Caos en Atenas(II)


Decía ayer que os he tenido que dejar con la palabra en la boca porque me he enterado que mi compi ha sido papá ayer mismo.

De hecho, por la mañana cuando fui a buscarlo para tratar de unos temas post-demo final, me encontré su sitio vació. Su compañera de al lado me dijo que había llamado diciendo que su chica se encontraba mal y que se habían ido de urgencias porque estaba muy molesta e hinchada.

Pero en el resto del día no tuve más noticias hasta que ayer ya por la tarde me avisaron con la buena nueva: Que F. Ya había sido papá de una niña sietemesina pero en buen estado de salud. Su chica también estaba bien a pesar de la cesárea. Hoy se pasó por la oficina para arreglar unos temas urgentes y darnos los detalles en persona.

Como decía ayer, menos mal que mis compis se volvieron para España el lunes tempranito porque la cosa por la tarde se puso estilo Mad Max, con destrozos, fuegos, carreras, golpes, gases por todos lados...

No quiero explayarme mucho más en este tema morboso, huelgan los comentarios, sólo deciros que ahora mismo estoy con la garganta destrozada, bien por el ambiente con gas lacrimógeno de fondo, bien por la subida olímpica al monte Licabeto, o bien por los tremendos cambios de temperatura, que el lunes por la tarde estaba el centro de Atenas con mil hogueras, humazos, etc.

Menos mal que mis semanas anteriores en Atenas me permitieron conocer los rodeos, atajos, zonas más seguras y sobre todo, cómo llegar hasta al hotel prácticamente con los ojos cerrados desde la estación de metro más cercana que parase, y digo bien, porque las estaciones del centro estaban todas cortadas, no dejaban ni entrar ni salir y mucho menos hacer trasbordo...

De camino al hotel por callejuelas estrechísimas, las únicas a salvo de peleas, aunque no del todo del humazo, pudimos comprobar como había grupos de gente de mala calaña juntándose clandestinamente en bares de comida árabe o similares. (No quiero decir con esto que la revuelta fuese yihaidista pero era harto sospechoso comprobar cómo entraban en estos sitios de seis en seis y echaban el cierre tras de sí y lo mismo pero a la inversa. Parecía cómo si estuvieran conspirando porque jugando al Trivial lo dudo mucho...

En fin, sea lo que fuera, las calles estaban más inseguras que nunca, hasta tal punto que me pareció que el barrio de Pan Bendito a las cuatro de la mañana era un remanso de paz ...

Llegamos al hotel y estaba prácticamente vacío, y los que quedábamos por ahí nos fuimos a cenar al restaurante del ático, que por lo menos hasta ahí no llegarían los gases y la humareda en el caso de que decidieran atacarlo, como vimos que ya habían hecho con los otros hoteles menos humildes de la zona...

Aún así, y después de haber pasado una noche en vilo, con las maletas preparadas desde antes de la medianoche que llegamos a la habitación, y viendo en televisión las últimas noticias (viendo, porque entendiendo ni jota, pero hay que ver lo enseguida que afina uno el entendimiento cuando ve el peligro cerca...).

La verdad es que me acordé un montón cuando de pequeña, con once añitos, hubo el famoso 23-F que yo no percibí como peligroso pero mis padres sí, y estaban preparando la maleta de emergencia con la documentación, dinero, etc. Yo pensé que eran unos exagerados pero ay que la edad cambia mucho a las personas...

En fin, que la mañana amaneció sin humos ni peleas y el tráfico que estaba cortado toda la noche se reestableció. Pensamos que podríamos reanudar nuestras últimas visitas turísticas pero lo que vimos es que había pocos por decir ningún sitio abierto público (y los que había los estaban cerrando por miedo a asaltos). Las tiendas por el centro estaban cerradas o incendiadas y saqueadas, que el pillaje era tremendo...

Total, que nos fuimos aburridos a un centro comercial de camino al aeropuerto, por un lado porque no había nada que hacer por el centro, salvo unirnos a los manifestantes o correr huyendo de ellos, bien porque si cortaban el metro corríamos el riesgo de no poder llegar a coger nuestro vuelo de la tarde.

El resto ya es banal, porque estoy aquí de vuelta, sólo deciros que como había prevista huelga general al día siguiente y estaban cancelados todos los vuelos, el mío estaba a reventar, no cabía ni un alfiler más, y eso que un martes por la tarde no suele volar ni el Tato...

Para acabar, voy a hacer una enumeración de cosas buenas y malas que he encontrado en Atenas. Iré intercalando una buena y una mala hasta el final.

1.- Los semáforos en Atenas se abren a los peatones sólo cuatro segundos (cronometrados, eh?). Lo malo es que encima no los respetan los coches y ninguna moto. Lo bueno de esto es que sales hecho un Carl Lewis, de ahí no me extraña el espíritu olímpico.

2.- Tienen cosas muy ricas como la Moussaka (una especie de lasaña de berenjena), el cordero al horno con limón, las albóndigas especiaditas, los Giros de pollo, el Ouzo y la Metaxa, y la insuperable cerveza Mithos y cómo no los postres, sobre todo el yogur con miel y qué me decís de las salsas y las ensaladas : tsatsiki, queso feta, ensalada de Creta, ummm... Lo malo es que engordan y mucho, arggggggggggggggggg todavía estoy traumatizada del martes noche cuando llegue a casa y me enfrenté a la bascula...

3.- Tienen un clima estupendo. Lo malo es que cuando llueve diluvia y se lleva hasta los puentes por delante y no sabes si correr o ponerte a nadar directamente...

4.- Tienen 3500 islas. Lo malo es que no te da tiempo a visitar todas en una semana.

5.- La gente es muy habladora y parece amable. Lo malo es que no se manejan bien en inglés y a veces lo de amable...Esconde trampa.

6.- Son menos tecnócratas que nosotros. Lo malo es que también, además de primitivos, son un pelín guarretes y protomiserias.

7.- Te ponen un vaso de agua antes de pedir en cualquier bar. Lo malo es que los sitios finos además te la cobran obligatoriamente porque es de botella. En los guarros te la ponen directamente del grifo y con churretes en el vaso.

8.- Hay miles de tascas sitias para cenar por el centro. Lo malo es que te acosan y te intentan timar.

9.- Los taxis en el centro son abundantes y no muy caros. Lo malo es que los taxistas dan más rodeos que un político explicando la crisis y, además, a la que te descuidas, te recogen a alguien más en ruta y paga el extranjero..Grrrrr

10. El metro es barato y puedes entrar y salir con el mismo billete hasta hora y media. Lo malo es que a la que te descuidas te saquean hasta las botas. La consigna es no hablar y hacerse el sordo, y si puedes, coger un periódico griego y haces como que lo lees para no dar el cante.

Ahora que me acuerdo, no os he hablado en todo este tiempo de mis óvulos, etc. Voy a daros un poco el latazo con el tema. Ayer recogí el resultado de la mamografía y está más o menos bien, aunque tengo fibrosis del parénquima (creo que viene a decir que tengo las mamas duras y que como algún día me salga algo raro ni me entero, de ahí que me preguntase la enfermera si llevaba silicona...)

De lo de mis ovarios, creo que los pobres están escondidos detrás de un pliegue del intestino, no sea que les peguen los antidisturbios griegos...O sea que no sé si he ovulado o ni siquiera si lo han intentado, ya que sólo me acordé de hacerme el test ese unas pocas veces y no vi nada significativo, y con todo el ajetreo no tuve tiempo de comprobar si me daban pinchazos o si el moco cervical era transparente o amarillo huevo, bastante preocupada estaba yo con no morirme de la tos o evitar que me dieran un estacazo...
Luego también como Z se me puso malo en Atenas al final , pues hemos debereado sólo tres días en dos semanas. En fin, pondré una vela a ver si me trae suerte y Marte ha entrado en conjunción con Plutón y Saturno y en Luna llena y se obra el milagro...

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