Nada es para siempre
El otro día escuché una frase en un espacio de humor en la tele que decía: “Si quieres algo para toda la vida, compra un piso y échate una larga hipoteca”. A día de hoy, como dije en otro post y en anteriores y más antiguos post, la sociedad evoluciona sus valores y el concepto de matrimonio es muy distinto al que existía, no estamos hablando ya de hace quinientos años, cuando el amor no entraba en ninguna variable por la que la gente se casaba, sino incluso en el concepto de matrimonio burgués que tenían mis abuelos, allá por los principios del siglo XX, donde lo importante era que tu pareja fuera de buena familia, más o menos sano y de buen parecer y de trato y costumbres amables. Ya el amor si eso iría surgiendo o no a lo largo de los años, lo importante era formar una familia y no romper el statu quo de pertenencia social. La sociedad contemporánea introdujo la variable amor como vínculo indispensable para el matrimonio, pero al estar bajo el control patriarcal de las familia