LA MALA SUERTE

Yo nunca he creído en el mal agüero, ni en los fantasmas, pese a haber visto uno (pensé entonces que debería dormir más horas y trabajar menos en un inmundo CPD). Tampoco he creído en las meigas, ni en la mala suerte, ni en el gaferío.

Yo, como los autores del celebrado libro de los tréboles verdes de “La buena suerte”, como persona racional que soy, pensaba que, si uno es racional y hace las cosas como es debido, todo debería irle bien.

Pero no. No. Yo creía pensar que era mi síndrome premenstrual o mi falta de tiempo libre y exceso de cansancio, pero, tras constatarlo con otras personas similares a mí (solteras, con carrera profesional ganada a pulso, con inteligencia y sentido práctico), resulta que tenemos detrás un “genio maligno” que nos persigue.

¿Ejemplos?

Me pongo a estudiar el tocho de libraco infumable de mil páginas y entonces a mi hermana le da por liarme con el tema de los restos de la gata. A mi coche le da por estropearse y al taller por querer cobrarme una pasta por la reparación... Todo son líos y maneras de consumir tiempo. Luego a la mayoría de mis amigos les da por celebrar fiestas de cumpleaños y otros a parir niños semanas antes de lo debido... Todo para hacerme quedar mal por no poder ir a verlos...Joder. Y este verano lo he pasado más aburrida que una ostra...

Bien. Termino contra viento y marea, leyendo en el metro, en el avión, donde sea, el infumable tocho. Y me pongo a hacer los test con el ordenador. Entonces el muy puto se me estropea y además con alevosía. Porque cuando me dedico a chatear o a escribir este blog el muy cabrón no se estropea. No. Se estropea cuando me dispongo a hacer los test del programa que me han enviado para simular el examen del sábado. Además, como la pantalla parpadea que da gusto, no me deja ni a atinar a guardar nada y tengo que apagar de botón o por tanteo, con lo cual cuando retomo la tarea, me vuelve a mostrar el test de antes desde el principio. Desde luego habrá 30 preguntas de las 1000 posibles que me sabré de memoria!!!

¿Por qué parpadea la pantalla? Vete a saber. Igual es por la red inalámbrica extraña que detecto. Pero, incluso apagando el botón de la wifi me sigue dando problemas. ¿Llamo a Friker Jiménez o tiro el ordenador por la ventana? Ah, que igual el problema es que compré un ordenador en el SIMO de hace tres años y me vendieron una caca. Puede ser. Pero, ¿Y por qué el muy jodido se estropea a cinco días de mi examen del CISA? No es justo ni lógico.

La calefacción, todavía hay más. El domingo me estaba helando de frío y estaba la caldera puesta, pero los radiadores helados. Me tiré un buen rato indagando hasta que al final me di cuenta de que lo que no funcionaba era el termostato. ¿Y por qué? Si yo juro que no lo he tocado y por la mañana funcionaba bien!!!! Y la casa no se ha calentado, palabra que doy fé de ello que tengo los pies como frigodedos...

Yo, como Segismundo, el protagonista del famoso drama de de Calderón de la Barca, me siento hervir la sangre y ya no sé ni qué pensar: ¿Tengo un demonio metido en mi casa, en mi vida? ¿Es Dios un bromista que juega con migo? Porque, si es así, mira que me paso al otro bando, que me cuesta mucho menos que ser una pazguata trabajadora, honrada, astemia, no fumadora y que paga sus impuestos...

Os juro que el domingo me entró un ataque. Mi pobre novio lo flipaba. Yo creo que se fue por la tarde a casa de sus padres con un pretexto flojo pero que en realidad temía que la ira del Todopoderoso lo transformase en estatua de sal o que yo, en un arranque a lo Manson, hiciera mi versión de “Helter Skelter” casera y lo dejara como un colador tras comprobar que él es el gafe y causante de todos mis males... Porque por la noche el ordenador volvió a funcionar sin problemas y la calefacción igual....

No, no quiero pensar que mi pobre y adorado novio es gafe. Total, el sábado vino conmigo a dejar el coche al otro mecánico que me recomendaron y no se nos cayó a pedazos por el camino ni nos fulminó un rayo en bola...Además, encontré el libro de alemán que andaba buscando en la librería que miramos e hicimos la compra sin contratiempos...Entonces, ¿qué es lo que pasa? Porque a otras amigas mías les pasa lo mismo. Ayer sin ir más lejos me contaba una de ellas en el gimnasio que el sábado su ordenador se le había revelado y no le dejaba hacer los test por Internet que tenía que terminar. Además, se le había reventado una bombilla justo de la habitación donde tenía el ordenador y su madre había cogido la gripe y había tenido que llevarla al médico por lo que la pobre estaba agotada y tenía que irse a la oficina de noche bien cerrada para poder estudiar lo que le faltaba... ¿Es o no es esto señal de que hay alguien, no sé, llamémosle X que gobierna el mundo y que es machista? Porque a mis amigos les va todo la mar de bien... Pero ah, de las amigas feministas con ambiciones sanas... A esas todo se les pone en contra: Cuando no es un niño malo, se les estropea el coche, la lavadora, les envían a la otra punta del mundo, les deja el marido por una dominicana descerebrada talla 130 o les contagia la varicela el sobrinito el día que tienen que exponer la tesis doctoral...

¿Existe un complot de Dios contra las feministas?

Bueno, otro día lo debatimos a fondo, ahora voy a descansar un poco que tengo faringitis y me está dando fiebre. Otro obstáculo más para el sábado. Sólo falta que me abduzcan los marcianos en un platillo de camino al examen...