EN ESTE MUNDO EL QUE NO SE CONSUELA ...


Acabo de regresar de Luxemburgo. Repostaré energías y ropa limpia en Madrid hasta la semana que viene, que tengo que irme a París varios días a defender el pabellón nacional (bueno, algo menos, simplemente el de mi curro).

En este viaje me he dado cuenta de varias cosas que me parecen curiosas:

1.- Hay muchos inmigrantes portugueses en Luxemburgo. ¿Por qué? Eso me pregunto yo, porque aquí en España hay ecuatorianos y demás sudamericanos e imagino que es por el idioma (o eso se creen al menos). Y digo que eso se creen porque todavía me estoy acordando hace unos años cuando impartía clases estúpidas de matemáticas para zoquetes en un instituto privado y tardé varios minutos en comprender yo (y no sé si años en comprender la muchachita aquella) que un triángulo parado no es uno que se está quietecito en su sitio sin meterse con el resto de triángulos sino uno que está en posición vertical, tal que su base es menor que su altura.... Para mondarse.

Bueno, como decía, en España se entiende que vengan sudamericanos por el tema del idioma y marroquíes y nigerianos por la proximidad geográfica pero en Luxemburgo portugueses no me alcanza a comprender. Como soy de ciencias, se lo preguntaré a mi hermano, que seguro que me saldrá con una de esas tal que: “Pero hombre, si eso es porque el hermano del Gran Duque de Luxemburgo Wilfredo el pedorro en el siglo XVIII estaba casado con Feíta du cohones de Portugal y montaron una factoría para quitarle las espinas al abadejo (bacalao a la portuguesa, vamos)”.

2.- ¿Por qué son tan caros los taxis siendo la ropa de vestir casi más barata que aquí? A ver que me lo expliquen por qué un trayecto de doce kilómetros en taxi cuesta más que una cena en el Ritz y sin embargo una gabardina de Blueberry cuesta menos que una guayabera del H&M. Aquí hay gato encerrado. Debe ser que como cierran las tiendas a las 5 de la tarde (sí, señores, increíble pero cierto), no hay hombre de negocios que pueda comprarse un jersey de Ralph Lauren por veinte euros, pero sí puede que se deje 60 euracos en una carrera al aeropuerto. El resto de conciudadanos luxemburgueses se van luego y se compran tres polos con lo que han extorsionado a los turistas. Porque no hay bares, no hay bares de esos de tapeo de toda la vida con el jamoncito y el palillo en la boca. No, sólo hay restaurantes, todos muy caros, carísimos o prohibidos directamente.

3.- ¿Dónde se meten todos en este páis a partir de las 6 de la tarde? Es como si se dedicaran a jugar al escondite. Todo desierto, las calles más céntricas tenían menos gente paseando que Candelario a la misma hora. Y Candelario está en la sierra de Béjar y no tiene un hotel llamado Sheraton ni una chulada de palacio donde departen asuntos estúpidos los de la Unión Europea...

4.- ¿Por qué será que este es el único lugar donde te vas sin pagar de un hotel y no te dicen nada? A ver, que no es que no haya querido pagar, ni que me haya ido de tapadillo por un agujerito, la factura la enviarán a mi empresa y supongo que cobrarán, pero lo curioso del caso es que el recepcionista de por la mañana, abuelito entrañable, se ha cargado el datáfono intentando pasar una tarjeta manual, algo que hacen en otros hoteles normalmente cuando les explico la casuística de mi empresa. Pero hete aquí que el venerable anciano ha descacharrado el aparatejo así que al final ni manual ni con otra tarjeta, que me he ido sin abonar el asunto... Ya me enviarán la factura a mi empresa, pero ya he salido de mal humor, aunque perpleja...

5.- ¿Por qué si están al lado de Alemania sin embargo son tan poco puntuales? Igual porque les han contagiado los portugueses, igual, vaya usted a saber. Hoy ha llegado tarde el taxi a recogerme al hotel, pero no he perdido el vuelo porque éste a su vez, también se ha demorado en salir...No sé si agradecerle su retraso a Luxair o darle una patada al taxista...

6.- Lo más penoso: Que jamás seré una business woman con glamour. No, nada de nada. Ni una buena carrera, ni unos conocimientos profesionales profundos, ni tener un diploma de la Escuela Oficial de Idiomas que certifica que mi inglés es mejor que el de Shakespeare, ni que me lea todas las revistas sobre nuevas tecnologías que caen en mis manos...No, definitivamente no podré llegar a la suela de los zapatos a la pija pseudoejecutiva que el otro día estaba sentada a mi lado en la sala de embarque. Rubia con mil mechas – Típico de las mega pijas, que nunca se tiñen sino que se añaden más y más mechas hasta llegar a tener el pelo de un color verdirubio – Móvil super guay y fashion de diseño, traje color pastel (su mucama se lo lava sin problemas, no tiene mucho que batallar), uñas de porcelana que jamás han conocido el estropajo y sobre todo la expresión “Good Vibes” (yo al menos sé que se refería a Good Vibrations, frasecita de moda entre las nenas de “Sexo en nueva York” para referirse a un tío con el que hay química). Ya era el apoteosis de pija aquella sujeta, largando por el móvil como si en vez de euros le cobrasen gominolas por las llamaditas, que en quince minutos se despachó sin despeinarse los deberes de la hija, una bronca con su broker (ya se sabe, los pijos tiene broker, los pobres con aspiraciones como yo tenemos “asesor financiero” y tira cohetes ya, y los pobres de solemnidad tienen cartilla de ahorro y tres horas de cola en el Cajamadrid. Si es que hay clases. Ahí estaba yo, aspirante a pija, con mi pelo recién atusado pero sin mechas, mi traje ramplón y discretito color oscuro del H&M o véte a saber de dónde lo saqué porque lo tengo de hace ya más de seis años y no recuerdo dónde lo compré, sólo que lo meto en la lavadora y ni se arruga, milagro y bolso-capacho negro tipo abuela cebolleta para meter al gato y todo si hace falta dentro, mientras que la sujeta en cuestión portaba un discreto bolso en color crema de Salvador Bachiller (y no era imitación de la tienda de los chinos como el de mi hermana). Su perfume era de los que cuestan más de 50 euros el frasquito, el mío, ¿es perfume? Digamos que es una imitación de las que cuestan 3 euros en los chinos de la esquina, pero dan buen rollo y huelen casi a pija.. El tema es el “casi”. Sí, amigos: Yo soy “casi” pija, “casi” mujer de negocios, “casi” no pobre, “casi” mujer de mundo, “casi” lista, “casi” con un novio perfecto (bueno para mí cualquier hombre que me aguante más de un mes ya es perfecto), “casi” independiente, “casi” viajera, “casi” bilingüe en inglés, “casi” hablando alemán y francés, “casi” una cocinera profesional, “casi” una bailarina de 10, “casi” aprendí a tocar bien el piano, “casi” aprendí solfeo, “casi” tengo un cuerpo perfecto. Pero sólo el casi. No me quiero deprimir pero no puedo ser una mujer de negocios pija y perfecta, me faltan elementos indispensables a saber : a) Una carrera carísima en una universidad privada donde me enseñen a pronunciar con acento de Oxford “Business Administration” y sobre todo el “Good Vibes” y “Stock Options”. b) Unas manos blancas inmaculadas. Tengo unas manos que más bien podrían ser las de una limpiadora profesional, y es que en mi pasado oscuro de mujer de clase menos “charming” he sido limpiadora, canguro, cocinera, pinche de cocina, camarera, animadora, bailarina, vendedora del Tupper y de Avon. Y ahora lavo a mano y sin guantes, por costumbre y por rapidez. No se pueden fregar quince platos en dos minutos con unos guantes gordos. El que lo haga y no se le rompa ninguno que me lo diga.
c) Un móvil Ericsson PC300 de banda ancha y HSPDA. Lo malo es que la susodicha no debe tener ni puta idea de qué es la banda ancha ni el HSPDA. Como todos los pijos “Next Generation” saben de darles a los botoncitos, enchufar cosas en agujeros y usarlos, pero no tienen ni idea de qué protocolo usan ni falta que les hacen. Para eso tienen curritos que se pelean para darles esta información. Lamentable.

d) Un reloj Avalanche Ladie Cronograph en discreto oro blanco.... Yo tengo uno rojo de plástico del Rom Pampero pero da mucho el pego, parece hasta buenecillo. Y luego tengo otro que me regaló mi novio de color rosita claro que lo compró en el Corte Inglés que hasta puede que sea algo buenecillo y todo y por eso no lo saco a pasear todos los días no sea que me lo rompan en el tumulto de la RENFE... Y es que una pija super fashion business no debe coger transporte público jamás, jamás....

e) Unos zapatos Manolo Brahnik. Sí, yo es que tengo cariño por los cocodrilos y por eso en vez de este modelo de los de 150 euros el par me compro los zapatos en Benidorm de auténtica piel de bolsa del Día y por eso se me ponen negros los dedos de los piel cuando me transpiran y destiñen... Bueno, pero dan el pego de los monos que son....Y me sale el par por menos de 20 euros...

f) Un cuerpo delgado y bien modelado...Luciendo los pequeños pero reveladores agujeritos de las diez liposucciones que se ha hecho la condenada. Eso por no hablar las tenues pero reveladoras cicatrices de que se ha quitado las varicitas de los tobillos que a mí sí me siguen delatando como “De baja cuna”. Y yo para librarme de los michelines tengo que hacer mil horas de gimnasio. No, no es justo.

Bueno, visto lo visto, también podría haber acabado como las chicas de mi barrio oriundo, que tal como decía Fray Luis de León es sus cantigas del sabio:

Dicen de un sabio que un díatan pobre y mísero estabaque sólo se sustentabacon las hierbas que cogía.¿Habrá otro -para sí decía-más pobre y triste que yo?Y cuando el rostro volvióhalló la respuesta viendoque otro sabio iba cogiendolas hierbas que el arrojó....

Pues eso, que estaba yo hace unos meses comprando unos artículos de peluquería en una tienda del barrio de mis padres (El Brónxtoles y a muxa honra, pasa algo kolegui q te meto???), y en esto que andaba mirando un pintalabios. Al final cogí uno del Yves Rocher de esos de 6 euros por motivos higiénicos ya que vi por ahí rondand a mi ex vecina del sexto, creo que se llamaba “La Yol” pero todo el barrio la conocía como la Tiñosa que estaba rebuscando en una montaña de pintalabios de todo a 50cts en la tienda de al lado. Pero la tía no se cortaba y se dedicaba a probar en sus labios arrugadillos por el caballo (no el de los hipódromos, eh?), cada uno de los cuarenta items que había en la pila de pintalabios. Al final se llevó sin pagar uno de color rojo chorizo Revilla. .Puaaaj que asquito me dio la muy guarra!!! Menos mal que compro yo los pintalabios en sitios donde todavía me los dan con el precinto puesto aunque me cuesten 6 euros. Y yo que me quejo por no tener 60 euros para gastarme en un pintalabios de Anne Möller ¡!! (Uy perdón, no se dice pintalabios, se dice “Lápiz labial” o “Lipstick” o mejor aún más trendy: “Rouge à Lèveres”)

Bon soir, buona sera, Kalispéra, buona tarda, gutten Abend, good evening.....

(Esto es que estoy empezando a estudiar los idiomas hilados en vez de secuencialmente...)

No me hagáis caso, es que volar en avión me remueve el líquido cefalorraquídeo en exceso.






Comentarios

lonuestro27@hotmail.com ha dicho que…
Hola. Estoy creando www.disemdi.com, un periódico digital y me gustaría que colaboraras conmigo.
Concédeme una entrevista a través de Messenger o gmail, mi correo es lonuestro27@hotmail.com. Un saludo.Jose Guillermo.

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