Entradas

Mostrando entradas de junio, 2008

El Bodorrio

Este fin de semana he estado de bodorrio. Una prima mía, bueno, hija de mi prima la mayor pero como si fuera mi prima porque es de la edad de mi hermana la mediana, más o menos de mi quinta, que se suele decir.. Lo primero que a la iglesia esa estaba más perdida que el refugio de Bin Laden. Madre de Dios si ni con la guia campsa online daba con el sitio. Como no tengo GPS...Ey, pero ni mi tío José que tiene esas pijadas modernas consiguió dar tampoco, que llegó mucho después que yo y se perdió media boda... Con despiste y todo y previa pirula en plena carretera de Burgos – Espero que no me lea nadie que trabaje en la DGT – Conseguimos llegar sanos y salvos. Y digo sanos y salvos porque, como es costumbre, me tocó llevar a la family en el coche. Ah, y a Z también que se vino.....La historia es larga de contar, lo dejo para otro día... El bodorrio en sí no estuvo mal, mejor que otras boda, mejor comida, mejor el baile y mejor ambiente. Lo que más me jodió es que Z se comportó como el nov

El BERRINCHE

Imagen
El otro día estuve viendo el final – Bueno no es el final pero como si lo fuese – De la historia de Bea la fea. Realmente te das cuenta de que las relaciones tortuosas, complicadas, imposibles, sólo salen bien en los cuentos de hadas o modernamente en los culebrones y películas al uso. Pero en la vida real ninguna. En una película la chica tiene una pelea con el chico indeciso, aparentemente egoísta y que se jacta delante de sus amigos de no querer saber nada de novias y cosas semejantes pero luego antes de que la chica se fugue/case/líe, etc con otro, llega el chico arrepentido y le canta una balada en el karaoke/ se pone de rodillas/ se le declara con lágrimas en los ojos, etc,etc y entonces la chica ya no se va con el otro, se queda con su estúpido arrepentido y todos felices....O hasta la próxima estupidez que se le ocurra porque detrás de la primera vendrá la segunda, la tercera y así hasta ene... En la vida real pues yo creo que ocurre más lo que decía la letra de Pimpinela, esa

VIVO SIN VIVIR EN MI

Estoy que no estoy y vivo sin vivir en mí. Ahora entiendo a Santa Teresa, era la primera consultora internacional del país. Yo, como ella, tengo el poder de la bilocación y siempre estoy en el aire... Me explico: Acabo de regresar de Munich y ya me tengo que volver a París. Entre idas y venidas tengo que hacer los preparativos para la boda de mi prima que es el próximo sábado. No me imagino casándome yo con este estrés. Seguro que mi boda tendría que ser algo hecho como la famosa boda de Bea la Fea, que en el mismo día recupera a su amado y se casa aprovechando la boda de una amiga que se fuga...Se ve que durante dos años los guionistas han estado estirando el chicle de la serie y ahora que los protagonistas les daban dos semanas para terminar su papel porque ya no podían más de aburrimiento y cansancio, todo lo que no han corrido en dos años han tenido que arreglarlo en sprint en dos semanas. Bueno, si iré acelerada que este mes la prima de Rusia ha sido más puntual que un tren en la

Glutamato Yeyé

Umami es el nombre del quinto sentido del gusto junto con los conocidos: Dulce, salado, ácido y amargo. Resulta que esto lo saben muchos productores de comida y utilizan una sarta de diversos glutamatos, para potenciar el sabor de los alimentos. Obviamente, con los frescos no suele ocurrir (creo). No veo a nadie espolvoreando polvitos de esos en las patatas, huevos, puerros y tomates (pero todo se andará). Aquí abajo pongo los más conocidos: E-620 acido L-glutámico E-621 Glutamato de sodio E-622 Glutamato de potasio E-623 Glutamato de calcio E-624 Glutamato amónico E-625 Glutamato de magnesio Resulta que cuando uno se tira como yo media vida comiendo lo que puede y como puede, acaba ingiriendo más cantidad de glutamato de lo que su organismo es capaz de tolerar sin mostrar síntomas de alergia. Así que mis ataques de ligera ansiedad, hambre atroz y acné rebelde así como problemas intestinales se deben a mi afición al picoteo de comida basura en reemplazo de comidas sanas. Ojo, que me e

El chiste

Si es la primavera que la sangre altera a mí me tiene que estar dando un ataque de primaveritis aguda porque llevo varios días con más granitos en la cara que una paella. De hecho, no sé si echarme corrector como base de maquillaje o directamente comprarme una careta al estilo de Lordi o “El fantasma del Opera”. Sí, me compraré una máscara con la cara de Angelina Jolie y así tendré el éxito garantizado... El tema es que este año no me ha atacado la rinitis alérgica como el pasado. Debe ser que el suplemento vitamínico que me recetó el ginecólogo o dejar la pildorita me han venido bien a la garganta, que ahora hasta puedo hacer gorgoritos y todo, y antes sólo podía hacer gargaritas....(Es un chiste malo como los que cuenta el malogrado Pepu sobre un tal Morgonuv...). Si alguno no lo sabe que deje post aquí y lo cuento, pero es tan malo que me da grima... Bueno, el caso es que estoy razonablemente bien físicamente salvo unas lorcitas de panceta que no consigo quitarme ni a tiros. No sé.

Rien de Rien

Estaba pasando mi crisis sentimental este fin de semana, llorando en casa a solas mi pequeño dolor y mi tristeza cuando un viejo amigo me ha llamado contándome lo de la muerte de su hermana mayor... La encontró muerta en casa después que varias personas avisaran a la familia de que hacía un par de días que no podían localizarla... Creo que ha sido la peor experiencia de lejos que puede vivir una persona. Abrir con angustia la puerta de la casa de una hermana y encontrársela así sin vida... En fin, he intentando hacer de tripas corazón y nunca mejor dicho, y aparcar por un tiempo mis pequeñas angustias para dar el apoyo a mi amigo que necesitaba de todos nosotros. No se me olvida la cara con que lo encontré en el tanatorio, nada que ver con la que me recibió hace apenas dos semanas para ir a comer en San Isidro.... Ojala que nunca tuviéramos que ver a los amigos así, con la cara blanca y desencajada...A su lado mi dolor parecía una burda caricatura, una trivialidad... El resto de los dí