CONSECUENCIAS DE LOS ATRACONES NAVIDEÑOS

PARAMETROS Y MEDIDAS

Acabo de leer en el anverso de un periódico: Las navidades acaban, pero los kilos siguen ahí… Ay, cuán cierto es… Ni siquiera mi gripe estomacal ha conseguido bajarme los kilos de más…Bueno, todavía me sobran casi dos kilos sobre mi peso prenavideño…59,2Kg, la báscula es cruel conmigo…¿Tendré algún problema de tiroides? No, el único problema es que no tengo fuerza de voluntad para decir: No, basta, no quiero comer cordero, ni langostinos, ni jamón serrano, ni canapés, ni turrón. Tampoco me pongáis más cava ni rosado. A mí sólo brócoli y agua sin gas…Vaya aguafiestas sería, ¿no? Total, uno se lo está pasando bien y no cuenta calorías, eso lo dejo para la protagonista del famoso libro de la Fielding. Yo no he aprendido a contar calorías, ¿eso qué son? Sólo sé que si me voy de comilona con: Los compis del departamento, de cena cocktail oficial con el resto, de cena marchosa con las chicas del gimnasio, de aperitivo-comida y cena con el resto de amigos y luego me atizo cinco días en Málaga a buffet libre más la cena de Nochebuena, la comida de Navidad, la de Nochevieja y el roscón de Reyes…Si a eso le sumamos alguna que otra invitación, copita y demás…Suma todo: 3kilos. Ya, ya, la semana pasada bajé casi kilo y medio, pero el método no se lo recomiendo a nadie…Además, luego el domingo me atraqué de Roscón y gané medio kilo…Si es que no puede ser…

Bien, voy a empezar a tomar medidas. A ver: Peso: 59,2. Bueno, mi ICM es de 21,3, no sé de qué me quejo, según los médicos, todavía me quedan algunos kilitos para empezar a ser una buena jamona…Pero ya, el problema es que los vaqueros ajustados me están empezando a apretar demasiado el piercing del ombligo y eso sí es un problema. Además, no está en mi presupuesto el gastarme 100 euros en dos pantalones nuevos porque hay aumentado una talla. Mejor me pongo a dieta y recupero mi talla anterior, así ahorro dinero, porque el brócoli es más barato que la ternera…

Ya puestos a tomar medidas, debería empezar a considerar el hacer más deporte. ¿Pero de dónde saco el tiempo? Ya voy cuatro horas a la semana, y llego a casa a las 22:30. ¿Cuándo me pongo a practicar más deporte? ¿Los viernes por la tarde? Ja. ¿Y cuándo hago la compra o me hago la manicura, me depilo o simplemente, me corto las uñas de los pies o me pongo crema en la cara? Porque, lamentablemente, por las mañanas, la ducha cuartelera, cinco minutos y sal volada, no da tiempo a aplicar el exfoliante, el emulgente, el anticelulítico, la mascarilla desincrustante, la antiacneica y de crema quitacutículas ya ni hablemos, claro. No, definitivamente, va a ser que el viernes por la tarde no. ¿El sábado por la mañana? Ah, claro, ¿Y cuándo duermo siete horas de un tirón? El domingo no, porque el sábado salgo hasta tarde, luego el pariente me reclama por la mañana… No, el domingo no. Y el resto de la semana no sé ni cuánto duermo, calculo que una cantidad indeterminada entre las 4 y las 5 horas, eso si contamos con que es dormir el quedarse exhausta en el sillón a eso de las 1:30 y luego abrir un ojo pelada de frío a las 3:30 que es cuando los de la teletienda se ponen a todo trapo a anunciar cosas tan absurdas que mi sistema de sueño Rem es incapaz de digerir. Ayer, por más señas, estaban anunciando un GPS y yo soñaba que era capitán de navío y estaba con la fragata Príncipe de Asturias navegando hacia Holanda. ¿Por qué? Por lo de Sistema de Navegación, así de simple. Pero luego anunciaron la cosa esa que limpia todo y deja las monedas relucientes y …Pop, desperté de mi sueño lúcido. Mi cerebro era incapaz de proyectar ninguna imagen agradable que se pudiese asociar con semejante memez…

Bien, el sábado lo dedico a dormir algo por la mañana, y a hacer las tareas de la casa al mediodía… El domingo por la mañana me reclaman mis “otros deberes” y luego toca comer con la familia. ¿Qué tal el domingo por la noche? Bueno, pero ¿Y cuándo estudio si no? Os reiréis, pero el año pasado intenté aunar ambas tareas, y conseguí alguna vez pedalear en mi bici estática mientras pasaba las páginas del libro de alemán. Hasta ahí bien, se pueden escuchar los CDs de audio, etc. Pero el problema viene porque me corta el ritmo, ya que tengo que bajarme a cambiar el CD, coger el diccionario para mirar una palabra… Y eso no digamos si tengo que conectarme a Internet…No me extraña que la población engorde, es que la tecnología internauta y el deporte no se llevan bien. Podrían, no sé, inventar un sistema de Internet a Pedales, o que funcionara la televisión mientras pedales, y cuando dejas de pedalear se apaga… Sí, sí, reiros, reiros, pero es la única manera que veo de que los niños de ahora hagan deporte y las trabajadoras estresadas también. Lo de los 30 minutos de ejercicio exprés a la hora de comer tienen un gran inconveniente: Cambiarte y ponerte el chándal antes, llegar al sitio, ducharte, cambiarte de vuelta y regresar. Se tardan 30 minutos en el gimnasio y dos horas en el resto. No compensa. Prefiero ir una hora a mi gimnasio y ducharme en casita a la vuelta, así sólo necesito una ducha al día, lo cual ahorra agua, tiempo y energía…

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