UN DÍA CUALQUIERA ...
Para que entendáis por qué estoy
empeñada en gestionar mejor mi tiempo, si tal cosa es posible, os voy a poner
un ejemplo de un día cualquiera (las situaciones son reales, aunque para evitar
trazabilidad he mezclado situaciones para evitar que se obtenga demasiada
información).
Os echaréis una risas pero yo
poca broma… Bueno, ahora intentando relajarme al contarlo.
Lunes tras finde con la peque en
casa del padre. Hoy no tengo que llevarla al colegio, lo que me permite hacer
otras cosas pero…
·
5:00 Suena el despertador. Santo Dios, ¿qué he
hecho yo para merecer esto? No es vida, estoy molida y eso que ayer me tiré
todo el día encerrada en casa trabajando (digo trabajando para que nos
entendamos, realmente son veinte mil spinoff profesionales, ahora lo
entenderéis más adelante).
·
5:05: Vuelve a sonar el despertador. Venga, si
tengo que levantarme, tengo la vejiga que me revienta, ayer me tiré todo el día
a caldo de apio para purgar los excesos del viernes y sábado noche en los que
me bebí hasta el agua de los floreros…
·
5:10: Veo un bote en el baño. Ah, ostras, la
análitica para el ginecólogo. Se me corta el pipí de golpe. Como puedo, me lavo
en el bidé (me tienen que hacer un cultivo de orina entre otras cosas). Orino
en el bote, el bote rezuma, mierda, me tocará limpiar el suelo del baño. Vuelvo
al WC y orino como diez minutos más. ¿Cuántos litros puede orinar una persona
humana de golpe sin deshidratarse?
·
5:15: Ya he conseguido limpiar el botecito y
meterlo en un estuche discreto. Lo llevo a la mochila con el portátil y el
resto de cosas que tengo que llevar a la oficina
·
5:17: Me tomo la tensión. Fatal, ni con todo el
apio del mundo se podría mejorar. Pero no me puedo tomar nada porque me tienen
que pinchar. Y el caso es que me duele un poco la cabeza. No puedo tomarme un
ibuprofeno ni tampoco puedo beber agua ya… Mierda.
·
5:45: Termino de ducharme. Me he lavado el pelo
(el alcohol me dejó el sábado el pelo pegajoso pero la resaca me dio pereza y
me malduché el domingo. Que levante la mano la que es capaz de llegar en estado
etílico y dejarse el pelo impecable tras la ducha tras volver de la
ultratumba…).
·
6:00: Dejo un tupper preparado con galletas y la
botella de agua de la peque que se la dejaron el otro día olvidada cuando se
fue con su padre.
·
6:15: Termino de alisarme el pelo. Tengo que
cambiarme de secador, es un asco, se me ha enganchado ya tres veces y casi me
quedo calva. Ostras, se me olvidó ponerme la crema antiojeras, le dan mucho por
saco porque es tarde ya, me malvisto y salgo pitando, no encuentro el pantalón
de vestir, me pondré los vaqueros blancos aunque llueva, es como medio pijo,
valdrá por hoy.
- 6:20: Se me olvidó el termo
con café para después de la analítica. Es igual, robaré de la cafetera de
mi jefe que hoy llega más tarde porque viene de viaje (pero soy buena y
voy reponiendo de vez en cuando).
·
6:25: Estoy en la calle en dirección a la parada del
bus, como a medio kilómetro y de gracias, vivo en los Despoblados, no en la
Avenida de los Poblados (chiste fácil), no hay ni un alma, tengo que estar ojo
avizor porque igual me atracan, es buena hora para atracar pardillos dormidos y
de lunes como yo…
·
6:30: Se me acerca un encapuchado con pinta de
CDR. Tanteo en el bolso la navaja que llevo disuasoria. Pero no, es sólo un
chaval del barrio bajando al perro. ¿Por qué la gente esta joven pasea perros
con pasamontañas como si fueran a atracar bancos? Igual es que el tío es muy
feo…
·
6.35: En la cola del bus, como de 100 m la cola,
sin exagerar. Mierda, no bajé la basura y recuerdo que estaba hasta arriba… Más
mierda aún, miro el móvil, está al 10%. Pero… Si lo puse a cargar esta noche…
Está fallando la regleta del salón, no me extraña porque la compré en un chino…
Vale, a ver qué hago si encima no llevo cargador… Pero sí un cable USB, a unas
malas en la oficina con el portátil… Um.
·
6:55 Han pasado dos autobuses repletos, uno ni
ha parado y el otro ha cerrado antes de que intentase hacerme hueco ventosa.
Entro en el tercero pegada a dos señoras que me miran mal porque voy con el
mochilón. Me duelen ya los riñones y estoy muy incómoda, entra y sale gente a
mogollón pero el autobús está reventar todo el rato, no puedo mirar nada.
·
7:20: Llego a un metro céntrico, me queda un rato
hasta llegar a la clínica. Consigo sentarme. Intento mirar los mensajes del
trabajo, con el móvil pero la batería está fallando. Hay un cargador al fondo
del autobús pero está todo petado. Veo un mensaje de mi jefe que tiene mala
pinta pero no lo puedo leer, es del domingo por la noche, justo después de que
yo cerrase el PC porque tenía que cenar pronto para hacerme la análitica…
Siempre igual, mi jefe manda mensajes a las 22h los domingos.
·
7:30: El centro de análisis está a tomar viento,
como todo de mi casa, pero he llegado bien, justo cuando abren. El móvil se me
acaba de apagar. A esa hora pienso que mi hija ya debe estar saliendo con su
padre de casa de la abuela. Si hay cualquier problema, no voy a poder
enterarme. Iba a ser la primera de la
fila pero me adelanta por un segundo una
chica jovencita con mochila como yo (más joven que yo, por eso ha subido las
escaleras del edificio sin resollar como yo y me ha adelantado. Vale, sólo es
una persona, tardaré poco… Una M, ahora os cuento:
·
7:45: La chica de la mochila lleva 15 minutos
intentando por el morro que le hagan una prueba (test de esos raros de gente
tiquismiqui que no come gluten, ni lactosa, ni nada normal). Perdón por ser tan
insensible pero es que llevo meses desangrada y me duelen los riñones a rabiar,
igual se me ha fundido el útero o un riñón y creo que hay prioridades, en la
atención médica….
·
7:50: Sigue la recepcionista discutiendo con la
pija intolerante a Dios sabe qué buscando el código de autorización, otra que
tal baila, desde que la conozco nunca empiezan a pinchar a su hora por su
culpa. La enfermera es puntual pero si la otra no le pasa los volantes nada que
hacer.
·
8:00: Por fin me atienden. Yo llevo todo
preparado, es un análisis urgente y ya dejé todo autorizado y bien hecho el
domingo. En cinco minutos me pinchan, en
tres días tendré resultados, bien porque en breve tengo que volver al
ginecólogo y me gusta tener margen por si hay que repetir el cultivo de orina.
Justicia poética, la pija está tirada en una silla, le ha dado un parraque, y
eso que a mí me han sacado nueve tubos y tan fresca y a ella sólo le han
enseñado la aguja… Bueno, tan fresca no, entre la falta de antiojeras, el
madrugón y la sangría estoy yo con los ojos chiquititos y rojos como un
murciélago. Y me duele más la cabeza. Busco en el bolso un ibuprofeno y me lo
tomo en seco. Me hará bola, pero qué más da.
·
8:35: Llego al curro, qué asco de lunes, todo
petado, el metro, el bus, la lluvia de improviso cuando llegaba a la cola del
bus, cola a la entrada para pasar control de seguridad porque desde las 8:00
están ya los contratistas arracando jornada (mis compañeros llevan desde las 7
o por ahí y no pierden este rato)
·
8:45: Llego con el abrigo y el portátil y un
café asqueroso de máquina a mi primera reunión, que por temas de agenda del
convocante han empezado ya hace un cuarto de hora, cuando llego pronto yo me
toca esperar. Me preguntan: ¿Te encuentras bien? Estás muy pálida… Y yo… Es que
vengo de una analítica y no he desayunado…
·
Las 12:00 y ya voy por la quinta reunión del
día, el correo se me ha petado ya y tengo que archivar y tengo a tres en mi
despacho contándome lo más urgente de lo más urgente. He conseguido un cargador
de un compi y ahí estoy a todo meter aprovechando a cargar los móviles entre
reunión y reunión. Mi jefe y dos proveedores me han llamado tres veces, pero
tengo excusa, estaba reunida. Vaya, tanta llamada perdida me hace pensar que ahora
hay cola de amenazas y ya no es Putin nuestra única preocupación… Y el fin del
mundo a tres pasos menos… Pero no, es
que hay que rehacer el pliego de un contrato urgente, y urgente es para hoy
mismo. Y yo mientras pensando cuándo voy a encontrar un par de horas para
revisarlo con tanta reunión.
·
12:30 Me siento media hora a despachar cosas,
tengo a las 13:00 un par de reuniones más. Debería comer algo pero la cantina
está muy lejos y tengo mucha gente en la planta de abajo que seguro que me
cierran el paso para consultarme cosas. Prefiero “descansar” trabajando en mi
despacho. Me tomo otro ibuprofeno y una galleta seca que encontré olvidada en
la mochila. Está rancia, pero alimenta. Y un buche de agua, hay que
racionarla, el baño también está abajo,
en territorio hostil.
·
12:45. Se acaba la media hora de trabajo normal.
Me da un vuelco el corazón: Sena el teléfono y es del colegio de la niña. Se
supone que la llevó el padre al cole, pero el tío no deja ni un mensaje de
whatsapp de ACK (o sea, de OK, tipo: Descargado objetivo infantil de sexo
femenino con mochila y tupper a las 9:00 hora zulú), y claro, la profesora
cabreada porque la niña ha venido muy sucia, pelo sucio y chándal totalmente
manchado (no se lo han lavado se ve), encima no traía los deberes ni la carpeta
¡!!. Y yo… Esto… ¿han probado a llamar al papi y contarle esto? Le digo: “ Yo
salí hoy de casa a las 6:30 y no me tocaba llevar a la peque al cole. dejé un
chándal limpio preparado y un tupper” ¿por qué no lo pilló el padre si tiene
llaves?” CriCri, igual es que se le pegaron las sábanas y la empaquetó como
estaba. Es hasta muy probable que haya dormido con el chándal sucio… Es igual,
la culpa siempre es de las madres, aunque seamos inocentes como un recién
nacido… Le cuelgo el teléfono
excusándome en algo importante, como que nos están desalojando por una alarma
de bomba, o ataque nuclear… No es cierto pero es muy más que creíble. Estoy
saturada, vaya chapa.
·
12:55: Me vuelve a llamar la profe, más calmada,
ha hablado con la niña y vale, se acaba de dar cuenta que tiene en su clase un
caso flagrante de PDTA: Padre Divorciado Totalmente Ausente. ¿El jueves puedes
venir a tutoría me dice ? Y yo… Noor. ¿y al siguiente jueves? Y yo… Noor,
tampoco… ¿Y no puedes cambiar la agenda de trabajo? Y yo… Bueno, el caso es que
mi agenda depende de si Israel invade Gaza, de si Irán manda un comando
suicida o de si Putin entra en Armenia…
Y a esos les da un poco igual si yo tengo tutoría o no, esto no es la guerra de
Gila… Ahora, hablando más en serio, le dije que tenía mucho curro y que ya si
eso iba viendo… Me ha puesto ya dos velas negras seguro. Le compraré algo
bonito para Navidad, nota mental. No quiero que lo pague con la niña, pobrecita
mía.
·
Las 13:00. Bajo al baño, me muero de ganas de
hacer pis. Miro el whastapp silenciado toda la mañana: También petado. Un
mensaje de un chico que conocí el sábado pasado, que si quedamos en su casa el
miércoles por la noche que hace una fiesta… Para fiestas estoy yo… Creo que el
remojón del jueves pasado me está pasando factura, me duele el pecho, la
garganta y me escuece al orinar, jolín y eso que no piché cacho ni nada, que
estoy casta desde el verano… ¿Qué parte de soy madre divorciada sin padres ni
familia cercana no ha entendido este chaval? Ni contesto, está perdido para la
causa ya. Next.
·
13:05: Sigo en el baño intentando meterme un
óvulo de esos todoterreno, se llama blastoestimulina y lo mismo vale para una
uretritis que para unos hongos que para una orgía con Nacho Vidal. Miro el
telegram: Mierda, esta tarde hay reunión del grupo de trabajo de seguridad en
cloud, un spinoff de mi colaboración voluntaria-forzosa en la junta de
auditores de ciberseguridad. Aporrean el baño. Es una compañera: “Reunión de
coordinación, venga arriba a la sala de reuniones”. Me limpio como puedo y
salgo pitando, espero que no me chorree de grasa el supositorio vaginal ese, que
los vaqueros son blancos.
·
14:00: Acaba la reunión por fin. Tengo anotadas
como veinte cosas para la semana. Voy a morir reventada. Tengo mucha hambre,
sed y dolor de cabeza, necesito comer ya.
·
14:10: Iba a comer, de camino a la cantina me
para un jefazo, que se ha caído no sé qué cosa, que si puedo ayudarle (te lo
piden por favor porque soy funcionaria pero realmente hay que tomárselo como
una orden). Venga, le acompaño, otra media hora más mirando un fallo, menos mal
que lo encuentro, y sé de quién es, caso resuelto, a comer venga.
·
14:45: Cantina sin existencias, ya ha comido
todo el mundo, cierran a las 15:00. Pillo una fruta y un plato de algo así como
una suela de zapatos con patatas fritas, es lo que queda. A la carrera lo como,
me hace falta un Almax. Encima me tomo un ibuprofeno, ya me vale, es el tercero
del día. Y pillo un café de la máquina del pasillo.
·
15:15: Me están esperando ya para otra reunión.
No hay piedad.
·
16:15: Mierda, esto no acaba y tengo que recoger
e ir a por la peque…
·
16:30: Salgo corriendo, ya terminaré lo que me
queda urgente en casa, qué se le va a hacer… Pero está la reunión de la tarde
de los auditores y tengo que ciber-ir. ¿A qué hora era? Tengo que mirar la
convocatoria, a ver si en el autobús…
·
16:45: Está lloviendo a mares, el autobús
atascado. Mejor me bajo en la siguiente parada y voy corriendo hasta el metro,
no me queda muy lejos, mejor sí.
·
17:15: Después de una carrera, empapada llego al
metro, bajo mil escaleras (las líneas del sur de Madrid conectan directamente
con el infierno creo yo. En caso de holocausto nuclear, creo que en Plaza
Elíptica sobreviviríamos una semana entera, está a cinco pisos bajo el suelo,
tiene un túnel super largo y muchas tiendas de picoteo de comida, de ropa de
batalla y de cosas de aseo y de esas que se te olvidan cuando vas de viaje. Da
para montar hasta un hospital de campaña llegado el caso.
·
18:00: Llego al cole de la peque, empapada, con
el corazón a ciento noventa pulsaciones, mochila a la espalda, me duele todo y
no sé si me he meado o el óvulo vaginal se ha escapado de sitio, de tanto
trotar de escalera a escalera. Es igual, objetivo conseguido, recoger niña a
las 18:00 hora zulú. Niña está entera, no ha perdido nada por el camino y no
parece enferma.
·
18:15: Tras discutir todo el camino como de
costumbre, llegamos a casa. Cambio a la niña que está remojada, yo igual, la
casa chorreando de agua… Menos mal que hoy venía la asistenta, creo… Mierda,
¿le dije que viniera hoy o era el martes? Miro el chat, está bien abajo, sí,
era hoy. Menos mal porque hay para lavar de ropa…La niña realmente está sucísima,
da para meterla vestida en la bañera.
·
18:45: Llega la asistenta, tarde, muy tarde. Yo
ya le ha dado un colacao con galletas a la peque para que merendase. Ha hecho
una caligrafía. Yo estoy otra vez abriendo el portátil para trabajar un rato.
·
19:00: Estoy enfrascada en la tarea de revisar
un pliego entero, tengo que pasárselo a mi jefe antes de que regrese a casa a
cenar, me queda una hora o así. Pero me interrumpen, la peque mete un jaleo
enorme y la asistenta ahí como siempre me pregunta que qué ropa le pone… Yo qué
sé, un pijama limpio supongo. Cien veces ha venido ya la chica y no sabe dónde
está el cajón de los pijamas de la niña…. Es de traca.
·
19:30: Mierda, la reunión, no me conecta el
Teams, estoy ahora con el ordenador de casa, si es que tengo la wifi petada de
cosas, mías… Y la niña que está descargándose un capítulo de una serie de esa
de turcos huérfanos que no paran de pasarles desgracias…
·
19:45: Entro a la reunión, tarde, ya me han
encasquetado la tarea engorrosa de hacer el Análisis cruzado de BI, mierda, mierda,
mierda. ¿Para este finde? Imposible, este finde tengo que ir como a tres
fiestas de Halloween con la niña y un cumpleaños… Y hacer las tareas de la casa
y algo de trabajo…Nada, no hay piedad, tiene que estar para el lunes.
·
20:00: La niña tiene hambre, le digo que lea un
poco, la asistenta está planchando, bien, casa tranquila. Llama un amigo muy
plasta, no le cojo el teléfono, tengo que terminar el pliego de las narices, no
me queda un segundo que perder.
·
20:30: Envío el correo con el pliego para
contratación. La niña está protestando, tiene MUCHA HAMBRE. Vale, vale, me
pongo con la cena. El Windows ya que se actualice solo, le echaré un ojo
mientras hago la cena…
·
20:45: Estoy haciendo malabares con una ollita
donde estoy cociendo arroz, una sartén donde tengo ocho minihamburguesas y en
el microondas estoy descongelando mi puré.
·
La asistenta está escondida haciendo que recoge
la habitación de la niña. Pasa de poner la mesa. La llamo, venga, Lucrecia
(nombre inventado pero en ese estilo), pon la mesa que la habitación ya la recogerás
luego, se me están quemando las minihamburguesas y yo medio abrasada y la niña
está dándole a mi PC que me lo va a desconfigurar… Siempre la misma, me faltan
ojos para vigilar la cena, la asistenta, la niña y el PC.
·
21:00: La niña está cenando y la asistenta
recogiendo la cocina, yo reiniciando por quinta vez el PC, esta vez parece que
va bien, gracias a Dios… Mi jefe ha contestado que falta una chorrada y que lo
corrija ya… Pues va a ser que no, tengo que atender a la niña…
·
21:30: La asistenta se ha ido, no me terminó la
habitación de la niña, a ver, es muy lenta y cobra por horas… La niña acabó de
cenar, pero quiere hablar con el padre. Mierda, no, que luego me toca a mí
recoger la habitación. Bronca con ella, si no recoge la habitación, con el
padre sólo los quince minutos por ley.
·
21:45: Nuevo mensaje de mi jefe, esta vez es un
audio: ¿Qué hay de lo que te dije? Yo contesto: Ahora no puedo, estoy con la
peque, pero te prometo que en un rato lo tienes hecho.
·
22:00: La niña malrecogió y habló con el padre,
no sé qué del finde, ya me contará. Yo estoy revisando en el móvil lo que me
dijo mi jef mientras embuto a la niña en el corsé ortopédico con infinitas
correas para dormir. Pero… Horror, a la niña se le olvidó hacer pis y vuelta a
empezar. Así son los niños.
·
22:15: La niña acostada, por fin. Malceno un
plato de puré frío y una mísera minihamburguesa mientras corrijo lo que me dijo
mi jefe y se lo vuelvo a enviar.
·
23:30 Apago el móvil del trabajo y el PC .
Documento enviado. Si necesita algo más esta noche o bien ataca Putin, Hamás,
Hezbolá, los amigos de Puchi o una jauría de jabalíes, que me envíen un
motorista con un telegrama urgente, como hacía el Caudillo…
·
23:45: Me pongo a zapear, a ver si encuentro algún
programa de esos del Iker Jiménez que son mano de santo para coger el sueño…
Cargo en el LoveTV Cuarto Milenio, no sé qué de unas momias alienígenas… Ni me
enteré, me quedé sopa en el sofá como siempre…
·
Abro un ojo a las 5:00, el despertador como
siempre. Esta vez si ha cargado el móvil, y ya tengo un audio de mi jefe diciendo
que tengo que estar a las 7:00 en no sé qué sitio a tomar viento… El audio es
del día anterior a la medianoche… Mal vamos, le llamo a las 6:00 explicándole
que hasta las 8:30 no puedo estar en ningún sitio porque hoy es martes y antes
tengo que dejar a la niña en el cole y hasta donde me ha dicho tengo una hora
larga…
Vuelta a empezar de líos al día siguiente, que si
mejor llama al del sitio y que te cambie la reunión, a la profe le digo cuando
suelto a la niña a las siete y pico en el aula matinal que no sé a qué hora voy
a recogerla por la tarde… Veo que el botón que le cosí de la falda a la niña se
ha vuelto a caer… Mierda.
Epílogo:
-
El jueves la analítica arroja que tengo una
infección renal de caballo. Me acabaron teniendo que pautar antibióticos hace
pocos días y estoy como si me hubiera atropellado un autobús pero saldré este
finde porque estoy necesitada de hacer vida de humanos normales.
-
Me volví a empapar N veces durante la semana y
tuve que ir a tres sitios de trabajo a tomar viento con portátil a la espalda.
-
Ayer me persiguió la muerte: Decidí en el último
momento no salir por Alonso Martínez a tomar el autobús que pensaba coger y
mejor seguir en el metro y andar un poco y resulta que el árbol de al lado del
bus mató a una chica. En el metro donde iba se tiró un chico y lo arrolló. Era
el día de los muertos. No es para tomárselo a broma.
-
El contrato salió por fin y mi jefe tan contento
sin saber que casi me cuesta la cosa perder un riñón.
-
Apareció el botón de la falda de mi hija y se lo
conseguí coser el miércoles mientras hacía la cuarta revisión del contrato.
-
La niña se lo pasó superbién en Halloween. Yo me
disfracé de diablesa y además tengo una diadema de tarántula por ahí de regalo.
-
No he encontrado tiempo para ir a hacer la
compra y la pobre niña alimentada a base de fideos chinos y salchichas de pavo.
Yo a base de purés de brick y palitos de cangrejo, normal que tenga tan alto el
colesterol. A ver si esta tarde ya mejor del riñón tiro de carro y compro
comida fresca y saludable.
Mensaje para
amigos/ligues/conocidos aburridos que insistís en llamar un lunes por teléfono
para ver cómo estoy/proponedme quedada/echar una parrafada: Mejor venid por mi
casa y arrimad un poco el hombro. Gracias.
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