Año chino de la serpiente acuática

Dentro de poco llegará el nuevo año chino, y como siempre me gusta hacer balance del año y de los anteriores, para obtener una especie de "indicadores de progreso" de lo que yo quiero hacer con mi vida y lo que mi vida resulta al final.

Así a ojo, haciendo balance desde el año 2006 y en general a loa largo de toda mi vida podría decir que se me dan muy bien los exámenes limpios.Apruebo todos sin demasiado esfuerzo.
Llamo exámenes limpios a aquellos en los que tienes una materia con un temario claro y si sacas más de un X% de respuestas correctas o demuestras una serie de habilidades adquiribles por el hábito del estudio, se pueden conseguir.

Desde el año 2006 en particular en que arranca este blog, no he fallado hasta ahora en ningún examen al que me han enviado desde mi empresa, por más raro o enrevesado que fuera el exámen.

Sin embargo, el tema idiomas fue regulín tirando a mal, todo porque el alemán y el francés no entraron en mis objetivos profesionales, y por tanto, dedicarme a ello era igual de productivo de cara a conseguir objetivos, como examinarme de zumba o de ganchillo. Así que por más que me gustara estudiar idiomas, acabé convenciéndome de que no era tan masoquista como ir año tras año a que me catearan por no llegar a ese pequeño porcentaje que me faltaba en algo y que sólo alcanzaría cambiándome de trabajo, básicamente haciéndome funcionaria.

Luego llegó el año en el que las tasas de la escuela de idiomas subieron tanto que me merecía más la pena apuntarme a una academia privada. Pero luego me entró la pereza y el objetivo bebé se me mostró como altamente demandante de horas libres. Y ahora el tema de la boda me consume también muchísimos recursos.

Desde el año 2006 he cambiado de trabajo una vez, de novio 2 veces (Z por S y S por O), me medio estoy cambiando de casa o al menos pasando más tiempo en casa de O, y bueno, he ido cambiando de color de pelo según temporadas, unas iba de rubia platino (sobre todo más en el 2006), luego me dio por dejarme el pelo con mechitas en el 2008 (como ahora más o menos) y he tenido incursiones en el rojo, sobre todo en el 2010 y 2011. Hubo unos meses en los que el castaño oscuro también me seduzco, pero duró poco, fue un amor fatuo.

En cuanto a los kilos, digamos que desde el año 2008 y dejé la píldora, la báscula se disparó a razón de 12 kilos por año, si bien he hecho dieta muy estricta dos veces y conseguí bajar esos 12 kilos ganados, y otras dos veces, como ahora, estoy en una "dieta constante no estricta". Mi peso más bajo en el año 2006 fueron 56 kilos y mi peso más alto ha sido hace un año por el mes de marzo que llegué a los 78 kilos.

He pasado el mayor tiempo desde finales del 2008 hasta hace poco fluctuando entre los 65 y los 72 más o menos. Todo dependiendo del atracón de hormonas que me tocase con el tratamiento invitro de turno, o si pasaba una etapa de barbecho y conseguía bajar cinco kilitos.

Otra constante desde primeros del 2009 es que dejé de viajar tan asiduamente por motivos de trabajo, y estoy en un cliente pesadito de los que a poco que te descuides te chupan el chi, el cha y el che...

Pero tengo suerte de tener trabajo, llevo desde el año 2006 sin pasar por la oficina de desempleo, y esto en los tiempos que corren es un logro importante. También he batido records históricos de permanencia en una empresa, porque dentro de un mes y pico haré los seis años en mi actual curro.

Supongo que las circunstancias económicas unido a que los batacazos laborales a mi edad pueden ser mortales, que hace que me quede donde estoy a falta del príncipe azul laboralmente hablando.

También este año 2013 va a ser un reto importante en mi vida sentimental, porque me casaré y hasta ahora, por mucho tiempo que haya pasado conviviendo con hombres (Z y S principalmente), hasta ahora no había formalizado la relación hasta este punto de compromiso. También es cierto que con O apenas he discutido (bueno, así seriamente hace algo más de un año), y parece que nuestras discusiones a futuro serán más bien por quién se ha olvidado de tirar la basura o de hacer tal cual otro recado. Ojalá no me equivoque.

El tema que se me resiste una y otra vez (aparte claro está del Konjuctive II en alemán), es el tema bebé. Se está convirtiendo de una ilusión corriente de toda persona adulta, en una odisea como la de Moisés llevando a los hebreos a través del interminable desierto hasta la tierra prometida.

Y me duele enormemente porque he estudiado, he empollado y sé más sobre ginecología que cualquier médico de cabecera y casi diría más que algunos ginecólogos con título pero... No es cuestión de estudiar. Mi madre que juraría que no sabe ni dónde está el clítoris ha parido cuatro hijos uno tras otro y yo que he visto mi útero por dentro con luz y color y me sé todos los síntomas del embarazo ectópico o qué es la FSH recombinante, resulta que a lo más que he llegado es a un patético aborto de casi seis semanas.

Este es un ejemplo en el que estudiar no vale para nada. Pero es que no sé hacer otra cosa, que estudiar y analizar, para eso soy consultora y he estudiado matemáticas. Qué mundo tan absurdo sería que sumaras dos y tres y unos días fueran cinco, otros siete y otros dos millones. Pues así es el tema este de la reproducción humana. Cuando crees que tienes ya el ingrediente que te falta para conseguir la suma, resulta que no, que falta otra cosa más y que no tienes elementos para hallarlo...

Dejando a un lado las lamentaciones sobre el tema recurrente de mi vida durante los últimos seis años, me gustaría poder enfocar mi futuro en otros temas, que han quedado muy condicionados por el tema niño.

¿Qué pasa con mis hobbies? ¿Y con mis amigos? ¿Y con el deporte? ¿Y con decorar la casa?

Hasta ahora mis hobbies habían sido: Estudiar, Estudiar, más estudio, alemán, francés, ir al ginecólogo, mirar los foros de ginecología, buscar medicación, ir a por autorizaciones de tratamientos, hacer transferencias, mirar si había sangre en el salvaslip, hacerme pipitest y, de vez en cuando, ir al gimnasio a quemar las lorzas.

Ahora se me ha ocurrido involucrarme en otras actividades tales como retomar mis ideales de servicio a la comunidad (no a la de vecinos) sino en general y hacer algo de forma altruista. Como no creo que sea lo mío limpiar habitaciones de ancianos y tampoco quiero quitarle el curro a un enfermero, que algunos gobiernos fomentan este  tipo de voluntariado para ahorrar puestos de trabajo públicos, pues se me ha ocurrido meterme en un proyecto de regeneración democrática. De momento no voy a explicar más hasta que esté lo suficientemente maduro. No es política, ni tiene que ver con perroflautas o con miembros de la putocracia bipartidista gobernante. Más bien se trata de fomentar la participación ciudadana y la e-Democracia. ´

Otro proyecto que estoy volcándome también es el de participar altruistamente en mi asociación profesional de auditores. Este proyecto colma mi ego investigador, ya que retomar el doctorado olvidado es poco viable con mi horario laboral y un posible bebé en el futuro.

Creo que estas dos nuevas metas en mi vida me van a dar un horizonte alternativo al del bebé en caso de que no funcione ese proyecto vital, y mi grado de implicación es flexible y no crítica, de modo que si tengo que aparcar o dedicar menos esfuerzo a estos proyectos, puedo hacerlo.

Así pues, mis objetivos vitales para el año 2013 son:

a) Mantener el trabajo.
b) Recuperar la salud, a poder ser incluyendo la reproductiva.
c) Ir a por el bebé.
d) Casarme
e) Perder kilitos y estar lozana
f) Mis dos proyectos antes mencionados

Cuando llegue febrero del próximo año, a ver si no me siento como la marmota Phil y os puedo ofrecer un buen indicador de progreso. De momento estoy contenta porque al menos lo que podía ser, salvo el bebé, está siendo factible.

Ayer en el cursillo prematrimonial, una de las preguntas era relativa al tema de la fé. Pues la verdad es que soy agnóstica, pero más me vale tener fé, si no en Dios, al menos sí en mi fortaleza interior para hacer frente a todas las miles de torturas y obstáculos que se me van a poner por medio hasta que logre ser madre.










 

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