LA GUERRA DE LOS ROSE

Empiezo comentando que he retirado el post de ayer porque lo escribí en estado de rabia intensa y tampoco merece Z que le ponga verde de esa manera. Y dicho de paso me siento avergonzada por haberme intentado "vengar" de él rebuscando de manera poco o nada ortodoxa información sobre sus andanzas,idas y venidas aunque el motivo fuera que un supuesto amigo me puso sobre la pista de un hallazgo donde Z colgaba una foto suya en una web para conocer amigas o lo que surja.

Al final pude constatar no sólo hablando con él sino hurgando de manera que me avergüenzo en sus cosas y comprobar que efectivamente el registro es de antes de conocerme a mí y que no había entablado ninguna ciber-relación, aunque eso sí, echó una ojeada hace unas semanas quizás presumiendo que iba a quedarse compuesto y sin novia en poco tiempo. El también me ha echado en cara que yo me he apuntado a cenas y excursiones para conocer gente cuando estabámos de ruptura oficiosa... En fin, en cualquier caso ayer estuvimos hablando y hoy quedaremos para hablar, porque le tengo que explicar la "traición a la confianza debida" que he perpretado.

En cualquier caso, me siento mal.También pude comprobar que él sí estaba buscando ayuda para decidir el tema estrella de la temporada y que se estaba tomando en serio ese tema. Pero claro, ahora después de la situación que vivimos el viernes pues la cosa está muy mal.El estaba agobiado por el ultimátum y respondió sin meditar los suficiente - Como me confesó ayer. Y yo entré en cólera y le dije que no quería volver a verle y que iba a tirar sus cosas a la basura, etc, etc. En fin, que hay que ver cómo del amor al odio sólo hay un paso que a veces se da cuando se soportan tensiones, angustias, miedos y bloqueos. No estoy justificando mi actitud ni tampoco la suya de paso, aunque me imagino que nuestra relación está muy tocada y que va a ser casi necesario un milagro para que las cosas vuelvan a ser como hace cuatro años. Pero es que los problemas no resueltos y las ilusiones frustradas, los miedos no expresados, y el rencor subterráneo hacen mucho daño.Y sobre todo, el desconfiar de tu pareja.Vale, ya sé que hay veces que te pueden engañar, poner los cuernos, estafar o mandar a paseo. Y que desconfiar un poco es hasta sano. Pero, como dije el otro día, ser una paranoica y desconfiada crónica hace que los demás se acaben hartando. Al fin y al cabo, ser desconfiada también implica que soy fácilmente vulnerable y que me importa mucho los desaires de los demás. Esta es la razón por la que he pasado por experiencias terribles en mi vida laboral y académica y las he resuelto muy bien pero como pareja soy un desastre. Puedo pasar de ser la mujer más cariñosa a la harpía más tremenda y furibunda, con sólo que me hagan algo de daño. Y no digamos si me hacen mucho daño, aunque sea no debidamente consciente, como pasó el otro día. Z dijo algo sin meditarlo, y me hirió tanto que le mandá a la mierda aún en medio de una consulta de mediación de pareja. Parecíamos los Rose, esos que acaban matándose por escalada de agresividad en medio de un divorcio traumático. Y es una pena, una auténtica pena.

También pienso que yo he provocado esa misma rabia en otras personas, como mis ex, X e Y. También ellos se han sentido heridos y nos hemos hecho daño. Igual cuanto más te importa alguien, más despiadada eres cuando te hieren, motivo por el cual mis hermanas y yo a veces nos decimos cosas que son horribles y al día siguiente nos vamos de compras juntas. Quizás la confianza da asco, como dicen, o sabes que puedes responder así cuando te hieren y la otra persona te lo va a perdonar igual. Pero, ¿y si no te lo perdona alguna vez? ¿Podría soportar vivir toda la vida odiando a alguien o siendo odiada por alguien? Espero que mi relación con Z no acabe así, si ha de acabar por los motivos que sean, sea por el tema del compromiso o porque alguno de los dos conozca a una tercera persona, o porque a alguno de los dos le ofrezcan colonizar Marte y el otro no quiera, qué se yo. Incluso después de llegar ayer a casa y dar de comer al gatito Mi me sentí fatal, creo que se me están quitando hasta las ganas de tener hijos si eso supone acabar chalada perdia o hacer tanto daño a la gente que más quiero, entre los que sigo teniendo a Z. Y es que las hormonas son muy malas consejeras, igual debería pensar un poco en ordenar mi vida y asegurarme de que Z me ve como la madre que quisiera para su futuro hijo, pero claro, yo tengo miedo y no puedo dejar de volcarme en mi trabajo para ganar dinero para ahorrarlo para el niño, etc. Parece un círculo vicioso y por algún punto debería romperse el círculo.

Creo que quedaré con Z e intentaré hablarle como una adulta y no como una niña de cuatro añitos. Si quiere, quiere y si no quiere, pues tendré a mi hijo en la clínica, pero lo que no podemos hacer es matarnos por esto ni por cualquier otro tema. El debe dejar de angustiarse por todo esto y yo debo ver las cosas con más calma. El miedo es malo consejero y la angustia, ni os digo.

En fin, me pondré ahora que he llegado pronto a casita hoy a estudiar un rato, que los exámenes no los cambian de fecha y con esta vida tan agitada sólo llevo 4 lecciones de diez y me quedan menos de dos semanas para el examen.

Ya os contaré.

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