Mis quince años

Esto del ayuno se lleva mal, la verdad. Lo peor es quedar con gente o ir a fiestas, cumpleaños, etc. Pero bueno, el kilito y medio que he perdido y el poder abrocharme los vaqueros sin que el piercing del ombligo me haga llagas me da bastante ánimo.

Hoy he estado, además de estudiando un poco, escaneando algunos dibujos de cuando estaba en el instituto más o menos.

La verdad es que, si hubiera tenido dinero, me hubiera metido a estudiar bellas artes, pero como ser artista con el estómago vacío y sin mecenas se lleva muy mal, me metí a estudiar matemáticas, que además se me daban muy bien, y aquí estoy ahora analizando equipos y detectando agujeros de seguridad.

Esta semana además he empezado a meditar con más o menos arte, pero esto de dejar la mente en blanco se me da muy mal, porque yo no soy el Luisma de Aída que pensaba en dos pingüinos que hacían pipipipi y así vaciaba la mente. Yo no consigo dejar de pensar, porque es lo que llevo haciendo desde que era una bebé y claro, es difícil. Aún así, me gusta dedicarle veinte minutos a la semana a estar sola, con música de tai-chí, relajada y dejando la mente volar libre…Es muy refrescante, la verdad, aunque no consiga la iluminación budista.

Como digo, he estado escaneando algunos dibujitos y os los voy a poner para que votéis y me digáis cuál os gusta más.

Esta semana, además, el jueves vi la pelí “The Reader” y me gustó mucho. La verdad es que, aunque la historia es bastante dramática, reconozco que es un tanto morbosilla y que el chico, a pesar de su juventud, tiene un no sé qué que me recuerda a Z, aunque bueno, yo no le llevo veinte años, como en la peli.

En cualquier caso, pienso que el tema del nazismo no está muerto y que basta que haya hambre, desesperación y una crisis como la que vivimos para que la gente se aglutine entorno a un líder que busque un buen chivo expiatorio. Antes eran los judíos, ahora son los ….¿Qué? ¿Inmigrantes, banqueros, alcaldes, árbitros de fútbol, jóvenes asesinos sin escrúpulos? Cualquier cosa es buena con tal de desviar la atención de la gran masa del verdadero problema y son estos políticos ineptos y nefastos que tenemos ya bien globalizados.

En fin, quince años, como tenía el protagonista de la peli, es una edad muy bonita para soñar y ser feliz. Así que yo estoy buscando algo que me recuerde que una vez tenía sueños, antes de que se me acabe el tiempo. Así que primero algo de música y ayuno, y ahora recuperaré mis dibujos. Otro día expondré mis poesías con la letra de entonces, toda redondita y llena de circulitos en las íes…