Estoy hecha una braga


La verdad es que no sé por qué el idioma es tan machista, y en vez de decir, estoy hecha una braga no se puede decir, estoy hecha un gayumbo, que sería más adecuado ya que las chicas, con tanta compresa que huele a rosas de primavera y los más modernos salvaslips ultrabsorbentes, rara vez dejamos una bragas tan sucias como los chicos sus slips.

Pero bueno, dando por hecho la definición, esta semana estoy molida, maltrecha, dolorida y cansada como nunca.

Primero es que me atacó una cistitis a traición a principios de semana y tuve que ir al médico de urgencias, tras trabajar por supuesto mi jornada laboral. Luego me recetaron unas pastillas que me curaron más o menos la cistitis pero me destrozaron por completo el estómago. A eso hay que unir que, mientras esperaba en la consulta del médico, una chica que tenía un catarrazo tremendo no paraba de esparcir sus bacilos alrededor, así que ayer y por traición, que ya creía que estaba mejor y todo, acabé por la tarde con fiebre, dolor de estómago, dolor de garganta, vómitos, dolor de cabeza y un cansancio de muerte.

Afortunadamente, hoy, después de una siesta de doce horas, dejar de ingerir medicinas del tipo que sea, zumito de arándonos y yogur de limón, he conseguido levantarme y hasta hacer algunas faenas domésticas. Pero bueno, luego veremos por dónde salen las cosas y si me repunta la cistitis, me atacan los bacilos del catarro o me vuelve la gastroenteritis. Un asquito, en cualquier caso.

A todo esto, mi amiga R. me envía un correo muy simpático con las cosas que te ocurren a partir de los treinta…Ay, amigos, si yo estoy ya a pocos meses de los cuarenta!!

A todo esto mi hermana mediana ayer me recalcaba que no podía seguir intentando vivir una vida de veinteañera con unas responsabilidades y una presión de adulta. Y es bien cierto. Me levanto prontísimo, trabajo una buena jornada de trabajo, cuando no se complica y se alarga hasta la medianoche. Afortunadamente, no es el caso de este último mes, pero bueno, deciros que hace un rato he estado revisando unos correos del curro y ahora me toca redactar un artículo para el trabajo.

Y por la tarde-noche estudio dos idiomas y voy al gimnasio. Y los sábados por la mañana tengo clase de baile, compras, faenas, recados…

Imposible no caer enferma con este ritmo de vida. Normal que no tenga hijos, si es que debo tener un ovario encogido y el otro escondido detrás del páncreas…

Me da rabia porque hace dos semanas me juré mejorar la salud y parece que zas, ahí detrás estaban esperándome todos los males como escondidos en la caja de Pandora. ¿Por qué me atacó una infección al riñón si no hice nada la semana pasada para que me atacase? Ah, sí, la curva de glucosa y el contraste de yodo para el tiroides. Igual me metieron tanta basura en la sangre que el riñón y el estómago han dicho que basta.

Para no seguir hablando de enfermedades, os voy a hablar de cine. El lunes me trajeron la peli “Slamdog millonaire”. No voy a preguntar de dónde la sacó el que me la trajo, porque todavía no ha salido a la venta, pero bueno, la vi en V.O con subtítulos y, a pesar de la cistitis, me tragué la peli entera.

Me gusta la idea de la moralidad divina y la predestinación del paria, que más o menos es la idea que subyace en toda la película. El protagonista, Jamal, sufre una serie de vicisitudes pero es recompensado al fina de forma casi divina. Tenéis que verla, es muy bonita.

A mí me gusta pensar que existe algo por ahí que premia a los buenos y mansos, pero cada día que pasa me cuesta más trabajo pensar que existe una justicia divina. Sin embargo, y después de tomar un té el viernes con una antigua compañera de trabajo, pude constatar lo cierto que es el dicho árabe: “Siéntate a la puerta de tu casa y verás pasar delante el cadáver de tu enemigo”. El tiempo pone todas las cosas en su sitio, lo malo es que a veces hace falta mucho tiempo, como le ocurre al pobre Jamal.

Comentarios

Entradas populares de este blog

LOS AMIGOS DE MIS AMIGAS SON MIS AMIGOS...

Aniversario del Divorcio

BENIDORM TOUJOURS MON AMOUR