PROPÓSITOS PARA EL AÑO
De pequeña, los niños cantábamos con alegría canciones de los payasos de la tele. Eran muy diversas y normalmente con fines didácticos. Recuerdo la canción sobre la niña Susanita que escondía un ratón superdotado y goloso, la del auto de papá (mamá no tenía coche, y nadie dijo nada), que nos llevaba a pasear de forma azarosa con baches, curvas y semáforos que no debíamos saltarnos, la de aquella gallina Turuleca que ponía huevos como una loca… Muchas canciones eran ingenuas y simpáticas, pero había una canción que me ocasionaba ya entonces desasosiego y tristeza pero que ahora que la he vuelto a oír, se me antoja cruelmente machista y explotadora infantil. Seguramente he caído en el sesgo woke, como dice Elon Musk. La canción, por si no la conocéis, pretendía enseñarnos los días de la semana a través de las tareas domésticas que una niña tenía que hacer desde que salía del colegio (o no, porque no se dice claramente si iba al colegio o directamente vivía como Cenicienta a tie...