EL PEPINILLO DEL DIABLO

No se trata de una película de Polanski, ni salen satánicos adorando cruces invertidas. Se trata de una planta cabrona que el sábado escupió sus semillas alérgicas sobre el ojo de mi chico. Menos mal que no tuvo consecuencias nefastas para su visión, sólo se quedó todo en un sustillo...

El sábado, como podréis comprobar, estuvimos de excursión campera, con una actividad de la Semana de la Ciencia que estuvo genial. Nos tiramos todo el día pateando el Parque Regional del Sureste que es una mezcla entre Arizona y La Mancha.

Lo primero que me sorprendió es el grupito de ancianillos que se apuntó a la actividad. Bueno, más que ancianillos gente mayor, porque tampoco es que tuvieran ochenta años, pero alguno sí setenta. Los muy desgraciados bajaban la pendiente mejor que yo, jolín que miseria. Claro, que siempre puedo echarle la culpa a mi malograda rodilla izquierda que me hace tener que bajar siempre avanzando con la derecha y asiéndome a lo que sea para no reventar el ligamento lateral que se recuperó pero sólo para paseos por llano, claro. En cuanto hay que derrapar un poco, ya me está doliendo...

Pero bueno, salvo una pequeña barranquita al principio, el resto del camino sólo fue una buena caminata nada más. Lo justito para tener las lorcitas a raya y poder bajar los dos bocadillos de tortilla de patatas y de embutido que me llevé para saciar mi apetito...

No sé por qué será pero la comida al aire libre, en el campo, siempre sabe mejor, pero se disfruta con menos tranquilidad, porque enseguida viene la avispa de turno a darte la brasa.

De todos modos, vistas las noticias de este fin de semana, me alegro de haber salido al campo.

Por un lado, ha habido revuelo por el tema de la cumbre Iberoamericana. Parece ser que no sólo escupen veneno las plantas de Rivas, sino Chaves, que tiene la poca vergüenza de tildar de fascista a un ex presidente español, cuando él manipula a su antojo en su páis para convertirse en presidente vitalicio y tiene planes de nacionalización forzosa al estilo del “Epi” Morales, que con una política económica tan disparatada como los colores de sus famosos jerseys, forman parte del club de mafiosos que lideran “La izquierda latinoamericana”.

Y no me extraña, la cosa se ha puesto fea cuando su majestad le mandó callar, pero qué quieren que les diga. No porque sea monárquica, sino porque a mí me parece que Cháves se merecía ya que alguien le mandase callar ya porque sólo abre la boca para decir mamonadas...Lo siento, es mi opinión, como digo. Conste que no tengo nada contra los venezolanos como pueblo, pero me hierve la sangre esta panda de revolucionarios al estilo “Bananas” de Woody Allen.

Por otra parte, ayer domingo hubo una reyerta en el metro de Legazpi. Dos bandas radicales parece ser, una nazi y otra anti-nazi, pero a lo que se ve, ambas pertrechadas con navajas. Olé, viva la tolerancia ¡ Y sobre todo, viva la vigilancia del Metro de Madrid que dejan entrar a semejante gentuza violenta y armada hasta los dientes. Pobres los viajeros que les tocó en el vagón, y que igual sin comerlo ni beberlo alguno se llevó alguna puñalada!!! No, si es que ya no es que no se pueda ir por la noche por ahí, es que yo no se puede ir de día, ni siquiera un bucólico domingo.

Luego eso sí, al que se cuela o protesta por los retrasos, si es mujer, anciana y bajita, a zurrarle hasta en el carné de identidad. No hay remedio en este país para la cobardía es endémica. Por eso el otro día me alegré de que nuestro Rey haya demostrado que no tiene horchata de chufa corriéndole por las venas. Me sentí más española ese día viendo a nuestro monarca defender a un ex presidente de los ataques de un presidente extranjero malediciente o que el día 12 de octubre con el paseillo protocolario de la bandera.