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Mostrando las entradas etiquetadas como matrimonio

Nada es para siempre

El otro día escuché una frase en un espacio de humor en la tele que decía: “Si quieres algo para toda la vida, compra un piso y échate una larga hipoteca”. A día de hoy, como dije en otro post y en anteriores y más antiguos post, la sociedad evoluciona sus valores y el concepto de matrimonio es muy distinto al que existía, no estamos hablando ya de hace quinientos años, cuando el amor no entraba en ninguna variable por la que la gente se casaba, sino incluso en el concepto de matrimonio burgués que tenían mis abuelos, allá por los principios del siglo XX, donde lo importante era que tu pareja fuera de buena familia, más o menos sano y de buen parecer y de trato y costumbres amables. Ya el amor si eso iría surgiendo o no a lo largo de los años, lo importante era formar una familia y no romper el statu quo de pertenencia social. La sociedad contemporánea introdujo la variable amor como vínculo indispensable para el matrimonio, pero al estar bajo el control patriarcal de las familia

Expediente X o matrimonio en el limbo

Yo creo que Heissemberg no se inspiró en un gato para llegar a su principio de incertidumbre sino que fue gracias al Registro Civil de Alcorcón. Gracias a este registro ahora me encuentro en el limbo del estado civil, ya que al no terminar de realizar la inscripción ni informarnos sobre el tema, se puede decir que no estoy ni casada ni soltera, porque sólo tengo un papel con un sello de entrada, pero nada que justifique ciertamente que estoy casada ante los ojos del estado. ¿Cómo se llega a esta situación? Pues debido a que la burocracia del Ministerio de Justicia en este país sólo funciona rápida cuando se trata de detener manifestantes e intentar aplicarles la ley antiterrorista, pero funciona rematadamente mal cuando se trata de algo tan simple como inscribir en un registro un matrimonio celebrado por la iglesia. A esto se le suma que hay funcionarios que muestran un total desprecio por los humanos, como si ellos estuvieran por encima del bien y del mal. Me imagino que

Aterrizaje en picado tras luna de miel

La vuelta al Trabajo tras el viaje de novios ha sido, más que un aterrizaje suave, una caída en picado en mitad de un hiper mega marrón. Mira que me lo esperaba crudo, pero no tanto como ha sido, caramba qué mala pata que coincidiese mi vuelta con la enfermedad de mi jefe y me tocase hacer mil horas para compensarlo. Bueno, hoy parece que el día ha sido tranquilo, así que me quedan unos minutos antes de la cenita para   contaros algo más sobre cómo ha sido la luna de miel, algo que todavía recuerdo a pesar de que la última semana ha sido tan brutal que me ha roto de un estallido la nube rosa en la que volvía envuelta. En primer lugar, coges un avión y cambias de aire, de clima y hasta de zona horaria. Eso hace mucho para que te relajes. Ya sé que Tenerife es muy ochentero, pero es bueno, bonito y ajustado al presupuesto que teníamos. ¿Qué más podíamos pedirle? Además, como dije, desconfío de esos viajes para recién casados que los envían a la selva amazónica,   a la