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Mostrando entradas de diciembre, 2013

Un Año Más que pasó volando...

Cada vez que llega el fin de año me acuerdo de lo vieja mayor estupendamente madurita que soy ya. Y es que todavía me acuerdo de la letra de Mecano , la del Año Más: “En la Puerta del Sol como el año que fue, otra vez el champán, las uvas y el alquitrán…” La canción tiene más años que mis dos sobrinos juntos, caray, si hace la tela ya… Bueno, pues siguiendo la letra de esta canción, me centro en la frase “y hacemos el repaso de lo bueno y malo”. Si ya decía el otro día que odiaba los anuncios navideños, estos días tras la Navidad y antes de las uvas no terminan de bombardearnos con programas de refritos de noticias de todo el año, algunas que no interesan a nadie (¿Le interesa a alguien la que montó Miley Cirus en la MTV? ¿Le interesa a alguien que Thicke haya vendido una jartá de álbumes? ¿Y el nacimiento del hijo  de los Duques de Cambridge? A mí no desde luego), otras que preferiría no acordarme y menos en plan refrito con cortes para anunciar botellas de cava (Accidente de Sa

Navidades Estresantes

Oh, mea culpa, soy una niña mala. Todo el mundo alegrándose por estas fiestas y yo, cual Scrooge (el jefe malo de Canción de Navidad) balbucendo eso de … Navidades paparruchas. No es tanto así que sea una materialista sin corazón, pero es que llega un momento en que tanto “clima navideño” me satura hasta el punto de que deseo ya que sea día 2 enero. También es cierto que no anima mucho el hecho de que no libro ningún día no festivo hasta ese día. Y   joroba un montón ver cómo todo el mundo está por ahí festejando y comprando regalitos   y yo aquí, trabajando y estudiando. Y es que además estoy haciendo un curso de inglés intensivo, que falta me hace, pero bueno, joroba también que coincida con las Navidades, claro que si no fuera así, no podría escaparme a las seis del curro para ir a clase. Voy a explayarme un poco más por qué esta antipatía al “Candy Christmas”. En primer lugar, los anuncios navideños. De todo tipo. Vomitivo por encima de todo el anuncio

Helen Fielding ha hecho trampa, ¿dónde están los cuarenta años de Bridget?

No me he leído todavía la última novela de Bridget Jones. Sí, después de diez años de letargo, Helen Fielding ha sacado de nuevo a Bridget al mundo. Pero confieso que estoy muy enfadada con Helen. ¿Por qué se ha saltado la década más jugosa de la vida de una mujer? Al menos de la de Bridget. Resulta que en la última novela que yo leí, mi tocaya virtual tenía treinta y pico años y acababa de afianzar su relación con Mark. Y ahora vuelve viuda, con dos niños y   un “toy boy”. Nooorrrllllll. No puedo permitir que se haya pulido quince años de la azarosa vida de esta chica así como así. Y los quince años en los que: Se casa, engendra a dos niños (que teniendo los cuarenta a buen seguro que fueron fruto de numerosas invitros), y además va y enviuda, que no tiene desperdicio. Eso en lo personal. En lo profesional, ¿no dice nada de lo que ha hecho? ¿Cómo consiguió sobrevivir profesionalmente a un matrimonio, dos niños y luego un mazazo horroroso como fue la muerte de su “príncip

Cuando haces POP, ya no hay STOP

Me hace gracia el slogan este de una marca de aperitivos, pero es que fijándome bien, es totalmente cierto. Pero no solamente picoteando (veo que no soy la única bulímica en el mundo, y me siento reconfortada), sino en cualquier actividad. S, mi ex, que a fuerza de sufrir todo tipo de trastornos podría muy bien haber estudiado psicología, me dijo que yo sufría a veces de ToCs (no, no es una marca de galletitas). Como todo en el mundo moderno, suena super guay en versión acrónimo, pero luego cuando pones el nombre largo, te das cuenta de lo cutre que es: Trastorno Obsesivo Compulsivo. No le hice caso a S en su momento, pero últimamente reconozco que tiene mucha razón. Sin embargo, no la tiene del todo, porque creo que, al ser hiperactiva, los ToCs van cambiando de objeto en corto espacio de tiempo. Enumero los ToCs que he observado en mi misma y cómo paso de uno a otro: -           Adicción al trabajo. Se me cura muy a menudo, pero es recurrente. Momentos en los que me di

LA QUE SE AVECINA

Pensaréis que habría perdido el interés en este blog, pero no es así. Desde mediados de octubre, mi vida se ha complicado un montón por cambios críticos en mi vida profesional. Para empezar, en mi cliente y proyecto asignado, súbitamente han sobrevenido una serie de cambios que se pueden resumir en que  mi cliente está como gallina sin cabeza. Han nombrado a dedo a un responsable relacionado con auditorías financieras y se ha dedicado a proponer medidas que parecen sacadas de la película "Bananas" de Woody Allen. No voy a entrar en detalle, pero me afecta negativamente en que, un contrato que ya dábamos por estable hasta el 2017, nos lo quieren rescindir a mediados del 2014.  Y encima me entero de forma casual. La respuesta que recibo es de lo más hipócrita. Claro que no querían contármelo hasta más tarde, porque ahora con seis meses de antelación está claro que ya no me voy a dejar los cuernos trabajando más por esta gente que consideran que la seguridad lógica de tod