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Mostrando entradas de 2019

La amistad en los tiempos del Whatsapp

Hace mucho que no escribo, os pido disculpas, la vida de madre, trabajadora a tiempo completo y estudiante universitaria todo junto no da ni un respiro. Si hace años me quejaba de la cantidad de trabajo que tenía encima no sabía ni lo que se me avecinaba al ser madre. Al menos desde hace tiempo la peque duerme de un tirón, si bien es agotadora durante el día y te faltan ojos, manos y paciencia, sobre todo paciencia…Los hijos agotan sobre todo los nervios, hay que estar todo el día peleando para que sigan las normas mínimas. Te llevan al límite, te miden para ver hasta dónde te pueden torear, te chantajean emocionalmente con carantoñas y esa risita adorable… En el cole y la guarde ya me previnieron de lo tremendamente manipuladores que son los críos y me dieron las pautas para educarla lo mejor posible. Aun así, no soy buena madre, nadie lo es. Y menos cuando te faltan horas en el día y estás hecha un trapo literalmente. Lo que no me esperaba y me ha ocurrido recientemente es t

Requiem

Voy a cumplir cincuenta años dentro de muy poco y debería estar muy contenta, pero no puedo estarlo. Mi padre falleció hace poco más de una semana. Ahora ya soy oficialmente huérfana. Y da igual que tenga edad para peinar canas (no tengo afortunadamente), que me invade esa sensación de abandono, de niña pequeña desvalida y sin norte. Es curioso que hace cinco años, cuando vivían mis padres y cuando aprobé la oposición (cómo pasa el tiempo) me sentía en la cresta de la ola de mi vida, invencible y confiada, feliz. Como los Lobos cuando se llevaron el bote de Boom el otro día, había conseguido lo imposible y estaba eufórica. Estuve todo un verano festejando y entonces poco me acordé de mis padres. Bueno, los visité qué duda cabe, pero me molestó que no compartieran mi euforia. Pensé que jamás me habían comprendido, más aún cuando ninguno vino a mi día de toma de posesión, a diferencia del resto de mis compañeros… Fue un día agridulce. En pleno verano, no vino nadie de mi familia, po

Las cosas que nunca pude decir

Hace ya muchos años escribí un post sobre el rincón de las cosas olvidadas y el significado que para mí tuvieron. Ahora me gustaría escribir sobre todo lo que habitualmente callamos y no nos atrevemos a contar, generalmente sentimientos que albergamos hacia personas que probablemente no tengan ninguna idea de lo que bulle por nuestra imaginación. Ayer mientras merendaba con mi hija, vi una escena de una película que, básicamente, no me gusta.  Se trata de "La boda de mi mejor amigo". No me gusta porque explota varios clichés: Que las mujeres tenemos que renunciar a todo por amor.  Que el amor implica siempre compromiso y boda.  Que si no dices lo que sientes en el momento justo y preciso, se te pasa la ocasión y otro/otra viene que te arrebatará a tu amor.  Que sólo nos damos cuenta de lo que tenemos cuando lo perdemos.  Que las mujeres somos cobardes y retorcidas...  Que después de casarse ya no pueden ser amigos íntimos un hombre y una mujer... Una fr