Días de 36 horas quiero
Hay veces que necesitaría que los días tuvieran 36 horas, pero me temo que sólo sería para acabar ocupada 33 horas al día y dormir sólo 3 horas.
La semana pasada llegué de madrugada de Sevilla, el finde paliza bárbara con las tareas domésticas atrasadas, el coro, los deberes de alemán y francés...
No sé cómo me las apaño pero hasta ayer que cogí un día de permiso porque trabajé en jueves santo – Sí, ya sabréis por qué si habéis leído lo de mi odisea en Bruselas...
Pues hasta ayer no he tenido tiempo para esas cosas vitales que toda mujer entiende que son así como:
a) Limarse las uñas sobre todo las de los pies, cuando éstas te impiden calzarte sin que te cargues los calcetines y no hablemos ya de las medias o panties, que entonces mejor me callo. Lo de hacerse la pedicura en condiciones no me dio tiempo, así que sigo llevando la planta del pie con más capas córneas que Dumbo.
b) Hacer algo urgente con tu pelo distinto a lavarlo en cinco minutos, acondicionarlo mientras te duchas y secarlo en 1,5 minutos a potencia máxima de secador. De peinarlo por la mañana ya ni hablemos, que ayer en la peluquería me ponían un gesto de asombro al desenredarlo para darle el tinte que era todo un poema. Debe ser que con el poco tiempo que he tenido estos últimos meses, debía tener enredos ocultos a la altura de la nuca. Claro, lo raro es que no se me hay caído entero el pelo por el stress, no te joroba...
c) Depilarse, mejor dicho, en mi caso: Podarse los pelos de las piernas, porque tengo poquito pelito pero jolín, para hacerse trenzas de la longitud. Además no entiendo cómo me sale el vello tan oscuro en las ingles si tengo el resto del pelito de un color casi rubito...Por cierto, no entenderé jamás como lo llaman ingles brasileñas a algo que consiste en dejarte una tirita nada más cuando a mí el pelo brasileño se me antoja algo como el Matogrosso.
d) Ponerme al día con las facturas. Esto es imposible de conseguir. Sólo he conseguido abrir todos los sobres que me envían mis bancos y analizar si la cantidad es razonable o no. Por lo demás...Imposible de pormenorizar. Estoy pensando en comprarme un scanner de esos y digitalizar toda la montaña de papelotes que tengo por el salón y que amenazan día tras día con echarme de casa.
Cosas que no he logrado en un día de descanso:
a) Descansar. No, me he levantado casi a la misma hora de siempre. Bueno, vale, una horita más sí que he dormido y me ha sabido a gloria. Por lo menos me ha ayudado a mitigar mi faringitis crónica.
b) Lavar el coche. No sé por qué pero esta es una tarea que cada vez me da más pereza. Y sé que tengo que hacer eso e inflar las ruedas porque si no, seguro que alguna va a reventar, pero bueno...
c) Ponerme al día de francés y alemán. Al menos he conseguido pillar todas las hojas de apuntes, algo es algo.
d) Estudiar. Esto va siendo imposible.
e) Limpiar. Y esto menos.
f) Tener comida abundante y congelada como para no tener que cocinar en dos semanas. Es imposible, tendría que estar cocinando cinco horas seguidas sin parar. Al Arguiñano sólo le cuesta 30 minutos porque paran, cortan y además, tiene un séquito de ayudantes. Pero no, no es tan fácil en la vida real hacer 30 comidas distintas en menos de tres horas. No por lo menos si pretendes congelarlas y que sean variadas y sanas.
Lo que sí más odio son esos amigos que intentan darte consejos para optimizar tu maltrecho tiempo de ocio. Estos “amigos” son gente que no ha vivido en sus carnes la vorágine del estrés y pretenden arreglarlo todo con lo único que no tengo de sobra: Tiempo ni dinero. Te proponen soluciones pensando en que tú eres boba de solemnidad y no has caído en el tema como: “Pues si estás a dieta lo mejor sería que comieras y cenaras en casa de tus padres todos los días, así tu madre te preparar algo sano”. Se ve que no saben que a) vivo lejos de casa de mis padres b) No vivo con ellos y mi madre no es mi criada c) Mi estilo de cocina sana no es la misma que la de mis padres d) No tengo tiempo al mediodía para irme a comer a ningún sitio que no sea al comedor de mi oficina.15 minutos comiendo de los cuales 13 son esperando a que quede libre el microondas para descongelar lo que llevo congelado.
Hay otros que me sugieren contratar a una asistenta. Ja, por lo que cobran me pongo yo a fregar también, vaya. Eso por no hablar del tiempo que tendría que emplear con ella la primera semana advirtiéndole de lo que puede y no tocar. Seguro que me tiraría la caja de cereales de avena donde enterrada guardo mi Visa para que ni yo misma la use alegremente. O la caja de compresas donde guardo el dinero o algo así. Al final seguro que me tiraba algo importante la señora del mocho. No, prefiero vivir con mi sistema absurdo de guardar cosas. Además, este sistema está avalado por el estamento militar, que propugna aquello de que el mejor algoritmo es que no está publicado en ningún sitio por aquello de ponerle las cosas difíciles al enemigo. El problema es cuando fallece el autor del algoritmo, que entonces tienen que invocarlo al Mas Allá. De ahí que el gobierno USA gasto tanto dinero en proyectos experimentales con telépatas y demás gente con poderes paranormales.
Bueno, os dejo que tengo que seguir con la tarea de programación II : O sea, la lavadora. Buen finde. Yo voy a intentar comerme un par de ajos para afinar la garganta, si no lo consigo, cantaré este domingo en playback, je,je.
La semana pasada llegué de madrugada de Sevilla, el finde paliza bárbara con las tareas domésticas atrasadas, el coro, los deberes de alemán y francés...
No sé cómo me las apaño pero hasta ayer que cogí un día de permiso porque trabajé en jueves santo – Sí, ya sabréis por qué si habéis leído lo de mi odisea en Bruselas...
Pues hasta ayer no he tenido tiempo para esas cosas vitales que toda mujer entiende que son así como:
a) Limarse las uñas sobre todo las de los pies, cuando éstas te impiden calzarte sin que te cargues los calcetines y no hablemos ya de las medias o panties, que entonces mejor me callo. Lo de hacerse la pedicura en condiciones no me dio tiempo, así que sigo llevando la planta del pie con más capas córneas que Dumbo.
b) Hacer algo urgente con tu pelo distinto a lavarlo en cinco minutos, acondicionarlo mientras te duchas y secarlo en 1,5 minutos a potencia máxima de secador. De peinarlo por la mañana ya ni hablemos, que ayer en la peluquería me ponían un gesto de asombro al desenredarlo para darle el tinte que era todo un poema. Debe ser que con el poco tiempo que he tenido estos últimos meses, debía tener enredos ocultos a la altura de la nuca. Claro, lo raro es que no se me hay caído entero el pelo por el stress, no te joroba...
c) Depilarse, mejor dicho, en mi caso: Podarse los pelos de las piernas, porque tengo poquito pelito pero jolín, para hacerse trenzas de la longitud. Además no entiendo cómo me sale el vello tan oscuro en las ingles si tengo el resto del pelito de un color casi rubito...Por cierto, no entenderé jamás como lo llaman ingles brasileñas a algo que consiste en dejarte una tirita nada más cuando a mí el pelo brasileño se me antoja algo como el Matogrosso.
d) Ponerme al día con las facturas. Esto es imposible de conseguir. Sólo he conseguido abrir todos los sobres que me envían mis bancos y analizar si la cantidad es razonable o no. Por lo demás...Imposible de pormenorizar. Estoy pensando en comprarme un scanner de esos y digitalizar toda la montaña de papelotes que tengo por el salón y que amenazan día tras día con echarme de casa.
Cosas que no he logrado en un día de descanso:
a) Descansar. No, me he levantado casi a la misma hora de siempre. Bueno, vale, una horita más sí que he dormido y me ha sabido a gloria. Por lo menos me ha ayudado a mitigar mi faringitis crónica.
b) Lavar el coche. No sé por qué pero esta es una tarea que cada vez me da más pereza. Y sé que tengo que hacer eso e inflar las ruedas porque si no, seguro que alguna va a reventar, pero bueno...
c) Ponerme al día de francés y alemán. Al menos he conseguido pillar todas las hojas de apuntes, algo es algo.
d) Estudiar. Esto va siendo imposible.
e) Limpiar. Y esto menos.
f) Tener comida abundante y congelada como para no tener que cocinar en dos semanas. Es imposible, tendría que estar cocinando cinco horas seguidas sin parar. Al Arguiñano sólo le cuesta 30 minutos porque paran, cortan y además, tiene un séquito de ayudantes. Pero no, no es tan fácil en la vida real hacer 30 comidas distintas en menos de tres horas. No por lo menos si pretendes congelarlas y que sean variadas y sanas.
Lo que sí más odio son esos amigos que intentan darte consejos para optimizar tu maltrecho tiempo de ocio. Estos “amigos” son gente que no ha vivido en sus carnes la vorágine del estrés y pretenden arreglarlo todo con lo único que no tengo de sobra: Tiempo ni dinero. Te proponen soluciones pensando en que tú eres boba de solemnidad y no has caído en el tema como: “Pues si estás a dieta lo mejor sería que comieras y cenaras en casa de tus padres todos los días, así tu madre te preparar algo sano”. Se ve que no saben que a) vivo lejos de casa de mis padres b) No vivo con ellos y mi madre no es mi criada c) Mi estilo de cocina sana no es la misma que la de mis padres d) No tengo tiempo al mediodía para irme a comer a ningún sitio que no sea al comedor de mi oficina.15 minutos comiendo de los cuales 13 son esperando a que quede libre el microondas para descongelar lo que llevo congelado.
Hay otros que me sugieren contratar a una asistenta. Ja, por lo que cobran me pongo yo a fregar también, vaya. Eso por no hablar del tiempo que tendría que emplear con ella la primera semana advirtiéndole de lo que puede y no tocar. Seguro que me tiraría la caja de cereales de avena donde enterrada guardo mi Visa para que ni yo misma la use alegremente. O la caja de compresas donde guardo el dinero o algo así. Al final seguro que me tiraba algo importante la señora del mocho. No, prefiero vivir con mi sistema absurdo de guardar cosas. Además, este sistema está avalado por el estamento militar, que propugna aquello de que el mejor algoritmo es que no está publicado en ningún sitio por aquello de ponerle las cosas difíciles al enemigo. El problema es cuando fallece el autor del algoritmo, que entonces tienen que invocarlo al Mas Allá. De ahí que el gobierno USA gasto tanto dinero en proyectos experimentales con telépatas y demás gente con poderes paranormales.
Bueno, os dejo que tengo que seguir con la tarea de programación II : O sea, la lavadora. Buen finde. Yo voy a intentar comerme un par de ajos para afinar la garganta, si no lo consigo, cantaré este domingo en playback, je,je.
Comentarios
Yo te voy a dar otro consejo: como veo que vas de vez en cuando a Sevilla por motivos de trabajo intuyo que podrías pedir un traslado para vivir allí? Si es así vende el piso de Madrid, pide el traslado a Sevilla, alquílate allí algo (que está barato alquilar) y a vivir más relajadamente... con la playa a 1.5 horas en coche...