Malos ejemplos

No, no estoy “Missing in Action” ni me ha tocado la primitiva y me he fugado con Curro al Caribe. He estado simplemente enclaustrada sobre todo por culpa del examen de alemán (estoy repitiendo y tengo que aprobar ya este año como sea de verdad).
Esto de estudiar varios idiomas tiene sus ventajas y sus inconvenientes. La ventaja es que puedes saber en diversos idiomas cuando vas por la calle y se están acordando de tu madre y no cariñosamente.
Recuerdo una vez hace más de quince años que iba con un grupo de amigas entre las que había una que había nacido en Alemania y un grupo de chicos en una furgoneta nos sueltan algo casualmente en alemán. Al parecer era un comentario sexual muy grosero aludiendo a lo que nos harían de poder, claro. Mi amiga la alemana se revolvió y les soltó unos comentarios de muy mala leche. Entonces fue cuando nos dimos cuenta el resto de amigas, que los chicos estos habían dicho algo guarro u insultante.
La chica luego nos lo explicó. Ahí fue la primera vez que pensé que tenía que estudiar alemán.
De todos modos siempre me había atraído ese idioma, mi abuelo que había viajado mucho a Alemania siempre me soltaba frases y frases en alemán. Nada que ver con las cuitas existenciales de Hans Castorp , el protagonista de la Montaña Mágica. Pero bueno, las frases sencillas y la idea firme de mi abuelo de que debía aprender alemán porque pronto Alemania sería nuevamente la primera potencia de Europa (esto tiene su mérito porque mi abuelo murió antes incluso de la caída del Muro de Berlín), me movieron con ya treinta tacos a matricularme de primero en la escuela de idiomas.
Aprender un nuevo idioma tan mayor, y más un idioma con una gramática tan maldita creo que tiene su mérito.
No es por quitarle importancia al hecho de que fracasara estrepitosamente el año pasado en el tercer curso de alemán (ahora se llama Intermedio I), pero también hay que tener en cuenta que me dediqué al francés que sí lo aprobé y llevar dos idiomas tan dispares al mismo tiempo no es fácil.
Para empezar, he tenido que renunciar a examinarme de francés en junio. Primero porque este año es final de ciclo y no te guardan nota de las partes aprobadas en junio para septiembre. En segundo lugar, porque es curso nuevo y puedo vivir con la idea de repetirlo, pero con la idea de pasar otro año más en la misma clase, con la misma profesora (ojo, Anne me cae bien, vaya por delante), y sobre todo, como el día de la Marmota con los mismos temas y libros, me produce un asqueo terrible.
Así que pedí un día de mis vacaciones y convencí a mi jefe para que me cubriese ese día y obviamente he estado estudiando como una gallina clueca estos días en los huecos más imposibles de concebir. No creo que haya aprobado todo ahora en junio, pero si me quito de encima materia para septiembre, ya me doy por satisfecha, teniendo en cuenta la vida que llevo.

Por si me preguntáis, este miércoles tengo que volver a la Clínica de Fertilidad de Alta Tecnología (casi estoy por ponerle unas siglas para referirme a ella por abreviar, pongámosle CFAT, por ejemplo). Además, por dar por saco, este mes he ovulado tan temprano (día 8 de ciclo aproximadamente) que nos ha jorobado a S y a mí la última oportunidad de concebir de forma natural ya que precisamente teniendo en cuenta que en el último año y medio he ovulado siempre entorno al día 15 con una desviación de más o menos 2 días, planificamos una prueba suya justo el día 9 de mi ciclo y así teniendo en cuenta que tenía que mantener abstinencia cuatro o cinco días antes, inocentes de nosotros tuvimos el único contacto preovulatorio al menos 4 días antes del día que ovulé y el primero posterior casi dos días despúes. Si este mes conseguimos un embarazo, volveré a creer en Dios, ya que estamos hablando de un 0.001% de probabilidad.
Pero lo peor ya no es eso, la pérdida de la posibilidad de este mes de junio, sino que hemos tenido que adelantar la consulta de revisión una semana, pedir yo permiso en el trabajo para salir antes por no haber horas disponibles a última hora de la tarde, y de hecho yo creo que nos dieron hora a las 15,30 el próximo miércoles porque jugaba España a las 16:00 y el fútbol para muchos hombres está por encima de los futuros hijos.

Yo encima estoy ahora estirando la mierda de ciclo que llevo con óvulos de progesterona, a ver si por lo menos llego a consulta y podemos hacer algún tratamiento ligero (de precalentamiento, vaya ) ahora en junio-julio y dejar el plato fuerte (la invitro) para finales de julio y primeros de agosto, que es cuando he acordado las vacaciones (todavía no están aprobadas pero estoy en el cuadrante al menos con las fechas reservadas).
Me temo yo, no obstante, que igual llegamos el miércoles y nos piden más pruebas, ahí ya se me descabala todo.
Aunque la CFAT esta tenga flexibilidad de horarios y todo lo que diga, no es lo mismo tener que cogerme dos días de baja por entrrs al quirófano a hacerme la extracción de óvulos estando yo de vacaciones que teniendo que dar la lata en el trabajo, que ya sé que son comprensivos, pero la pela es la pela, además me joroba tener que andar dando explicaciones y pidiendo favores y haciendo encaje de bolillos para seguir dando el callo y no perder comba y al mismo tiempo seguir un tratamiento que ya para una simple ama de casa sería una tortura.
Por ahí unos me dicen que me relaje y todo se dará, otros, que no tire el dinero en esto y me compre un perro y una casa en la playa, e incluso los hay que me aconsejan que me compre un hurón que son muy cariñosos (mi hermana pequeña). Obviamente la gente intenta animarte, claro, pero no son muy eficaces a veces.
He entrado esta noche en el foro de la clínica y me he asombrado de la cantidad de gente que tiene problemas para concebir un hijo. Vas por la calle y ves embarazadas por todos lados. Pones la tele y te enteras que tal o cual famosa ha sido madre a la misma edad que cualquiera sería abuela ya, y claro, piensas que esto está chupado, y que tener un hijo con 47 años es normal.

Lo malo es que estas famosas embarazadas añosísimas están haciendo mucho daño a las chicas de mi generación.
Llegas a una amiga y le explicas que has decidido tirar por la calle de en medio e irte a gastarte la pasta que sea para hacerte una invitro y te sueltan que eres joven todavía y que le des un año más, que mira tal o cual actriz (ejemplo, la mujer de John Travolta) que está embarazada y tiene 48 años o más.
Tú te quedas mirándola y le sueltas: No, si no dudo que tengan hijos, pero lo primero que seguro que no son biológicamente suyos sino que han recurrido a la donación de óvulos, única esperanza para las mujeres por encima de los cuarenta y pico años.
Las amigas de turno, que o bien han parido hijos como conejas con treinta y pocos o bien no han leído ni un miserable folleto sobre estadísticas de fertilidad te sueltan: “No, son suyos, no han dicho en la entrevista nada sobre clínicas, eso te lo estás inventando…”.
Por suerte, hay famosas honestas y valientes que lo han pasado mal para concebir, y que, aunque a golpe de talonario lo han conseguido, no por eso dejan de querer congraciarse con todas aquellas menos agraciadas que tienen que ahorrar varios años siquiera para tener una miserable oportunidad.
Sarah Jessica Parker, por ejemplo, recurrió a una madre de alquiler para tener a sus gemelas, porque con 44 años y aunque tenía ya un hijo anterior, no estaba en condiciones de concebir más hijos, normal teniendo esa edad “añosa” para concebir.
Irma Soriano, aunque madre ya y con hijos mayores, se embarcó con su nueva pareja en el tema del invitro y tuvo el valor de contarlo, más que nada porque no tiene nada de malo ni de vergonzoso recurrir a la alta tecnología cuando la Madre Naturaleza ya no está por la labor.
Pero luego están esas famosas que no dicen ni mu, entre otras cosas porque, aunque nadie se cree que no tengan ya casi los cincuenta a pesar de la sobredosis de bótox y cirugía, les joroba reconocer que “están viejunas” y cuando quieren tener hijos, se retiran discretamente aludiendo cualquier excusa. Desaparecen de la faz de la tierra durante muchos meses, incluso años enteros y luego reaparecen con un perfecto bombo. Algunas incluso tienen la desfachatez de decir que “uy, lo conseguimos enseguida o fue sin planearlo”. Vergüenza tendría que darles cuando todavía se nota bajo el “Covermark” los infinitos pinchazos del tratamiento.

Comentarios

Entradas populares de este blog

LOS AMIGOS DE MIS AMIGAS SON MIS AMIGOS...

Aniversario del Divorcio

BENIDORM TOUJOURS MON AMOUR