de lavanda,
baños de gong, té mactcha, aeroyoga y arengas que te proporciones no sirven.
Porque la única solución para salir de la mierda de vida es trazar un plan,
analizar qué puedes hacer, qué situaciones te pueden venir bien, qué puedes
hacer y qué no puedes hacer aunque te empeñes y tendrás que vivir con ello
aunque te pes. Como dice el Mago More (que me he enterado que es monologuista y
coach): Cuando hay lo que hay, hay lo que hay.
Ese día de febrero en el que tuve
una bronca con mi jefe y llegué a la conclusión de que no me rentaba lo que
hacía, dejé de concentrarme tanto en trabajar y más en trabajarme y ponerme en
valor, buscar la oportunidad y escuchar activamente las oportunidades que había
en el ambiente.
Aún así y teniendo en cuenta el
tema conciliación, que pesa mucho, que en mayo me fui a la playa para rebajar
la tensión un poco, tuve un mes de standby, pero enseguida la burbuja se
rompió. La decisión la tomé cuando vi que una compañera, una chica muy
brillante pero niña mimada en definitiva me pasaba por la derecha. Digo niña
mimada porque vino hace cuatro año, antes que yo, a un puesto bonito, de esos
que te puedes lucir. Y teniendo en cuenta que no tiene que criar niños, dispuso
del tiempo para hacerlo. Aun así no le resto el mérito porque siempre he
pensado que es una mujer muy inteligente y resuelta.
Sentí rabia y envidia sana pero
lo importante es la pregunta: ¿Y por qué yo no busco algo mejor? Total, más
horas de las que hago no creo que las haga en ningún otro sitio y por lo menos que me rente, tanto en el
currículum como en bolsillo.
Así que me lancé y tras pasar el
proceso, he ganado la plaza y si todo va bien (todavía no he hecho el cambio
pero va en buen proceso), en septiembre me cambiaré. Es un reto como digo pero
creo que es lo que necesito para resetear mi cerebro, porque había llegado a un
punto que los problemas infinitos, la rutina la falta de apoyos me tenían agotada y
deprimida. Mi cuerpo lo ha acusado y tengo problemas de todo tipo, ninguno
grave como para pillarme una baja, pero sí muy molestos y agostadores algunos
días, porque se juntan al montón de presión tanto laboral como personal.
Porque también está la presión en
el área personal. Ya os comenté los problemas con mi ex que ahí sigue como
mosca cojonera. Me he tirado un mes de abogados y procesos judiciales a raíz de
varias horas al día, que como no tenía ya nada que hacer de por sí…. Como digo,
mi ex lo que busca es tocarme las narices o es tan imbécil que le da igual todo
ya… En cualquier caso ahí está, hechas las gestiones y ahora a esperar que den
su fruto. Creo que esta vez hasta la madre del susodicho se ha dado cuenta de
lo pieza que es su hijo porque está menos desagradable conmigo que de costumbre
y hasta me habla y todo cuando llamo a ver cómo está la peque ya que
básicamente, está pasando las quincenas que le toca con el padre al cuidado de
ella. A mí mientras me la cuide bien y me resuelva para que yo pueda seguir
trabajando me da igual. Pero me da que se está arrepintiendo de la mierda que
ha vertido siempre sobre mí, porque ahora está viendo la verdadera cara de su
hijo. En cualquier caso, he aprendido a desligarme de lo que no me interesa.
¿Y por qué?
Estoy trabajando en mí, en
aprender a ser más egoísta, como me sugirió hace tiempo Mr.K.
Hace una semana que he cumplido
años, taitantos más uno, ya veis, unos cuantos más. Y ciertamente creo que,
después de asistir a un breve seminario gratuito de coaching, he visto la luz y
encima gratis.
Hay veces que no necesita que le
digan las cosas claras y las verdades a la cara. He tomado buena nota para
trabajar en tres áreas fundamentalmente.
La primera en el área del
trabajo. A nadie la pagan por trabajar bien, le pagan por hacer ganar dinero a
su empresa, en dar valor a su compañía. Ahí entendí por qué mi compañera había
ascendido y yo trabajando millones de horas y trabajando bien, me iba a quedar
toda la vida amargada. Porque trabajo mucho, trabajo bien, pero no me vendo
bien, no me pongo en valor y pierdo el tiempo trabajando en puestos que no son
relevantes.
O sea, que tengo que hacer como
los políticos, ir viendo dónde puedo encontrar ese hueco donde lo que hago
cuente, donde algo me aprecie, y a poder ser que me guste lo que hago. Y así ha
sido, he estado rondando y planeando sobre dónde quería ir y me he lanzado. Y
si me va mal, ya buscaré otra cosa.
Otra cosa que he aprendido es que
tengo que mejorar mi organización y liderazgo, tengo que hacerme más respetar.
Hay una frase que dijo el coach que me marcó profundamente: “Tu vida actual no
es fruto del azar, es fruto de todo lo que has tolerado”. O sea, que estoy en
un puesto amargada porque he tolerado que me dejen tirada con dos consultores que
son muy buenos técnicamente pero que me mareaban constantemente.
También debo ser más selectiva
con la gente con la que me junto, y no quedar en mi ocio por quedar, así por
salir y airearme sino con algún propósito. El tiempo no me sobra. Otra cosa que
he perdido es que si me falta el tiempo es por dejarme liar y tomar microdecisiones
de mierda.
He decidido poner límite al
teléfono, al correo electrónico y a todo en general. Si estoy concentrada en un
documento importante, no voy a dejar que me estén todo el rato pikipikipiki
entreteniendo. Voy a apagar el móvil o silenciarlo y no coger llamadas que no
sean del colegio o de mi jefe si quiero hacer bien el trabajo que tengo que
sacar. Porque luego todo el mundo sacar lo suyo y yo por estar a lo de los
demás, no saco el mío. Así, egoísta, pero es necesario.
Gestión del tiempo. Si cierras el
PC, se acabó. Poner hora, encontrar el rato para mí. Lo estoy intentando. Y
ponerme a dieta de verdad, quitarme esos malos hábitos que me arruinan la
salud, como el malcomer y el trasnochar, y no digamos el ocio nocturno. Se acabó,
a menos que baje Brad Pitt a la discoteca, a la 2 a.m como tarde para casa y
hay que dormir seis horas como poco, me da igual que mis amigos quieran quedar
al vermú a las 12, servidora tiene que dormir, ducharse y estirar el cuerpo.
Salir menos, pasear más y cuidarme más.
Organizarme en definitiva y no
dejar que los demás marquen mi agenda o me la compliquen.
No somos caballos que venga un
señorito y nos reviente hasta matarnos, no quiero morir reventada, no debe
consentirlo para no dejar a mi hija huérfana y a merced encima de un padre
majadero perdido y egoísta total. Tengo que vivir hasta que mi hija pueda ser
independiente y no lo lograré si dejo que me maten física o mentalmente.
Como dice el protagonista del
Juego del Calamar: “No somos caballos, somos personas, seres humanos”. Pues eso
mismo digo yo: “No somos recursos de IT, máquinas de despachar problemas y de
generar contratos, escritos, de trabajar sin hacer siguiera pipí, o de tirarnos
días y días sin respirar”
Somos personas, seres humanos que
necesitamos comer, dormir, salir a tomar el aire y desconectar del trabajo unas
horas al día y atender a nuestros hijos. No es mi problema si algún jefe no lo
entiende, no estoy haciendo nada malo por disfrutar de mi ocio sin mirar
compulsivamente si me ha entrado un correo electrónico pidiendo algo. No me
tengo que sentir culpable si me llama mi jefe el día de Navidad y no le cojo el
teléfono. Me da igual que trabaje para un ministerio crítico. Mi vida también
es crítica y la de mi hija más crítica aún. Lo que pasa es que aguantas y
aguantas porque tienes que pagar facturas, gastos y en mi caso estoy sola con
todo porque el caradura del papá de la niña no mueve ni un dedo para ayudarme.
Y luego tiene los santos cojones de querer hablar de Dios y dar lecciones de
emprendimiento... Como dice un compañero mío militar muy gracioso cuando
alguien toca los huevos demasiado o la lía parda: “Se fusila muy poco
últimamente…” Y le doy totalmente la razón.
A un individuo como a mi ex
marido hace cien años lo habrían deslomado a palos por vago de mierda.
Frases míticas y reflexiones del
seminario (fueron las tres horas mejor aprovechadas de mi vida y encima
gratis):
1.- Tu empresa no es para la que
trabajas, tu empresa eres tú y ya sea que trabajes por cuenta propia o ajena es
lo mismo, estás vendiéndote tú al mejor postor. No hay que guardar lealtad más
allá de lo razonable. Si tu trabajo te trata mal, si no te renta bro, cámbiate. Y no le des más vuelta. Los jefes
maltratadores, como los novios maltratadores, no cambian jamás.
2.- Tu trabajo es el valor que le
das a la empresa, pero no le des todo, no les des más de lo que vale tu
trabajo, de lo que te pagan por ello, sean en dinero o en otros conceptos. No
permitas que te exploten si tienes alternativas.
3. Para tener alternativas, hay
que estar siempre en el mercado de trabajo, siempre, siempre. Y hay que estar
siempre al día, saber o tener lo que se paga, por lo que se paga ahora, lo que
necesita el mercado.
4.- Toda decisión o hábito que
tomes ahora es apostar por la persona que serás dentro de cinco años.
5.- El problema no es llegar a
viejo sino en tardar lo máximo posible en cascar. Cascas cuando no puedes
llevar una vida normal, moverte, viajar, salir, comer. Si tu vida acaba
limitada, has cascado aunque tengas 45 años y te queden otros 40 años de vida.
6.- Tu problema no es que no
sepas lo que tienes que hacer para cortar esos malos hábitos, el problema es
que tienes pereza porque no quieres pagar el precio de hacerlo.
7.- No necesitas hacer más cosas,
necesitas hacer mejor las cosas.
8.- Prioriza de verdad y di NO.
9.- Nunca es tarde para empezar a
hacer las cosas bien.
10.- Si cuidar de tu salud física
y mental enfada a la gente que te rodea, pasa de ellos, tienes derecho a
cuidarte.
11.- No te agotas por hacer mucho
de algo que te gusta sino de hacer mucho de algo que aborreces. Que te des
cuenta de esto último es importante.
12.- No llenes compulsivamente tu
agenda de actividades para evitar quedarte a solas contigo mismo. Dedícate una
hora de vez en cuando a estar contigo mismo y pensar en cómo va tu vida.
13.- La calma espiritual no es
que la vida sea bonita y estemos como fumados y en nirvana todo el día sino que
las cosas que te ocurren no destrocen tus nervios y sepas reaccionar bien.
14.- La gente cree que sólo es su
cerebro, pero no. El cerebro es el ordenador y hay que aprender a manejarlo y
no a que nos maneje a nosotros, porque es muy perro y tiende al mínimo
esfuerzo.
15.- ¿Qué te pasó para que
dejaras de soñar? Hay que seguir soñando. ¿Cuándo fue la última vez que te
sentiste vivo y no un zombie que va por la vida?
16.- La vida no es corta, es muy
larga, pero haces tantas cosas de mierda que las acabas olvidando y sólo
recuerdas las pocas buenas.
17.- ¿Qué cosas no quieres
perderte hacer en la vida? Haz una lista e intenta enfocarte.
Luego hay un montón de falsas
creencias, pero vaya…
Bien, este nuevo ciclo de órbita
alrededor del sol he decidido trabajar más en mi salud, perder peso, salir más
a hacer deporte sola porque lo del senderismo como que no, pero por ejemplo ir
un sábado a nadar o a caminar no estaría mal.
Bueno, el siguiente post prometo
que será de humor.
Comentarios