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Mostrando entradas de mayo, 2008

El Alma se Serena

Viernes por fin. Esta semana ha sido una debacle. Médicos, trabajo y más trabajo, discusiones con Z....Gestiones, más gestiones.... He decidido quedarme este fin de semana estudiando a ver si algo en mi vida puedo salvar de la hecatombe. También intentaré salir a que me dé un poco el aire y empezaré ahora que ya estoy mejor a hacer algo de ejercicio distinto a zampar chocolate... Hoy le he exigido a Z que se lleve todas sus cosas. Sé que suena bestial, el trato que le he dado ha sido tan seco y frío...He sido más que mala, cruel, pero me va a venir bien no volver a saber de él como he jurado , por lo menos hasta que pasen unos meses y no sienta angustia pensando en lo que ha sido estos casi cinco años con él. Definitivamente ha sido una equivocación en mi vida. No en general, pero sí el haberle dado tanto tiempo en detrimento de mi futuro como mujer y como posible madre si es que algún día lo consigo...En fin. La culpa fue mía. Debería haberme puesto un tiempo tras el cual y sin más di

Necesito unas vacaciones de mí misma

Ayer por la noche creo que sufrí la primera crisis de depresión de los últimos meses. Siento cansancio de mí misma y de mi situación tan absurda y a la vez tan crispadora. Me he dado cuenta de que desde el primer día de febrero – Día que dejé de tomar la santa píldora – Mi vida está cambiando de un modo tremendo. Al igual que mis trastornos encubiertos a nivel físico, creo que había otros problemas encubiertos por la bendita tranquilidad de la santa píldora. Por un lado yo no pensaba en ser madre sino que aguardaba a ese día en que empezara a pensar en ello y la dejase para irme regulando el cuerpo. Por otro lado, Z tenía un tiempo bendito para no pensar en nada a pesar de que le decía que iba a dejarla en breve... Unas veces sucede por azar, pero la mayoría es una reacción en cadena provocada por la primera decisión de empezar a prepararme para ser mamá en un futuro espero que no muy lejano y tampoco imposible... Por un lado, la idea de que Z podría cambiar de opinión en tiempo razon

EL ALIEN

Os preguntaréis de nuevo dónde me he metido la última semana, tras mi atracón de chocolate negro 85% y mi estado tormentoso... Hasta ahora no me había atrevido a escribir nada porque los nervios, los dolores y el malestar físico y psíquico me lo estaban impediendo. Empecemos por el principio. Como algunos sabréis, en enero dejé de tomar la dichosa pildorita después de dieciséis años dopada como andaba con esas sustancias hormonales que me tenían todo el cuerpo y la mente funcionando mejor que un reloj suizo. De hecho, no es exageración si os dijera que podría predecir con menos de una hora de margen la bajada de la “prima de Rusia”. Eso sí, los síntomas premenstruales, igualmente puntuales comprendían vómitos horribles y un dolor de cabeza que el muy cabrón se extendía antes, durante y después de la regla y en ocasiones llegaba a tal extremo que si llegaba a poder pensar en algo, es en la inminencia de mi infarto cerebral. Afortunadamente ese desastre nunca ocurrió pero vamos, el veran

STURM UND DRAG (Tormenta e Impetu)

Antes de que se me olvide, quiero contestar a uno de mis lectores que se ha autoadjudicado la letra A pero que no sabe que dicha letra ya está ocupada por mi primer novio oficial allá por el año 92 – Lo siento, tendré que adjudicarte otra letra, qué tal la W? Ah, y por cierto, sí que Z sabe de este blog, pero prefiere responderme al móvil en vez de escribir aquí. No obstante, alguna vez ha colaborado, como en un post relativo al tema del brócoli: Brócolis, Braguitas y Estadísticas, del 19 de abril del 2007. Hecho este inciso, continúo con los últimos días. En vez de relatar con pormenores mi estado de ánimo y mis desventuras, voy a dar una serie de pinceladas al azar de estos últimos días. Viernes tarde. Tengo en mis manos el sobre con los resultados de las pruebas del tiroides. No he resistido la tentación de mirar dentro. Todo bien, sólo tengo mal el colesterol, como siempre. Para qué preguntarse más. Me mira una enfermera y mi cara de cansancio y palidez – No he podido comer al med

SUPERVIVIENTE EMOCIONAL

La buena noticia de la semana es que mi padre salió bien de la operación. Menos mal. Pero todavía hay que esperar cómo evoluciona y si requiere más operaciones. Según mi propio progenitor, después de más de un mes enfermo y de hospitales, se siente como un melón que empiezan a abrir y van encontrando más y más sitios por donde irle metiendo el cuchillito para probarlo. En fin, al menos la cosa va yendo bien. Cuando hablé con él hace poco rato, he tenido que disimular mi tensión emocional y es que ayer, a pesar de que Z vino al hospital y se interesó por mi padre, lo cual es conmovedor, no he podido evitar tener de nuevo bronca gorda con él. El tema recurrente ya se sabe. Pero esta vez yo ya no he podido más y creo que he perdido los nervios y le he dicho de todo. Es horrible cuando alguien a quien todavía quieres te saca así de tus casillas. Una vez me dijo que cuando me enfadaba le daba miedo. Ayer imagino que me debió ver como un dragón echándole el fuego encima, pero es que la situ

ROSA LANGOSTA

Estoy rosa como Zoidberg, el científico langosta de Futurama. Ahora mismo debajo de mi pijama rosita estoy más rosa por debajo que por encima, los hombros de color fucsia y las piernas medio despellejadas. Sólo se ha salvado el pompis y las manolas y porque no me ha dado por ir al Cabo de Huertas a tomar el sol “Au Naturel”. (Algún día cuando sea viejita contaré mis memorias más picantes en plan Marqués de Santillana, je,je,je). Ay, si es que no sé cómo a una chica tan precavida como a mí se le ha ocurrido bajarse a la playa sin crema protectora. Bueno, más que olvidarse es que la dejamos en las maletas en consigna, pensando que con la birria de tiempo que había hecho los días anteriores no había remota posibilidad de quemarse, y mira tú por dónde... Empezaré por el principio: Este puente, como tenía mono de playa, me he ido tres días a tomar el sol, a intentar bañarme (he llegado a mojarme hasta la cintura), a relajarme, a curarme la dermatitis de la cara y a olvidarme del trabajo y d