FIN DE SEMANA EUROVISIVO


FESTIVAL DE FRIKIVISION

Ay, todavía estoy molida por las agujetas del otro día, ayer estaba que no me sentía las piernas, tenía los muslos como un bloque de cemento y recoger algo del suelo era una tortura china...

Después de clase quedé con mi chico a comer, fuimos de compras y a ver la exposición de Tintoretto. Os la recomendaría pero como justo ha acabado hoy, ya para qué.

Después, nos fuimos pronto a casita y nos pusimos a ver el festival de Eurovisión. Al parecer con la incorporación de una purrela de países del Este tienen que hacer una fase previa de preselección – Que fue el jueves – En la que de los 36 países iniciales y salvo los ocho históricos entre los que se encuentra España – Creo que son ocho los que entran por el morro – Pues el resto tiene que competir para llegar a la final.

El caso es que en unos 100 minutos tienen que cantar los 24 países finalistas. Vamos que a 4 minutos por canción y que no se pasen nada, qué estrés.

Lo primero notar que la mayoría de los cantantes y grupos participantes ostentaban un gusto más que pésimo al vestir y conjuntar. España, como no, no podría ser menos, y creyendo ser modernos y fashion presentó al grupo D’Nash. Yo la verdad a estos cuatro pelanas no los conocía ni siquiera del friki concurso de O.T. No sé de dónde los habrían sacado pero mucho me temo que son producto de las cagadas y tráfico de influencias de los mindundis de Televisión Española. El look de este grupo era descaradamente metrosexual por no decir rotundamente gay. Cuatro tíos de blanco galáctico. Osti tú, no sabía si es que venían de Andrómeda y que lavaban sus ropas con el Ariel Super Plus. El caso es que de tan puro blanco hacían daño a la vista. Además, los cuatro con pelitos look Chueca de lo más fashion. Vamos, que me los encuentro en un bar posmoderno de Hortaleza tipo La Sastrería y allí me hubieran cuadrado perfectamente. El problema es que a pesar de que se movían estilo Enrique Iglesias, con una sincronización digna de mis clases de aeróbic, la verdad es que no cantaban nada, qué digo: Menos que nada. Me recordaban al grupo de amigos cuando vamos al karaoke y tras cinco o seís cubatas nos ponemos a cantar a coro “Mi agüita Amarilla” u otra lindeza de “Los Toreros Muertos”. Vamos, que no sólo es que tuvieran voz de grillo sino que la palabra armonía les debía sonar a un nuevo restaurante macrobiótico. Al terminar la actuación, tanto mi chico como yo estuvimos de acuerdo en que, aunque confiábamos que quedaran mejor que el año pasado con las Ketchup y su horroroso Bloody Mary, lo que era seguro (y sólo habíamos escuchado otra canción antes) es que no iban a ganar este año ni de lejos.

Lo que desde luego pudimos comprobar son dos cosas: La Vieja Europa ya no sabe cantar. Francia, Alemania, Reino Unido e Irlanda quedaron de pena. Eso sí, no trajeron a travestis ni corsarios, piratas a dragones para cantar, sólo cantantes penosos y canciones mal compuestas y peor interpretadas. Y de los países del Este, decir que todos se han unido al carro de los travestis, porque quedó segundo un grupo ucraniano que era clavado a La Orquesta Mondragón. Vamos, que España hubiera ganado el concurso si hubiera presentado a la Drag Queen ganadora de los Festivales de Tenerife. Más barato y menos rollo que en pescar a cuatro niñatos metrosexuales por los locales de ambiente de toda España.

La canción ganadora para mí era bastante buena técnicamente, ahora sí, la cantante era espantosa. Espantosa porque era fea de cojones, algo así como Bea la fea pero sin ortodoncia. Me recordaba la tía vagamente a una compañera de piso que tuve hace años que se gastaba un pastón en depilarse la barba y el pecho. Yo que ella hubiera pedido una operación de cambio de sexo que ahora va a ser gratis y no me hubiera dejado un pastón en clínicas estéticas.

La tía esta ganadora, gorda, oronda, con una cara ya digo espantosa, gafas a lo Nana Mouskouri, culo tipo Teté Delgado, enfundada en un traje negro masculino y deportivas blancas. Ya podía cantar bien la tía porque desde luego por su físico seguro que no la votó nadie. Luego comentaron que era Lesbiana, como su coro, y que lideraba el movimiento gay de su país, Serbia. Bueno, pero el caso es que había estudiado música y sabía entonar bastante bien.

A destacar los turcos, con un enano con casaca roja tipo “El Rapto del Serrallo” de Mozart rodeado de bailarinas de la danza del vientre, altísimas y rubias. No sé la canción pero me imagino que ellas representaban las huríes del Corán, digo, porque no me extraña que las pinten rubias y esbeltas, cuando en sus países la mayoría son morenuchas y tapones regordetes.

En fin, que vi desfilar todo un tipo de gente rara, desde Bulgaria, para mí la mejor, pero claro, las voces búlgaras es lo que tienen, que si te gustan te apasionan, y más la fusión con los timbales, percusión y ritmos afrocaribeños. Ya digo, para mí la mejor fue Bulgaria, pero claro, demasiado moderno incluso para frikivisión. Así que ganó la lesbiana de Serbia, para mí una de mis favoritas por la voz de la chica, aunque a mi gusto le fallaba algo el coro. Luego estaba Eslovenia, que cantaba con voz de ópera, una voz muy bella, pero los efectos especiales y la pinta de la chica parecían un videoclip de Evanescent y lo mismo, frikivisión tiene sus límites establecidos.

Rusia presentó una versión reinventada de las Tatoo, con tres lolitas de negro que, para mi sorpresa, quedó tercera. Debe ser que todos los países del este siguen odiando a Rusia pero la votan por si se enfada y corta el grifo del gas natural.

El bieloruso muy guapito pero, como dijo mi hermano, tenía un pelo que parecía un pelucón. El sueco, espantoso, parecía un travesti de Benny Hill y, en fin, cada país sacó tan mal gusto como pudo ingeniárselas. Irlanda una canción folk todos ataviados de vestidos tradicionales. Para una feria al aire en honor de San Patricio hubieran dado en el clavo pero quedo en Eurovisión quedó la última. Lógico. Frikivisión tolera e incluso aplaude a los travestis, Drag Queens y feas lesbianas, a condición al menos de que canten algo, pero ya otro tipo de Outsiders, o lo hacen realmente bien, como los Heavy Metal del año pasado, el grupo Lordi con la espectacular puesta en escena, o los manda al ostracismo más absoluto. Como digo, ser mediocre lo peor, y eso es lo que le pasó a España, que ni siquera quedó la última como Irlanda sino la cuarta por la cola. Como decía el viejo encarcelado a Bryan en la película de la vida del Idem: “Tú eres un enchufado de los romanos, porque te escupen y te crucifican mañana, yo llevo aquí diez años preso y ni me han dirigido la palabra”. Pues lo mismo. Cuando Remedios Amaya recibió sus 0 puntos con su barca a la deriva, al menos España era un país que daba qué hablar en Europa, aunque fuera sus gitanadas y gusto pésimo. Ahora ya ni eso, nos hemos vuelto ya europeos, pero muy mediocres. Hecho de menos la época de Mocedades y cuando Albano y Romina concursaban por Italia (país que, por cierto, como tiene muy buen gusto musical ha optado desde hace años por no presentarse siquiera a frikivisión). De todos los éxitos de Eurovisión casi me quedo con el grupo Abba del año 74 y la heroíca Waterloo. Se salvaron para mi gusto después Katrina and the Waves con su “Love, Shine a Light ...” y la medieval “Nocturne” de Secret Garden. Después este festival, por llamarlo algo, no ha ido esto sino cuesta abajo y sin frenos...

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