Remozando el cuerpo

LA IMPORTANCIA DE TENER UN FLEQUILLO ESTILOSO

Ayer por la noche me miré en el espejo antes de liarme a hacer la cena, ducharme y ver a mi House mandar a tomar por el oblongo a los pacientes cretinos de turno.

Ya sabía que algo no me cuadraba, pero claro, con tanta laca y tanto rizo es difícil estudiar el qué y por fin di con ello: El flequillo. No me gustaba cómo me había quedado, demasiado largo. Pero es que la última vez me lo dejaron tan cortito que parecía una nena del cole, y además, odio los flequillos rectos y amplios, por lo que le pedí a la peluquera el sábado que no me lo cortara.

Pero ayer algo no me cuadraba en el look, el pelo caía demasiado mustio a ambos lados de las sienes, como si me pesara un poco. Así que esta vez cogí las tijeras y el peine y no me lo pensé dos veces: Zas por aquí y zas por allá, me corté el flequillo como creía que le quedaba mejor a mi cara, siguiendo el peinado que más me gustaba.

Me miré de nuevo, me despeiné un poco para ver si quedaba con movimiento, y la verdad, puede que no quede cien por cien profesional, pero la diferencia me gustaba, ya no parecía una niña formal sino alguien más dinámico.

Siguiendo con mi renovación y demás historias, el lunes fui al dentista a hacerme una higiene dental (esa putadita consistente en que te meten agua a tanta presión entre el diente y la encía para eliminarte el sarro, de tal modo que te acuerdas de la madre, el padre y toda la familia del dentista…).

Luego para completar la tarde, me ñapearon una endodoncia antigua que se había roto un poco. Y digo bien ñapear, ya que hace doce años los empastes estéticos eran muy caros, al menos para mi presupuesto, y el llevar uno de los de metal hace que ahora no me lo puedan quitar o se me rompe toda la muela, así que, cual adicto al Ikea, mi dentista me ha hecho un apaño del bricolaje dental a ver si me dura unos cuantos años más sin tener que quitarme la pieza, que aunque muela y algo rotita, le tengo cariño.

Hoy voy a completar la serie de “reparaciones y obras de restauración” con un completito de depilación, incluyendo ingles brasileñas, que no sé por qué lo llamarán así cuando a mí lo único brasileño que se me viene a la mente en materia de pelo no es tener nada más que una tira fina de vello púbico para dejar lucir el tanga sin pelitos sino más bien todo lo contrario: Una selva frondosa.como el Amazonas.

La verdad que lo de depilarme tanto no sé por dónde me ha dado, porque ahora en invierno apenas sí llevo faldas, y cuando las llevo, con medias gorditas, así que por ahí daría igual que no me depilase o que me hiciese incluso trenzas con los pelitos. Como tampoco puedo ir a nadar por circunstancias un poco escabrosas de contar aquí, el tema de por qué me hago las ingles brasileñas muy bien sería un misterio. ¿Quizás para lucir mona en mi próximo lance erótico festivo? Dudo mucho de que el afortunado llegue a apreciar seriamente la diferencia entre las ingles depiladas brasileñas y lo mismo pero con la esquiladora de ovejas … Así pues yo creo que esto es psicológico. Es decir: Estoy preparada para lo que me echen, y así no tendré excusa en salvar a Brad Pitt si cae en el lago del parque de al lado de mi casa. Figuraros qué pasaría si me quito la ropa para tirarme y se me ven los pelos ahí negros y enroscados. Qué falta más terrible de glamour… O en el caso negativo: Imagínense si me da un soponcio por la calle, y me recoge el doctor House. Diría algo así: Tómese estas vitaminas y, por Dios, depílese esas ingles tan peludas, que su novio se va a ir con la vecina de al lado a este paso…

Grrr, y cuando los hombres no se cortan el pelo, esas greñas a lo Farruquito, el pelo de las narices, las orejas esas feas peludas o el pelo del culamen, ¿les dice alguien que su novia se les va a ir con el segurata del trabajo? Pues ahora no me da la gana de irme a depilar…Bueno, vale, pero sólo porque me gusta el tacto de las patas suavecitas, conste.

Comentarios

Entradas populares de este blog

LOS AMIGOS DE MIS AMIGAS SON MIS AMIGOS...

Aniversario del Divorcio

BENIDORM TOUJOURS MON AMOUR