Neumococo 1, Servidora 1

DE VUELTA DEL INFIERNO

Ya soy persona de nuevo. Me he tirado cuatro días en la catacumba de mi casa, prácticamente sin respirar el aire de la calle salvo para ir al médico el lunes y el jueves. El martes y el miércoles no he salido, bueno miento, el miércoles bajé a tirar la basura pero al cuartito de basuras que hay pegado al portal. Vaya excursión.

El miércoles además recibí la visita por San Valentín de mi chico, que me ha demostrado que no teme ni a los neumococos ni a los estafilococos ni a tercera cosa que se interponga entre nosotros por mucho coco que sea… Bien por él. Además el angelito este año no me trajo un ramo de rosas, pero me trajo algo mucho mejor: Víveres para subsistir, porque el problema de la cuarentena es que estaba pensando ya en llamar al Carrefour y que me trajeran la compra por Internet, pero me daba cargo de conciencia echarle el aliento al pobre repartir y matarlo con mis bacilos, pobre, por muy chori que sea que sospecho que me roba algún que otro tomate y kivi del kilo que pido siempre... Bueno, igual es que los kilos del Carrefour están tomados en una latitud distinta a la mía que igual vienen del Ecuador por obra de algún outsourcing tercermundista y, al llegar a la latitud de Madrid menguan, como todo…

No es coña eso de la variación del peso según la latitud. Me lo explicaron en Física de segundo de Bachillerato y no lo del kilo de paja y lo del kilo de hierro que debe ser lo que explican ahora…

Bueno, pues mi chico, como os decía, vino cargadito de cosas imprescindibles para pasar una buena laringotraqueitis neumocócica, es decir, un hipermegatrancazo con afonía y afectación de los pulmones.

Trajo un litro de leche, una bolsa de ensalada, un pollo al chilindrón, una barra de pan, unos flanes de chocolate que me pirran, una tableta de chocolate de la que ya no queda ni la mitad, una caja de galletas, que ya me estaba mojando en el té las migajas de la caja anterior, y bueno, lo esencial en estos casos: Una mega caja de condones, porque habida cuenta de que los antibióticos betalactámicos y la cortisona no se llevan nada bien con los anticonceptivos orales, pues había que poner remedio al tema, no sea que nos saliera un niño con cara de estreptococo neumophilus … Uy, que horror…Me estremezco sólo de pensarlo. Ahora que el chavalín venía optimista, mira que pillar una caja de doce…Ejem…Mi cuerpo serrano no está para estos trotes todavía, si aún resudo fatigada al fregar dos platos…

Bueno, la velada estuvo muy bien. Yo me levanté y en un esfuerzo amoroso preparé un pescado en salsa para chuparse los dedos e hice una ensalada de endivias al paté de cabracho y sucedáneo de caviar que estaba de chuparse los deditos…Lástima que en vez de brindar con cava tuviéramos que hacerlo con Coca-Cola light templadita, pero bueno, es lo que tiene estar pocha, que el cuerpo no está para mucha alegría…

En fin, los detalles de lo que tomamos de postre os lo dejo a la imaginación de cada uno, sólo deciros que estuvo muy bien y…(ya estáis todos pensando mal, malos más que malos)…

Ayer, que ya me levanté de la cama sin contar hasta cien, salí un poco a tomar el aire a eso de las doce de la mañana, más que nada para comprobar que, si me daba el sol, no me derretía cual Nosferatu, pero bueno, acabé sudando como un pollo.

Quizás me excedí poniéndome el forro polar y dos bufandas para ir al cajero de la esquina a pillar pasta, porque no me lo gastaré en copas, no, pero aún con el descuento de más del cincuenta por ciento del total, no veáis la pasta que me he dejado estos días en antibióticos, porque jolín, hace un mes me recetó mi médico un genérico de esos que valen tres euros, pero debe ser que el efecto también es genérico y no dura mucho, es como esos tangas que me compro en el Todo a Cien, que no duran ni dos bocados…

Pues eso, que al mes recaí y el hecho es que el médico decidió recetarme un betalactámico que es como un transatlántico cada gragea de esas, cabrían dentro un sacapuntas bien escondido desde luego. ¿Y tengo que tragarme eso con una traqueitis si no puedo ni masticar una insignificante miguita de pan? Al final tuve que machacarla y tomarla disuelta con agua, claro, menos mal que el mazo de clavar piquetas no lo dejé en el coche, y bien lavadito da su servicio.

Parecía yo machando grageas como el anuncio ese del turrón ese que dice: “Picó”, y se ve al maestro turronero del siglo pasado, desde luego por el careto, machacando avellanas…Al final supongo que se me habrá escapado el diez por ciento del preparado, pero mejor eso que tener que meterme luego un lapicero por la tráquea para empujar la dichosa pastilla, ¿no?

Lo peor es la fiebre absurda y las pesadillas que trae. Soñaba yo el otro día que las pastillas estaban adulteradas y dentro había pilas tipo botón, cucarachas muertas, trozos de lapicero y puag…Menudo asco de sueño!!! Peor aún fue el del miércoles, que soñaba que era yo la Bea la Fea esa y pasaba la noche con el Alvaro, puag, me dio más asco todavía este sueño!!!

Y como no, me siguió llamando y llamando la gente. Opté por mirar el teléfono y, si no me convencía el número pasar. A fin de cuentas, estando afónica, ¿qué sentido tiene el contestar?


Para que mi madre se quedara tranquila de que estaba bien y todo, y que no se acercara a husmear por mi casa (lo que me faltaba, que mis padres pillaran un neumococo de esos con más años que Matusalén los dos!!!), me instalé por fin la WebCam que me regalaron mis hermanas por Navidad y que andaba por ahí en una caja muerta de asco y esperando a que tuviese yo dos horas libres para insalarle los drivers, rebotar el sistema dos veces, configurar el programa de captura de vídeo y tomarme un vídeo con la nueva camiseta que me ha regalado mi chico.

Al final les envié el vídeo a mis hermanas por mail (creo que no le petó, menos mal) y al final mi madre pudo verme por fin, que ya pensaba que me había metido en otro lío y realmente estaba secuestrada. No es que pensara ella en pagar rescate, pero al menos no tendría que enterarse por mi tía de que salí en el telediario y no precisamente como presentadora…

Me mandó un mail mi hermana de vuelta (ya sabe que el teléfono mejor que no, que mi voz está muy mal) dicéndome: “Dice mamá que no comes, que estás muy pálida”. Joder que no como, si no hago otra cosa que cebarme. Tengo que tomar 7 pastillas al día y cada una con una diferencia de dos horas entre ellas. Además, pone en el prospecto que se deben tomar al inicio de las comidas, luego…Tengo que comer siete veces al día!!! Y no vale con un yogurcito o una manzanita, no, que el betalatámico ese es como un matón de la mafia. O te metes ocho galletas o media tableta de turrón o te está brincando el estómago tan fuerte que te olvidas del neumococo por completo y te acuerdas de la familia entera del que lo diseñó, que seguro que es adicto a los tripis con calimocho.

En fin, mañana que ya estoy fuera de cuarentena, intentaré ir a ver a mi madre y que me prepare unas buenas lentejitas, a ver si como algo calentito, que ni siquiera el pescado en salsa, que se quedó helado al ver “Los hombres de Paco” y como saltaba la Bernarda por los aires, madre mía que menos mal que la serie es cómica, que si es un drama nos ponen el 11-M sin censura y siete vídeos de las Torres Gemelas y el ahorcamiento de Sadam … Debe ser que los de Antena-3 entendieron por San Valentín el de la famosa matanza de Eliot Ness y quisieron aportar su granito de arena…Ay, que casi corta el rollo romántico con mi cari…Menos mal que a él no hay neumococo ni susto que lo espante y cuando pilla carne, es como un pitbull, no suelta bocado ni aunque lo desuellen…

Bueno chicos, buen finde a todos, al neumococo no, le deseo que se largue y se vaya a colonizar a otro humano, que a mí ya me ha dado demasiado la brasa este invierno…