Año nuevo, propósitos renovados

Ya estamos en el 2015 pero el mundo no es como lo visualizaba McFly (Regreso al Futuro). Más bien está derivando a un mundo a lo MadMax, lleno de violentos de todo pelaje (en el deporte, la religión, acosadores escolares, pederastas, etc.).

Desde luego que el futuro es algo mucho más idílico en la imaginación de los que somos creativos que luego en la cruda realidad.

Me gusta ese anuncio que te dice que te preparas mucho para luego eventos que duran muy poco. Lo que no sé y me inquieta es si quiere decir que es necesario soltar cien euros al mes para luego llegara a los 70 años y disfrutar sólo unos pocos meses de uno ahorros miserables, o de que mejor no preparar nada y vivir la vida loca. Tratándose de una compañía que hace planes de pensiones imagino que será lo primero.

El lunes, antes de salir por la noche un rato, estuve viendo la Cabalgata de Reyes por la tele. De pequeña nunca me llevaron a ver ninguna Cabalgata, y tendría yo 6 años o así cuando me enteré de lo poco glamurosa que era la cruda realidad.

Pero sí me acordé el lunes de la ilusión que tenía por todo cuando tenía cuatro años. Todavía no habían llegado a mi vida los infortunios y penurias que me tocarían poco después. Así que se puede decir que, aunque medio pobre, era todo posible en mi imaginación.

Si de algo me he dado cuenta ahora que ya soy una niña un poco más crecidita es que, para cambiar el futuro, hay que imaginarse qué futuro nos gustaría tener. No basta con decir que esto no me gusta, hay que ver lo que nos gustaría que fuese eso que anhelamos y luego trazar un plan serio para llega a ello.

En tres años mi vida ha dado un gran vuelco. Conocí al hombre de mi vida y me casé, algo que veía hace tiempo que no podía ir conmigo, pero mira sí que fue. Aprobé la oposición que veía tan lejana y difícil de conseguir, y ya me encuentro a pocos meses de tomar en firme mi plaza.

Ahora me falta para este 2015 ser mamá. Y hace siete años lo veía difícil, en el 2011 casi imposible pero después de dos abortos y ver que se puede conseguir lo imposible, estoy segura de que este año lo conseguiré. No puede ser de otro modo. Como con la oposición, no quería ver qué pasaría si no aprobaba, no había esa opción en mi visión del futuro. Así que yo me veo embarazada para este verano, y no me puedo ver de otra manera.

En un futuro a corto plazo, de aquí a abril, tengo que cuidar mi salud en serio. Los excesos del mes de diciembre, aunque la mitad estaban justificados, me han pasado factura. Como tengo un sistema inmune a prueba de bombas he tentado demasiado la suerte. Recuerdo en noviembre que me reía de la gripe bebiendo de la cerveza de un compañero que estaba muy perjudicado. Y no pasó nada. Estuve con gente realmente pachucha y no me pasó nada. Pero todo el mes de diciembre machacándome en saraos, eventos, presentaciones, compromisos familiares y con amigos, el gimnasio que pisé el turbo la semana de Navidad, en fin, vamos, lo que se dice un no parar, no dormir apenas y malcomer han acabado por darme caza y hace unos días me di cuenta de que no era resaca por Nochevieja (porque apenas bebí esa noche, que además fue complicada), sino un auténtico catarro.

Ahora estoy con congestión, jaqueca, faringitis y algo de fiebre y tos. Un señor catarrazo.

He tenido que parar un día entero en dique seco y reflexionar sobre el hecho de que vaguear y descansar de vez en cuando, aunque mi cerebro no lo quiera, mi cuerpo lo necesita.


Así que para el 2015 intentaré cuidarme más (ya sé que lo digo todos los años y nunca lo hago), pero tengo 45 años y si no empiezo a cuidarme ahora que todavía luzco joven y tengo los órganos internos  sanos, dentro de treinte años tendré una vejez muy mala.

El ejemplo lo tengo próximo. Mi padre, un aficionado a los afterworks y fumador empedernido está ahora con una pinta de consumido que tira de espaldas. No tiene ninguna enfermedad grave (que se sepa), pero está digamos, un tanto avejentado, aparenta mucha más edad de la que tiene, y se comporta como un anciano de más de cien años, cuando apenas llega a los 80.

Da mucha pena llegar a viejo, pero mucho más llegar a anciano en malas condiciones físicas y psíquicas y lo peor, no tener amigos ni llevarse bien con la familia.

Así que en mi caso, no quiero ser una vieja pelleja sola rodeada de una veintena de gatos, lo que viene a ser una Brigitte Bardot vamos. Yo quiero tener unos hijos que me quieran, para lo que tendré que engendrarlos o adoptarlos primero, y educarlos correctamente después. Y en cuanto a salud, me voy a plantear seriamente limitar las salidas nocturnas y las copas que me tomo cuando salgo.

En abril negaré haber dicho esto, pero, por lo menos, ahora quiero mimar más mis organitos y mi apariencia física.

Y bueno, adelgazar, a ver si ahora después de las Navidades retomo la dieta. De momento he merendado tres mandarinas. Por algo se empieza, ¿no?

Comentarios

Entradas populares de este blog

LOS AMIGOS DE MIS AMIGAS SON MIS AMIGOS...

Aniversario del Divorcio

BENIDORM TOUJOURS MON AMOUR