LA QUE SE AVECINA
Pensaréis que habría perdido el interés en este blog, pero no es así. Desde mediados de octubre, mi vida se ha complicado un montón por cambios críticos en mi vida profesional.
Para empezar, en mi cliente y proyecto asignado, súbitamente han sobrevenido una serie de cambios que se pueden resumir en que mi cliente está como gallina sin cabeza.
Han nombrado a dedo a un responsable relacionado con auditorías financieras y se ha dedicado a proponer medidas que parecen sacadas de la película "Bananas" de Woody Allen. No voy a entrar en detalle, pero me afecta negativamente en que, un contrato que ya dábamos por estable hasta el 2017, nos lo quieren rescindir a mediados del 2014.
Y encima me entero de forma casual. La respuesta que recibo es de lo más hipócrita. Claro que no querían contármelo hasta más tarde, porque ahora con seis meses de antelación está claro que ya no me voy a dejar los cuernos trabajando más por esta gente que consideran que la seguridad lógica de todos sus centros en España tiene el mismo valor empresarial que el servicio de catering (con todos los respetos por los camareros).
Esto ha ocasionado que mi jefe en la consultora a la que pertenezco ande como loco por sacarme de ahí lo antes posible y putear al cliente, claramente.
Claro que la primera puteada seré yo, que me quedaré sin estabilidad de horarios y lugar de trabajo y a merced de que me puedan echar a la calle en cualquier momento si no consiguen encontrar otro cliente que pague mi sueldo más su mordida, claro.
Como están los tiempos y con la edad que tengo, no es nada halagüeño el futuro que me espera. Mientras tanto, estoy sola cual ángel de Charlie, porque a mi jefe en el cliente lo acaban de trasladar súbitamente a otro puesto, y no tenemos todavía sustituto. Esto no me produce más trabajo, a fin de cuentas mi compañero y yo nos comemos todo el trabajo del departamento, pero sí más incomodidades y falta de estabilidad. A ver quién nos traen, y qué excentricidades tendrá. Hasta ahora, los jefes en mi cliente sólo saben ponerse las medallas por el trabajo que nos comemos los currinchis, básicamente, y se dedican a marearnos con tonterías, básicamente, para demostrar que están ahí para algo más que para firmar facturas y apretar manos.
Estoy muy preocupada porque ahora mismo necesitaba estabilidad por unos meses como el comer, porque estoy ahora mismo sumergida en mi plan B (perdonad que no os lo cuente por si acaso, la mayoría sabéis a qué me refiero), y ese plan B requería mucho de mi tiempo libre, que cuanto más jaleo haya en el trabajo, menos tiempo libre voy a tener, con el peligro de que mis planes actuales se rompan.
A todo esto, además de trabajar y trabajar en este mar zozobrante, estoy también en el Plan C, que es hacerme con una cartera de contactos profesionales suficientes, alianzas y promoción a título personal, para dentro de unos cinco años montarme por mi cuenta (aunque ahora si fuera al paro en unos meses, voy a tener que adelantar este proyecto claramente). Esto ha propiciado que me haya tirado varios fines de semana preparando una ponencia en un congreso de auditores de informática, que ha gozado de un éxito que no esperaba, pero que me pone en mejor disposición actualmente con mi asociación profesional de referencia. Incluso estoy pensando en entrar en la Junta directiva de esta asociación el próximo año. Esto no me da dinero ahora mismo, pero sí prestigio, contactos y sobre todo, estar al día de lo que debo estar al día, que en la informática es renovarse o morir.
Y no hay que olvidarse del Plan Bebé 2013 o ya mejor 2014. Asustados tengo los ovarios con tanto jaleo a mi alrededor. Claro que hace dos años estaba también así y mira, conseguí quedarme embarazada, aunque luego lo perdiera. Quíén sabe, igual a mis ovarios les va la marcha. Ahora mismo lo único seguro que tengo es una cistitis, porque ayer estaba tan liada con un asunto tan importante, que aguanté el pis toda la mañana y ahora estoy super molesta. Esto es lo único claro respecto a mi aparato genito-urinario. Y bueno, que igual dentro de ocho días me baja la regla, asustada debo tenerla.
Todo este maremagnum de eventos ha hecho que durantes estos dos meses apenas he podido seguir con mi plan de dieta y ejercicio. Lo he intentado, pero no he seguido el plan trazado. Espero poderlo retomar, pero la verdad, no depende de mí. Aún así, estoy alrededor de 70 kilos, no está mal, pero a estas alturas según el plan que tracé el día 12 de octubre ya debería estar en 68 y bajando. No, no van bien las cosas, pero el mundo no es perfecto. Ni fácil. Y la felicidad dura un suspiro...
Me ha salido un post un tanto agridulce, no era mi intención, seguro que en cuanto duerma algo más seguro que se me ocurrirá algo gracioso. Ahora mismo a bote pronto, solo se me ocurren chistes tontos, como ese que dice: "¿Qué hacen ocho bocavits en una bolsa de Matutano?" Está claro, un bocabyte.
Bueno, espero volver a mi nivel de ingenio del que suelo hacer gala, pero es que desde hace un par de meses, cada vez que salgo a la calle por las mañanas, parezco Gladiator, yendo a la arena a vencer o morir De momento, como Spartaco, es lo primero, pero cada día hay un combate nuevo en mi vida.
Por cierto, un saludo a mis compis de foro de fertilidad, son un cielo y me están ayudando mucho a pasar estos tiempos difíciles. La verdad es que para algunas mujeres, la vida es, más que la caja de bombones de la que hablaba Forrest Gump, una bolsa de pimientos de padrón, y cuando pican, no tienes agua a mano para aliviarte.
Otra cosa más: No me gusta el planteamiento de Helen Fielding respecto al tercer libro de Bridget Jones, con una Bridget cincuentona, viuda, con dos niños pequeños llenos de piojos. No, ahí no me quiero parecer a Bridget Jones, porque no quiero quedarme viuda, y aunque me gustaría tener dos niños, espero que los míos no estén siempre piojosos, válgame. Debe ser que en UK no conocen el Filvit Champú o hacinan aún más los niños en los colegios que aquí en España. Jarl.
Para empezar, en mi cliente y proyecto asignado, súbitamente han sobrevenido una serie de cambios que se pueden resumir en que mi cliente está como gallina sin cabeza.
Han nombrado a dedo a un responsable relacionado con auditorías financieras y se ha dedicado a proponer medidas que parecen sacadas de la película "Bananas" de Woody Allen. No voy a entrar en detalle, pero me afecta negativamente en que, un contrato que ya dábamos por estable hasta el 2017, nos lo quieren rescindir a mediados del 2014.
Y encima me entero de forma casual. La respuesta que recibo es de lo más hipócrita. Claro que no querían contármelo hasta más tarde, porque ahora con seis meses de antelación está claro que ya no me voy a dejar los cuernos trabajando más por esta gente que consideran que la seguridad lógica de todos sus centros en España tiene el mismo valor empresarial que el servicio de catering (con todos los respetos por los camareros).
Esto ha ocasionado que mi jefe en la consultora a la que pertenezco ande como loco por sacarme de ahí lo antes posible y putear al cliente, claramente.
Claro que la primera puteada seré yo, que me quedaré sin estabilidad de horarios y lugar de trabajo y a merced de que me puedan echar a la calle en cualquier momento si no consiguen encontrar otro cliente que pague mi sueldo más su mordida, claro.
Como están los tiempos y con la edad que tengo, no es nada halagüeño el futuro que me espera. Mientras tanto, estoy sola cual ángel de Charlie, porque a mi jefe en el cliente lo acaban de trasladar súbitamente a otro puesto, y no tenemos todavía sustituto. Esto no me produce más trabajo, a fin de cuentas mi compañero y yo nos comemos todo el trabajo del departamento, pero sí más incomodidades y falta de estabilidad. A ver quién nos traen, y qué excentricidades tendrá. Hasta ahora, los jefes en mi cliente sólo saben ponerse las medallas por el trabajo que nos comemos los currinchis, básicamente, y se dedican a marearnos con tonterías, básicamente, para demostrar que están ahí para algo más que para firmar facturas y apretar manos.
Estoy muy preocupada porque ahora mismo necesitaba estabilidad por unos meses como el comer, porque estoy ahora mismo sumergida en mi plan B (perdonad que no os lo cuente por si acaso, la mayoría sabéis a qué me refiero), y ese plan B requería mucho de mi tiempo libre, que cuanto más jaleo haya en el trabajo, menos tiempo libre voy a tener, con el peligro de que mis planes actuales se rompan.
A todo esto, además de trabajar y trabajar en este mar zozobrante, estoy también en el Plan C, que es hacerme con una cartera de contactos profesionales suficientes, alianzas y promoción a título personal, para dentro de unos cinco años montarme por mi cuenta (aunque ahora si fuera al paro en unos meses, voy a tener que adelantar este proyecto claramente). Esto ha propiciado que me haya tirado varios fines de semana preparando una ponencia en un congreso de auditores de informática, que ha gozado de un éxito que no esperaba, pero que me pone en mejor disposición actualmente con mi asociación profesional de referencia. Incluso estoy pensando en entrar en la Junta directiva de esta asociación el próximo año. Esto no me da dinero ahora mismo, pero sí prestigio, contactos y sobre todo, estar al día de lo que debo estar al día, que en la informática es renovarse o morir.
Y no hay que olvidarse del Plan Bebé 2013 o ya mejor 2014. Asustados tengo los ovarios con tanto jaleo a mi alrededor. Claro que hace dos años estaba también así y mira, conseguí quedarme embarazada, aunque luego lo perdiera. Quíén sabe, igual a mis ovarios les va la marcha. Ahora mismo lo único seguro que tengo es una cistitis, porque ayer estaba tan liada con un asunto tan importante, que aguanté el pis toda la mañana y ahora estoy super molesta. Esto es lo único claro respecto a mi aparato genito-urinario. Y bueno, que igual dentro de ocho días me baja la regla, asustada debo tenerla.
Todo este maremagnum de eventos ha hecho que durantes estos dos meses apenas he podido seguir con mi plan de dieta y ejercicio. Lo he intentado, pero no he seguido el plan trazado. Espero poderlo retomar, pero la verdad, no depende de mí. Aún así, estoy alrededor de 70 kilos, no está mal, pero a estas alturas según el plan que tracé el día 12 de octubre ya debería estar en 68 y bajando. No, no van bien las cosas, pero el mundo no es perfecto. Ni fácil. Y la felicidad dura un suspiro...
Me ha salido un post un tanto agridulce, no era mi intención, seguro que en cuanto duerma algo más seguro que se me ocurrirá algo gracioso. Ahora mismo a bote pronto, solo se me ocurren chistes tontos, como ese que dice: "¿Qué hacen ocho bocavits en una bolsa de Matutano?" Está claro, un bocabyte.
Bueno, espero volver a mi nivel de ingenio del que suelo hacer gala, pero es que desde hace un par de meses, cada vez que salgo a la calle por las mañanas, parezco Gladiator, yendo a la arena a vencer o morir De momento, como Spartaco, es lo primero, pero cada día hay un combate nuevo en mi vida.
Por cierto, un saludo a mis compis de foro de fertilidad, son un cielo y me están ayudando mucho a pasar estos tiempos difíciles. La verdad es que para algunas mujeres, la vida es, más que la caja de bombones de la que hablaba Forrest Gump, una bolsa de pimientos de padrón, y cuando pican, no tienes agua a mano para aliviarte.
Otra cosa más: No me gusta el planteamiento de Helen Fielding respecto al tercer libro de Bridget Jones, con una Bridget cincuentona, viuda, con dos niños pequeños llenos de piojos. No, ahí no me quiero parecer a Bridget Jones, porque no quiero quedarme viuda, y aunque me gustaría tener dos niños, espero que los míos no estén siempre piojosos, válgame. Debe ser que en UK no conocen el Filvit Champú o hacinan aún más los niños en los colegios que aquí en España. Jarl.
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