Buenos Propósitos y Comida de Dieta

Ya me he decidido por el primer buen propósito para este comienzo de año. Voy a ponerme a dieta, desde...Anteayer, ya!!!

Estaba tentada de empezar este post contando mis desgracias uterinas, pero todavía estoy un poquito bastante depre por este tema y lo relataré otro día con más perspectiva y una planificación definida.

Así que hoy tan sólo comentaré que, dado el parón previsto de más de dos meses debido al problemón de útero, voy a estar tomando anticonceptivos todo ese tiempo, y por eso puedo aprovechar la coyuntura para hacer una dieta agresiva, ya que no habrá ciclo hormonal ni entelequia de bebé al que pueda afectar.

Lo primero antes de nada, es valorar cuántos kilos me sobran realmente. Una estimación es la que me ha hecho a ojo el médico ayer, cuando al acabar la consulta le pregunté si me podía poner a dieta, habida cuenta del largo barbecho que me esperaba. Me dijo que unos cinco kilitos no me venía mal perder. Así, a ojo. Claro que es un ginecólogo, no un endocrino.

Según las tablas del índice de masa corporal, sobrepeso es  todo lo que pasa de un índice de 25 y no llega a 30. A partir de 30 se está lo que se dice ya propiamente gordo, no fondoncillo.

Así pues, el objetivo más benigno es el de eliminar los kilos que restan de mi índice actual al de 25. Echo los cálculos y mi IMC actual está en 26 y pico, todo depende de si mi estatura correcta es la que me midieron en el reconocimiento médico de la empresa, el del gimnasio, o el de la modista que me cogió el bajo al vestido de novia, tres medidas un tanto dispares. Hallo la media tirando más a la que yo creo correcta, la del gimnasio y así obtengo el valor que os he comentado. La diferencia en IMC sale un valor de unos 4 kilitos, así que el ojo de buen cubero de mi gine es bastante bueno...

Luego está la medida idílica que todos tenemos de uno mismo, que en mi caso es recuperar el figurín de IMC=21 que tenía hace cuatro años escasamente, ahí me sobrarían unos 12 kilos.

Así las cosas mi propósito está en perder como mínimo 4 kilitos y como máximo 12, y lo bueno sería perder unos 8 kilos, que me daría por más que requecontenta. Pero 8 kilos en dos meses y pico salen como mínimo a 3 por mes y casi uno por semana, algo quimérico teniendo en cuenta que tendría que perder unas mil calorías al día, de un presupuesto diario de unas 1.900 por edad, altura, constitución física, suponiendo que mi único deporte durante estos dos meses sea el de muñeca y dedos, dándole al teclado en la oficina durante al menos diez horas diarias.

Esto quiere decir que, si no encuentro al día tiempo para quemar 1000 calorías, tendría que suprimirlas de la dieta, quedándome con tan sólo 900 calorías. Vamos, que me lavo los dientes tres veces y en lo que se me queda de pasta entre los dientes ya estoy más que servida, no me haría falta más que un yogurt y lista... Uff, negro, negrísimo. Qué hambre me espera, Dios mío...

Hay otras maneras de perder peso pero involucran alguna de estas cosas malísimas para la salud: Dietas hiperproteicas kamikazes (la del marisco, la pronokal, la Dukan, la Atkins, etc.), la hipocalórica extrema, que consiste en ayunar hasta perder masa muscular y de los huesos y acabar pareciendo un cadáver, o bien ingerir estimulantes y sustancias que dan positivo en control antidopping pero que te ponen el metabolismo en órbita (anfetas, coca y similares), comerme una esponja o algo similar, como un balón intragástrico, o bien infectarme con una tenia o algo menos brutal, comer pescado infestado de anisakis.

Hombre, adelgazar adelgazaría, lo malo es que me quedaría muy tocada de la salud...

Así pues, me estoy estrujando el coco para poder ingerir un mínimo saludable de 1.600 calorías diarias, no pasar hambre, y no comer yeso o comida horrible de dieta.

Hablando de cosas de dieta, la verdad es que los productos de dieta dan un asco tremendo. Los estoy probando, qué remedio me queda, pero mi experiencia es la siguiente:

- Las galletas de arroz, esas que para darle sabor les echan algo parecido al chocolate encima: Mi hermano le puso un día una taza encima, pues pensaba que eran posavasos. Y le doy toda la razón, porque si me comiera un posavasos, no sabría peor ni tendría peor aspecto...

-Las barritas de cereales con sabor a chocolate o yogurt, no saben mal, están muy logradas, pero como sólo tienen 100 calorías, te dan más hambre y al final te acabas zampando la caja entera de cinco unidades. Para eso me como un donuts de 300 calorías y al menos habré ingerido menos cosas químicas.
- Los sobres y batidos: Un horror, saben raro y tienen una textura como de yeso o así, como lo que se usa para pavimentar la acera. Y, ¿de verdad que esto quita el hambre? A  mí sólo me quita el hambre masticar cosas, no llenarme el estómago de sopajos y aguachirris varios... Para eso me tomo un bidón de agua o sopa de consomé y al menos es más diurético, ¿o no?
- La comida que parece comida y no lo es: Pasta que parece de verdad fussili pero que os juro que son trozos de cartón con especias. Tortillas o crepes que por fuera tienen buena pinta pero que las pruebas y parece que te estés comiendo el relleno de un cojín, porque sabe y tiene el mismo tacto en el paladar...

Conclusión: Al final hago trampitas y cojo un sobre de comida de dieta y lo mezclo con comida normal, para darle algo más de gusto. Por ejemplo, ayer cogí un sobre de pasta y lo mezclé con una lata de caballa, para darle algo de sabor. Hoy con una lata de espárragos y una pizca de mayonesa.

Aún así me faltan 500 calorías al día para quemar y no sé cómo. Hombre, se me ocurren ideas, pero llego a casa tan cansada, que un maratón amoroso de cinco horas es muy poco realista, así que tendré que pensar rápidamente en algo. Se me ocurre comprarme un pedalín para el curro, así además de quemar, entraré en calor, que últimamente con los recortes nos están matando de frío...

Bueno, os iré contando de vez en cuando cómo va mi dieta "vintage" de mezcla de hiperproteica, hipocalórica, sustitutiva, de la zona y del cucurucho...