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Mostrando entradas de 2015

Sigo enredando por ahí

Ya han pasado casi dos meses desde mi último post. Pensaréis que ya no ocurren cosas interesantes en mi vida y por eso no subía nada al blog. Nada más lejos de la realidad, me ocurren tantas cosas que no me da tiempo ni a parar para reflexionar y subir lo más interesante. Del tema médico no os quiero aburrir, sólo que sigo de pruebas y más pruebas y que ayer estuve de nuevo en Valencia. Parece que mi útero se va recuperando pero hizo falta un par de retoques más y volver al mes que viene. Doy gracias de que mi nuevo trabajo me permite cogerme un día al mes para ir a revisión, no como antes que era hacer encaje de bolillos y las cosas iban muy pero que muy despacio o, para cuando me revisaba tras una operación, ya era demasiado tarde y tocaba volver a empezar. El tema dieta lo llevo regular, con tanto imprevisto no adelgazo lo planificado, pero sí me noto más esbelta y todo lo que sea bajar, está bien. También tengo problemas de índole logístico-económico, porque mi inquilino

¿Depresión postvacacional?

Ha sido un tanto atípico este verano. Desde hace ocho años me tiraba siempre el mes de agosto encerrada en la oficina y además, casi todo julio también. Me sentía siempre como el protagonista del “Romace del prisionero”, ese que trata de un cautivo que no sabía ni cuando era de día o de noche salvo por un pajarito que encima se lo cargan y le deja completamente solo…  Así que llegaba a septiembre paliducha y con el ánimo por los suelos. Sin embargo, este mes de agosto me he encontrado con unas inesperadas vacaciones. Digo inesperadas pero no inmerecidas, porque aunque no me he incorporado a mi puesto de trabajo ya de funcionaria de pleno derecho hasta el día 27 de julio, he estado todo el año enredada entre el curso y prácticas, sesiones de mentoring, trámites burocráticos y gestiones diversas, por no hablar de mis tareas profesionales particulares (colaborando en asociaciones y sesiones de formación). Así que apenas he podido gozar de días sueltos cogidos a salto de mata

Agosto en Madrid

Por fin llegó el mes de agosto, el mes de la calma chicha. Si te toca trabajar en este mes, es posible que tengas menos volumen de trabajo pero te desesperarás igualmente porque no habrá nadie para que atiendan tus peticiones y te llevará el mismo esfuerzo que si estuvieras a tope como en febrero. Hay gente además que no configura su correo como sería de ley y no te enteras de que están de vacaciones o no te dejan un contacto válido para solucionarte el problema. Por no hablar de los cuellos de botella, gente que normalmente no realiza ninguna gestión más que la de autorizar el trabajo que ya han hecho los curritos que se quedan en agosto trabajando, pero que hace que no puedas terminar tu tarea y el procedimiento se quede en el limbo esperando a septiembre. Igualmente, no hay casi tráfico en Madrid, pero te costará lo mismo o más llegar a tu puesto de trabajo porque el servicio público de transporte está bajo mínimos, con frecuencias de aburrirte hasta la saciedad esperando,

Veranito movidito

Os comentaba en el anterior post que estaba pasando por una fase de calma chicha laboral. De repente, a primeros de julio se dio el pistoletazo de salida cual colonos en Kansas para elegir destino y en cuatro días hábiles tuvimos los aprobados que decidir sobre nuestro futuro destino (las cosas de la burocracia son así). Como conclusión es que al mes que viene estaré ya incorporada a mi nueva plaza y a ver qué me depara todo. Os iré contando. Efectos colaterales de este paroxismo súbito es que se fastidiaron un poco las vacaciones previstas con mi marido, pues tuvimos que acortarlas y posponerlas. Al mismo tiempo, tenía que visitar a un especialista en úteros en Valencia. Y sé que en mi ciudad hay buenos médicos, pero ahora se trata de ir rápido y bien, ambas cosas, tengo ya 46 años y no puedo perder más tiempo con intentos y más intentos. De este modo, me han planificado una operación en septiembre. Y no hay garantías de que tras la operación pueda concebir. Mi útero dista a día

El limbo

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Hay muchas definiciones de la palabra "limbo". Está la definición religiosa, como sitio en el que pululan los que, aún sin haber cometido pecado alguno, no han sido bautizados, es el primer círculo de Dante, la antesala de los infiernos. No estoy muy puesta en teología, pero creo que hace años el papa anterior abolió dicho lugar y dijo que al menos los bebés no bautizados podrían ir al cielo, ya que no tenían edad de decidir sobre si bautizarse o no. No sé, me parece curioso ese tipo de decisiones, pero viendo cómo funcionan las cosas en las altas esferas ya no me sorprende nada. Otra definición de limbo viene dada por la película "Origen" y el mundo onírico. Aquí el Limbo significa el sueño eterno sin despertar, donde el tiempo no pasa, y la mente del soñante se pierde en la eternidad, aunque en tiempo real de sueño sean segundos. Sospecho que todos pasamos por ese limbo todos los días y por eso nos despertamos frescos cual servidor reseteado. Pero el limb

Borrón y cuenta nueva

Como algunos ya sabéis, el resultado del test de embarazo salió negativo. Algo me decía en mi interior que iba a salir así, porque no tenía el feeling, ese feeling que he tenido las dos veces que me he quedado embarazada de forma natural y que me ha movido a correr a hacerme un test de embarazo. No sé por qué pero tengo sexto sentido y sé cuándo sí y cuándo no. Pero no voy a explayarme sobre mis corazonadas y mis presuntos poderes adivinatorios (esto daría para ocho entradas de blog). Voy a centrarme en el aquí y ahora del resultado. Las que llegamos a ovo después de haber superado el duelo genético estamos convencidas de que nuestros múltiples sacrificios pasados se verán inmediatamente recompensados con un sanote bebé la primera vez que accedemos a este tipo de tratamientos. La realidad es que no es así. Primero porque, como en mi caso, existe la sospecha de que, o bien los óvulos de la donante no estaban mucho mejor que los míos a pesar de mi "avanzada edad para tener hi

Betaespera que te desesperarás

Como me repito más que el ajo, no explicaré de nuevo que es esto de betaesperar. Para los que no hayáis leido mi blog desde hace mucho, sencillamente, el tiempo que va desde que recibes los embriones o te inseminan hasta que te toca hacerte el test de embarazo, en sangre en mi caso. Suelen ser entre 12 y 16 días dependiendo de los casos, técnica utilizada, días de los embriones, etc. En el mío son 13 días de modo que cuando me haga el test, los embriones tendrán 16 días que si para entonces no han agarrado bien, no hay nada que hacer. Me he propuesto esta vez, como ya os dije el otro día, no hacerme pipitest de ningún tipo ni tomarme temperatura ni nada que signifique observar de cerca el fenómeno de la implantación embrionaria en el útero. Intento estar tranquila y a menudo lo consigo, más que nada porque tengo tareas para hacer que me llenan el tiempo, Pero es humano preguntarse si ese dolorcillo o esa molestia, mareo, antojo, manchita al limpiarse, etc son buen o mal síntoma.

Sigo por aquí

Hola chicas, no, no he cerrado el blog. He andado muy liada estos meses. Vale, y un poco pereza porque no sé cómo contar tantas cosas de una vida más o menos tranquila y que parezcan interesantes. Sin entrar en detalles, os voy a resumir un poco los últimos acontecimientos y luego paso a la parte más jugosa que es mi estado anímico y los recientes acontecimientos más detallados. A mediados de marzo, con los resultados halagüeños de mi revisión ginecológica anual, fui a ver a mi ginecólogo de la clínica de fertilidad y planificamos un ciclo para el mes de mayo. Obviamente con los preliminares de medicación en abril. En abril, como parte del curso estuve algo más de una semana en Bruselas. Me gustó mucho la estancia y me planteé incluso echar la solicitud para ser funcionaria de la UE. Mi marido dijo que sí en principio pero luego, no sé si en broma o qué me dijo que allí hacía un frío tremendo. La verdad que en los días que estuve ninguno pasé rasca, incluso volví con un tono g

Adelgazar, ese gran mito

Iba a salir ya sin contar nada más de mí, pero os pondré un poco al día, sobre todo porque ahora que me fijo no he contado gran cosa. El otro día cerré ya la revisión anual ginecológica y, aunque tuve un sustillo por el tema mama y tal, al final todo Ok y puedo planificar ciclo de invitro. Bien, fui al doctor de la clínica de fertilidad y me mira, y me dice: Um, no has adelgazado todo lo que acordamos que ibas a adelgazar. Yo respondí, sí que he adelgazado desde noviembre... Pero luego resulta que engordé en Navidades un pelín y ahora lo he perdido. Ergo, el doctor tenía razón, estaba más o menos como en Noviembre, kilo arriba o kilo abajo. Un poco demoledor, es como ir a clase sin haber hecho los deberes y que te pille el profe. Al menos el hombre fue condescendiente en el sentido que, con mi historial, ya sabe que me cuesta cuatro veces más que al común de los mortales adelgazar el mismo peso. Pero voy a confesar que también tengo culpa. Culpa de ser sociable y gustarme los

Mars One

Para no hablar tanto de mí en primera persona, me gustaría comentar algunas cosas curiosas de las que he tenido noticia recientemente. La cosa más loca que he leído es el proyecto Mars One. Para los que no sepáis de qué va, se trata de enviar una expedición de ida pero sin vuelta a Marte. Dicho así parece una total locura. Bueno, y lo es, aunque tratan de disfrazarlo de proyecto científico, en efecto es una locura de remate. ¿Por qué? Ahora os lo cuento. Lo primero es que no está la NASA detrás. Que digo yo, es cómo ir a bombardear sin aviones. Pero aún más loca es la cosa: Detrás de todo esto no hay un colectivo científico. Hay científicos, vale sí, pero no un colectivo acreditado y reglamentado como tal. Lo segundo, que lo patrocina una productora de televisión que quiere montar un reality show a lo Gran Hermano, pero como ya no tienen bastante con la Isla Tortuguera, quieren liarla parda en las Arenas de Marte. A mí dicho sea de paso, me gustó mucho la película

Febrerito el loco

Dicen que el mes de febrero es muy loco, porque el tiempo es cambiante y brusco. Y bueno, no se equivocan este año. Lo que sí se equivocan y mucho son los meteorólogos con las predicciones, que se ha quedado meda España sepultada en nieve y daban nevadas moderadas. Soy yo o es tremendamente molesto escuchar a los locutores dar el parte del tiempo. Llego a casa algunos días a las 3 de la tarde, como y zapeo un poco mientras me tomo un cafetito. Siempre me encuentro a locutoras que parecen que se han tomado ocho tripis dar a la carrera la predicción del tiempo más detallada posible hasta en Beluchistán. Al final con todo el batiburrillos de términos técnicos y los aspavientos espasmódicos de las locutoras delgaditas como alambres, no llego a entender si va a llover mañana en Madrid o no, y siempre la cago. Ayer noche sin más señas me calé hasta las bragas. Y bueno, todo esto viene porque llevo con un catarro atípico desde después de Navidades y no se me cura por más que he bebido ci

Año nuevo, propósitos renovados

Ya estamos en el 2015 pero el mundo no es como lo visualizaba McFly (Regreso al Futuro). Más bien está derivando a un mundo a lo MadMax, lleno de violentos de todo pelaje (en el deporte, la religión, acosadores escolares, pederastas, etc.). Desde luego que el futuro es algo mucho más idílico en la imaginación de los que somos creativos que luego en la cruda realidad. Me gusta ese anuncio que te dice que te preparas mucho para luego eventos que duran muy poco. Lo que no sé y me inquieta es si quiere decir que es necesario soltar cien euros al mes para luego llegara a los 70 años y disfrutar sólo unos pocos meses de uno ahorros miserables, o de que mejor no preparar nada y vivir la vida loca. Tratándose de una compañía que hace planes de pensiones imagino que será lo primero. El lunes, antes de salir por la noche un rato, estuve viendo la Cabalgata de Reyes por la tele. De pequeña nunca me llevaron a ver ninguna Cabalgata, y tendría yo 6 años o así cuando me enteré de lo poco glam