El día de la Marmota
MEDIO LITRO DE CAFÉ.
Ay, ni midiclorianos ni gaitas, me he levantado con un sueño… Es que este fin de semana, en vez de dedicarme a recuperar las 30 horas de sueño perdidas, me he dedicado a hacer tareas, recados y vida social, así no hay quien recupere nada, esto de acostarse tarde y levantarse con el sonido del gallo…Literalmente, los móviles de ahora tienen unas alarmas que desde luego…Sólo les faltan una con la voz de una madre o de un padre que diga: “Pepito, gandul, levántate, que son ya las seís y media y vas a llegar otra vez tarde al trabajo!!!!!!!!!!!
Pues yo el sábado y el domingo a madrugar. A poner la lavadora, limpiar e irme a la peluquería a podarme el pelo, y digo bien podar porque las greñas ya eran como el Amazonas pero más hostiles, que me he cargado ya tres cepillos, intentando domar los mechones rebeldes…
En fin, vamos que no he parado, que ya estaba pensando ayer noche, ay que bien, mañana es lunes y voy a poder dormir seis horitas, qué guay….
Bueno, pero los midiclorianos siguen ahí y las ganas de cambiar mi vida siguen ahí, combatidas, que ya este sábado he dado el primer paso contándole a mi familia y “amigovio” mis planes de tener un hijo biológico mío dentro de un año más o menos.
Obviamente, como son mis planes, he tanteado cómo va el tema. En el caso de mi familia se lo han tomado bien, excepto mi padre, que es un ayatolah más machista que el imán de Fuengirola y piensa que es una aberración traer un hijo al mundo soltera, mediante técnicas de reprodución asistida o lo que sea eso de agitar probetas con residuos de fluidos humanos…Supongo que pensará que el nieto le va a salir una especie de zombie devorador de cerebros, como en esas películas horrorosas del Bela Lugossi…
Ni que decir que mi madre y mis hermanas se han puesto contentas, y ya calculan cómo jugarán el nene/a y la gata kirita, que la asociación niño-gato debe ser de lo más entretenida, y están dispuestas las tres a recogerme el retoño de la guarde y darle la merienda. Así que por ese lado está cubierto el flanco logístico, que eso de tener que trabajar diez horas al día para pagar el piso y pañales sería harto complicado sin nadie que me ayudara, claro está.
Por otra parte, pues mi pareja, amigovio o como se le pueda definir en ese estado indefinido en el que está todo, pues…No sé, la verdad es que se desplomó metafóricamente en la alfombra imaginaria del salón y ahí sigue del susto…
Pero bueno, da igual, se recupere o no del estado de shock, el plan A va a seguir adelante, así que me iré poniendo la vacuna de la rubéola y tomaré vitaminas, para irme preparando bien…
De todos modos, tanta conversación hasta las mil y pico trae factura, y el sueño que tengo hoy es…Espectacular…
Como la ley de Murphy es implacable, ya me he cargado la cremallera de la mochila, se me han trabado dos euros en la máquina de los sándwiches y me he puesto una manga del jersey empapada en café que ahora huelo a posos revenidos en vez de al sucedáneo que venden en los chinos del “Amour, Amour”. Si es que todo es sucedáneo en mi vida, tengo un sucedáneo de trabajo, un sucedáneo de familia, y un sucedáneo de …En fin, buahhh, que me deprimo. No, No, no te deprimas, tranquila (un par de tortas virtuales me acabo de arrear).
Lo que verdaderamente me quita el sueño es la foto que me pasó una amiga del cole en la que aparezco yo con trece añitos en chándal azul con raya blanca al lado de mi grupo de amiguitas del cole. No me puedo quitar la imagen de entonces. Lo peor del asunto es que yo entonces creía que estaba gorda y, sin embargo, al ver la foto ahora, me veo hecha un fideín.
También yo me veía a mí misma entonces horrorosa y fea de narices y, al ver la foto ayer, me parecía mi rostro de lo más normal y muy parecido al actual, salvo que antes llevaba el pelo como si me lo hubiera comido una oveja y ahora como si me lo hubiera comido una familia de pollos, por el tema del color, y la ropa actual es menos hortera, por lo demás…Estoy igual, los mismos ojos, la misma boca, la misma nariz y los mismos gestos, y eso me da miedo, mucho miedo…. ¿Será que no he crecido nada en 24 años?
Cómo pasa el tiempo…¿Por los demás solamente? Todos mis amigos del cole se han casado, tienen hijos, unos se han divorciado y alguno se ha muerto . Pero yo…Sigo soltera, sólo que ahora vivo sola, vaya, sí que he evolucionado…
Me voy a poner otro café que estoy desvariando… Ah, no, es que hace tres días fue el “Día de la Marmota” y eso me recuerda a la película, buenísima del James Belushi “Atrapado en el Tiempo” donde todos los días eran iguales, iguales, iguales. Quizás es que llevo 24 años atrapada en el tiempo aunque yo crea lo contrario… Me voy a hablar con el Iker Jiménez a ver si me dedican un programa. Otro café…Ay, tengo un deja-vu, que ya me he puesto otro antes…
Ay, ni midiclorianos ni gaitas, me he levantado con un sueño… Es que este fin de semana, en vez de dedicarme a recuperar las 30 horas de sueño perdidas, me he dedicado a hacer tareas, recados y vida social, así no hay quien recupere nada, esto de acostarse tarde y levantarse con el sonido del gallo…Literalmente, los móviles de ahora tienen unas alarmas que desde luego…Sólo les faltan una con la voz de una madre o de un padre que diga: “Pepito, gandul, levántate, que son ya las seís y media y vas a llegar otra vez tarde al trabajo!!!!!!!!!!!
Pues yo el sábado y el domingo a madrugar. A poner la lavadora, limpiar e irme a la peluquería a podarme el pelo, y digo bien podar porque las greñas ya eran como el Amazonas pero más hostiles, que me he cargado ya tres cepillos, intentando domar los mechones rebeldes…
En fin, vamos que no he parado, que ya estaba pensando ayer noche, ay que bien, mañana es lunes y voy a poder dormir seis horitas, qué guay….
Bueno, pero los midiclorianos siguen ahí y las ganas de cambiar mi vida siguen ahí, combatidas, que ya este sábado he dado el primer paso contándole a mi familia y “amigovio” mis planes de tener un hijo biológico mío dentro de un año más o menos.
Obviamente, como son mis planes, he tanteado cómo va el tema. En el caso de mi familia se lo han tomado bien, excepto mi padre, que es un ayatolah más machista que el imán de Fuengirola y piensa que es una aberración traer un hijo al mundo soltera, mediante técnicas de reprodución asistida o lo que sea eso de agitar probetas con residuos de fluidos humanos…Supongo que pensará que el nieto le va a salir una especie de zombie devorador de cerebros, como en esas películas horrorosas del Bela Lugossi…
Ni que decir que mi madre y mis hermanas se han puesto contentas, y ya calculan cómo jugarán el nene/a y la gata kirita, que la asociación niño-gato debe ser de lo más entretenida, y están dispuestas las tres a recogerme el retoño de la guarde y darle la merienda. Así que por ese lado está cubierto el flanco logístico, que eso de tener que trabajar diez horas al día para pagar el piso y pañales sería harto complicado sin nadie que me ayudara, claro está.
Por otra parte, pues mi pareja, amigovio o como se le pueda definir en ese estado indefinido en el que está todo, pues…No sé, la verdad es que se desplomó metafóricamente en la alfombra imaginaria del salón y ahí sigue del susto…
Pero bueno, da igual, se recupere o no del estado de shock, el plan A va a seguir adelante, así que me iré poniendo la vacuna de la rubéola y tomaré vitaminas, para irme preparando bien…
De todos modos, tanta conversación hasta las mil y pico trae factura, y el sueño que tengo hoy es…Espectacular…
Como la ley de Murphy es implacable, ya me he cargado la cremallera de la mochila, se me han trabado dos euros en la máquina de los sándwiches y me he puesto una manga del jersey empapada en café que ahora huelo a posos revenidos en vez de al sucedáneo que venden en los chinos del “Amour, Amour”. Si es que todo es sucedáneo en mi vida, tengo un sucedáneo de trabajo, un sucedáneo de familia, y un sucedáneo de …En fin, buahhh, que me deprimo. No, No, no te deprimas, tranquila (un par de tortas virtuales me acabo de arrear).
Lo que verdaderamente me quita el sueño es la foto que me pasó una amiga del cole en la que aparezco yo con trece añitos en chándal azul con raya blanca al lado de mi grupo de amiguitas del cole. No me puedo quitar la imagen de entonces. Lo peor del asunto es que yo entonces creía que estaba gorda y, sin embargo, al ver la foto ahora, me veo hecha un fideín.
También yo me veía a mí misma entonces horrorosa y fea de narices y, al ver la foto ayer, me parecía mi rostro de lo más normal y muy parecido al actual, salvo que antes llevaba el pelo como si me lo hubiera comido una oveja y ahora como si me lo hubiera comido una familia de pollos, por el tema del color, y la ropa actual es menos hortera, por lo demás…Estoy igual, los mismos ojos, la misma boca, la misma nariz y los mismos gestos, y eso me da miedo, mucho miedo…. ¿Será que no he crecido nada en 24 años?
Cómo pasa el tiempo…¿Por los demás solamente? Todos mis amigos del cole se han casado, tienen hijos, unos se han divorciado y alguno se ha muerto . Pero yo…Sigo soltera, sólo que ahora vivo sola, vaya, sí que he evolucionado…
Me voy a poner otro café que estoy desvariando… Ah, no, es que hace tres días fue el “Día de la Marmota” y eso me recuerda a la película, buenísima del James Belushi “Atrapado en el Tiempo” donde todos los días eran iguales, iguales, iguales. Quizás es que llevo 24 años atrapada en el tiempo aunque yo crea lo contrario… Me voy a hablar con el Iker Jiménez a ver si me dedican un programa. Otro café…Ay, tengo un deja-vu, que ya me he puesto otro antes…
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