Necesito unas vacaciones de mí misma

Ayer por la noche creo que sufrí la primera crisis de depresión de los últimos meses. Siento cansancio de mí misma y de mi situación tan absurda y a la vez tan crispadora.

Me he dado cuenta de que desde el primer día de febrero – Día que dejé de tomar la santa píldora – Mi vida está cambiando de un modo tremendo. Al igual que mis trastornos encubiertos a nivel físico, creo que había otros problemas encubiertos por la bendita tranquilidad de la santa píldora. Por un lado yo no pensaba en ser madre sino que aguardaba a ese día en que empezara a pensar en ello y la dejase para irme regulando el cuerpo. Por otro lado, Z tenía un tiempo bendito para no pensar en nada a pesar de que le decía que iba a dejarla en breve...

Unas veces sucede por azar, pero la mayoría es una reacción en cadena provocada por la primera decisión de empezar a prepararme para ser mamá en un futuro espero que no muy lejano y tampoco imposible...

Por un lado, la idea de que Z podría cambiar de opinión en tiempo razonable para tener opciones de conseguir tener hijos antes de que se me pudran los ovarios, por otro lado el agobio de los médicos diciéndome que la curva de fertilidad me está cayendo en picado debido a mi edad, por otro el tema de cómo voy a poder permitirme tener un hijo yo sola y las consecuencias a todos los niveles (laborales, familiares, económicas, pareja, etc). Creo que esto es demasiada presión para que una persona sola la afronte sin más y sola. Si a eso se unen aderezos como un padre súbitamente enfermo, un ex novio regresando a tontear después de quince años y un accidente ginecológico todavía no esclarecido del todo a pesar de las mil pruebas que me han hecho, no me extraña que mi cuerpo se asemeje hoy más a una bomba a punto de explotar que a una pradera verde junto a un manso río...

Me miré ayer al espejo por la noche y me dieron ganas de llorar. En estos meses he engordado cinco kilos, me han salido espinillas y ronchas, mis ojos están mustios y me parece que me han salido arrugas y canas que antes no tenía... Además, me levanto por las mañanas de muy mala gana, con dolor de espalda, con ganas de meterme en la cama y dormir hasta que pasen cien años y venga a rescatarme mi príncipe azul, ese que debe estarse haciendo de rogar porque no ha dado señales de vida todavía...

Además de todo, ayer tenía naúseas y dolor de estómago. Si no fuera porque ya sé que todo son trastornos y más trastornos diría que estoy embarazada, pero al menos la ecografía de última generación que me han hecho con contraste y todo demuestra que mi útero y ovarios están limpios a día de hoy aunque habrá que esperar a la analítica especializada el próximo lunes para verificar si hubo o no un pequeñín aborto...

Sólo veo en el espejo a una joven anciana y una señora premenopáusica. Me acuerdo entonces de mi madre y sus tumores uterinos. Apenas tenía mi edad cuando empezó con sus problemas y acabaron varios años después extirpándole hasta las amígdalas de haberlas conservado de adulta.... ¿Será mi futuro el mismo? Ella al menos tuvo cuatro hijos. Yo ...0 o -0.01 incluso de confirmarse lo del microaborto...

Tuve una sensación de haber envejecido dieciséis años de golpe. Ya no me vi con veintidós comiéndome la noche del sábado con mi melena walkiria dorada y mi figura estilizadísima...No. Me vi como una maruja rulera con achaques premenopáusicos...Y...Me eché a llorar, lo siento ,no pude evitarlo.





Creo que estoy pasando una crisis muy fuerte y que debería tomarme unas vacaciones de mí misma. No mucho tiempo ni dejando mis obligaciones laborales y compromisos adquiridos (exámenes, viajes, boda de mi prima, etc) pero sí dejando de lado todo lo que no sea eso y usando mi tiempo libre en disfrutar un poco de la vida, cuidarme la salud y pensar poco a poco en cómo seguir. A fin de cuentas, lo más probable es que decida tener un hijo yo sola por FIV (parece ser que a mi edad ya no inseminan y el tratamiento es más caro, la fecundación in vitro). Pero bueno, primero tengo que organizar y ordenar mis ideas. Creo que un mes o dos es buena idea. Permitirme un par de meses para organizar mis cosas. Incluso podría ir visitando clínicas para hacerme una idea de lo que podría suponerme en dinero, tiempo y sacrificios conseguir un embarazo, que por lo que veo no es tan fácil, pero bueno, que no cunda el desánimo...

Me viene a la mente una película que me encantó en su día, se llama en español “Desafío total”, aunque el título más apropiado dada la pésima traducción debería haber sido “Recuerdos vívidos” o algo así. Comienza la película con el protagonista, un tal Quaid que está aburrido y quiere viajar a Marte. Como su esposa se opone se va a un médico experto en injertos de memoria y así es como empieza a vivir una aventura que, ¿es real o no? Bueno, hay que ver la peli. En cualquier caso este hombre realiza una buena psicoterapia, convirtiéndose en otra persona, Houser, y eso le libera ...En fin, que a veces pienso que me gustaría ser otra persona, tener otra vida más fácil y convencional que la que estoy arrastrando...

Para comenzar intentaré por fin aunque me agote la paciencia, averiguar si estoy bien y lo de la semana pasada es una anécdota o me ocurre algo importante. Lo segundo, y si estoy bien, intentar encontrar un poquito de paz para ver las cosas con claridad...

Recuerdo hace seis años me encontraba en una situación parecida, aunque la crisis entonces era laboral, económica y empezaba a ser sentimental. Ahora la crisis es existencial, estructural y biológica. El maldito despertador ese está sonando y por no haberle oído antes y haber remoloneada en mis sueños de una vida laboral y eso que llaman “carrera profesional” ahora me está jugando una mala pasada y voy a tener que salir corriendo, pero no quiero...

De veintañera entraba en pánico pensando que si se rompía el cacharro iba a tener trillizos, tener que dejar mi carrera y ponerme a currar en doble turno en un supermercado, y eso me ha hecho mucho daño.

Empecé a tomar la píldora nada más tener el problema del ovario como medida preventiva de nuevas complicaciones y además porque tenía pánico a quedarme embarazada a las primeras de cambio.Todo esto viene porque mi madre nos tuvo a los cuatro en menos de seis años y claro, yo pensaba que te tosían encima y ya te quedabas preñada...Y claro, un hijo hubiera sido el fin de mis sueños de hacer una carrera y tener un buen trabajo. Mis antiguas compañeras que habían tenido niños pronto estaban estacadas como amas de casa o con trabajillos que a mí no me hubieran satisfecho. Así que había que guardarse y bien guardada hasta por lo menos los treinta años...Ay si alguien me hubiera dicho que llegarían los treinta y casi los cuarenta y siempre hay un nuevo escalón profesional que subir y una nueva excusa para posponer las cosas...Y cuando no soy yo son mis parejas, o el implacable destino que o bien me quita mi estabilidad económica, sentimental y ahora la salud...Grrrrrrrrrrrrrrrr. ¿Hay algún sitio donde pueda poner una hoja de reclamaciones por todo esto? En fin, resignación, ¿no?

Era extremadamente desconfiada a los veintipico y treinta y pocos. A mis novios los plastificaba bien plastificados con condón extrafuerte, espermicida y hasta mascarilla si me hubieran dejado, por si acaso me contagiaban el VIH, el herpes, o incluso hasta la gripe, las aftas bucales o la afición al mus, y luego yo me blindaba con píldoras. Al final acabé con llagas en el cuello de útero por el ataque químico interno y externo, y fue peor el remedio que la enfermedad, como se suele decir...

Con eso no digo que no haya que tomar precauciones, eh?

Ahora es irónico que haya tenido dos “accidentes” con el único método y me dé cuenta de que no pasa nada, que no es tan fácil quedarse a mi edad...

Si algún día tengo una hija, cosa que dudo, le aconsejaré que no la engañen con el falso feminismo actual, que no es más que explotación laboral y personal encubierta. Y sobre todo, que tenga cuidado con no perder el tren de la fertilidad, que trabajos, hombres y estudios hay muchos, pero años fértiles muy pocos ....