LA TOURNÉ DE LA CABRA

MISSING IN ACTINO

Mis amigos, parientes y conocidos ya me han empezado a llamar preocupados de mi desaparición de casi un mes. Barajaban hipótesis como que los marcianos me habían abducido o que me había casado con un rico millonario o enrolado en los marines.

La verdad es que no he parado y todo por causas laborales. Primero hice un viaje corto a París donde pude comprobar estos dos puntos: 1) Es verdad que los niños vienen de París, pero de Eurodisney, también van a París, y dan un coñazo soberano, ellos y sus papaítos o acompañantes. En algunos momentos de los vuelos he deseado que viniera Herodes e hiciera una buena criba, porque me dejaban los oídos sordos y un fastidio infinito de tanto niño todo el rato p’arriba, p’abajo del avión para ir al baño o tres filas atrás con la abuelita, la mamá o el pederasta que a saber... 2) Las ruedas de los aviones de Iberia están peor que las de mi coche Genovevo. Un show cuando tuvieron que cambiar en pleno rodaje la dichosa rueda y un retraso de más de dos horas que hizo que más de uno se tuviera que quedar a dormir en la terminal 4 ese día...

Después de mi aventura Parisina donde pude comprobar que la red de transportes de allí es tan absurda como la de aquí, me tuve que apechugar con un viaje a Murcia en flogoneta con un compañero de viaje discapacitado, con una silla de ruedas que más que silla parece un carricoche de esos de jugar al Golf, y su asistente inmigrante, que claro, de conducir nada de nada...Gr....Así que servidora ha tenido que hacer de Oteliña, la choferesa negra de don Camilo, pero sin catar marmitako ni nada, sólo hacer de furgonetera, y encima la furgoneta sin aire acondicionado disponible por no haberse preocupado mi compañero de hacerle la puesta a punto de rigor...Claro que mi compañero debe tener la cabeza en la parra porque también se le pasó hacer la declaración de la renta y tuvo que hacerla al final de prisa y corriendo el último día y en Murcia...Desde luego, muy simpático, excelente trabajador, pero con mi carácter de disciplina de la señorita Rottemayer de Heidi, muy malamente podremos hacer más viajes de este tipo, sobre todo porque acabo pareciendo más una chófer recadera-niñera que una compañera de trabajo...

Por lo demás, Murcia es bonita. Y hace un calor de los de verdad, no el sucedáneo de verano que nos gastamos en Madrid. Claro que con tanto curro, ni tiempo para ir a darme un mísero chapuzón. El único relax que hemos tenido es un rato en la inauguración de una sidrería el sábado por la noche.

Del tema de los viajes aquí y allá – El jueves vuelvo de nuevo a París – Acabo sacando una serie de conclusiones: a) Está muy bien eso de que no tengas que preocuparte de arreglar la habitación ni de hacer la comida pero b) No puedes gestionar bien tus asuntos, te llaman para las cosas más urgentes en el momento más inorportuno y c) La cantidad de trabajo extra lavando y planchando ropa a la vuelta hace que la sola idea de irte de nuevo de viaje te provoque sudores.

Ente el viaje de París y el de Murcia, con escasos días de diferencia me dio tiempo a ir a la cena de fin de curso del gimnasio, con espectáculo de boy-grunge y croquetones congelados, menos mal que las chicas nos lo pasamos en grande con cualquier cosa...No pude ir a la excusión de fin de curso el domingo, cachi en la mar, que por unas cosas u otras siempre me la pierdo, y la verdad, los diez días de clase del gimnasio que me iba a perder al final no me perdí nada porque la profesora, mala pata la pobre, se rompió el peroné. En fin, cuando regrese de París si no me enchironan por lo del Metro, iré a visitarla a ver cómo está...

Sí, he dicho bien, lo del Metro, el turbio asunto del motín del 12 de enero. Me llamaron estando en Murcia para ir a declarar. Al principio, llamándome la secretaria del juzgado de manera atropellada y pillándome en plena faena laboral, pensé que al darme varias fechas para ir se suponía que iba a declarar como testigo. Pero no, voy como imputada, que no sé qué quiere decir, porque en realidad la tía dice que no estoy acusada, pero que tengo obligación de ir a declarar y ya se irá viendo...Vaya justicia que hay en España, olé. El tema de que vaya como imputada es una venganza clara por prestar declaración a la policía como testigo del porrazo tremendo que le arrearon a Hugo. Una manera clara de meternos el miedo en el cuerpo, propia de un estado franquista y no de uno presuntamente democrático, pero ya se sabe que Paquito el Chocolatero tenía todo atado y bien atado, y de ello se jactaba siempre....Así que me temo que me preparan una encerrona para el día 16 de julio, que encima es mi cumpleaños. De momento he contactado con el abogado del tal Hugo para que me acompañe, porque no me fío que me hagan la catorce trece si me ponen uno de oficio y acabe en Alhaurín de la Torre con Julián Muñoz...Que cada vez que llaman a alguien como imputado a declarar suele acabar allí.

Por cierto, el motorista que me llevó la citación debió estarme espiando el móvil con mi novio porque llegó casi a la par que yo a casa, vamos que ni que yo llevase un GPS en mi móvil y me estuviesen rastreando y cuando vieron que estaba por los carabancheles lanzaran al motorista derechito a mi casa...

Cambiando de tema, que me pongo furiosa, comentar que en la cena de cierre del meeting de Murcia pude comprobar que cuanto más jefazo más alcohólico se es. Y también que ponen las cenas a mala leche, porque me perdí el último capítulo de House y no hay derecho...

Otra cosa que pude comprobar es que en Murcia las cabras montesas campan por donde les da la gana, o al menos eso le ha pasado a la de Terra Natura, que anduvo rondándonos muy muy cerquita. La policía no pudo capturarla y ahora no sé si todavía a estas alturas la versión cabruna del Conde de Montecristo habrá vuelto al redil atraída por la hembra cebo que prepararon o ha quedado por el monte libre cual pajarillo...


Bueno, al menos he traído unas cajas de Miguelitos de la Roda que han llegado sanos y salvos a pesar de los tremendos baches por Honrubia y el calorazo de la flogoneta...

Este finde me lo he pasado vuelta y vuelta al solecito de la piscina de mi casa y poniendo lavadora tras lavadora. Ah, y bueno, visitando a la familia y la gata Kirita.