El invierno de Vivaldi

HACE UN FRÍO QUE PELA

Bueno, esto no es noticia, hace un frío que pela en toda España, vaya que sí. Ahora mismo llevo más capas que una cebolla del Carrefour, y he tenido que resguardar a Pinchitos, mi cactus (cada uno tiene de mascota lo que le da la gana, eh?) porque esta mañana ha amanecido con un carámbano encima. Espero que cuando vuelva haya resucitado, que el pobre tiene más vidas que la botella del anuncio de reciclaje del vidrio.

Ayer además, por la noche, no conseguía entrar en calor ni a tiros, y mira que puse alta la calefacción cuando llegué a casa. Pero nada. No hay manera. Debe ser porque estuve viendo la final de patinaje masculino en el EuroSport de la parabólica, ya que el resto de cadenas autóctonas estaban emitiendo en aquel momento programas plomizos…


En fin, tanto hielo me deja helada, así como el ver cómo aquellos chavalines van en patines de cuchilla más cómodos que yo con mis patucos de color verde. No es justo, si yo intento hacer un Axel (pirueta de salto más giro supercomplicada) a buen seguro de que me rompo no sólo las dos rodillas sino la cadera, las costillas y el páncreas…

Lo que más me mola de todo son los trajes que se gastan, todo apretados cual Nacho Duato de turno, pero con colores y diseños que ya le gustaría a la Agata Ruiz de la Prada, qué barbaridad, todos originales y monos ellos. Además, he descubierto viendo la clasificación, que si quieres triunfar como patinador, tienes que ponerle a tu hijo Sergei, porque estaba la tabla de patinadores clasificados inundada por ese nombre mágico. De Gustavo o Antonio no vi ninguno, cachís, va a ser cuestión de un nombre, como decía Oscar Wilde, todo un crack, la importancia de llamarse Ernesto, claro que traducido así al español no tiene el mismo doble sentido gracioso (The Importante of Being Earnest ).El juego de palabras viene de que Ernest, nombre de pila del protagonista se pronuncia igual que el adjetivo Earnest, que significa, recto, serio, severo, como era gala de los hombres de la época victoriana.

Bueno, divagando, divagando, que si quieren ustedes tener una hija bailarina, no la llamen Gertrudis, llamenla Maya, Anna o si prefieren incluso Alicia, Margot o Ginger pero no Gertrudis ni Berta, porque eso condiciona mucho, de verdad. Es por eso por lo que la famosa Laura Corradini se cambió el nombre por el de su abuela Chenoa, porque un nombre, y de eso saben mucho los cabalistas, es mucho más que un nombre…



Bueno, después de ver a tanto Sergei danzando en leotardos de colorines por el hielo me fui, toda peladita de frío, a la camita, y, jolín, me tuve que poner unos calcetines gordos de lana, de esos de dibujitos de corazoncitos que sólo los saco para hacer Pilates (como el yoga, pero en occidental), y me he acordado del comentario de un amigo el otro día, que decía que echaba a su ex en invierno porque se le quedaban helados los pies… Sí, la verdad en estos momentos envidio a las emparejadas porque yo tengo un amigovio, que viene a ser algo así como un novio, pero luego se va con su mamá a que le arrope, y eso claro, no es bueno en invierno, claro que en verano y con el calor que hace, sin aire acondicionado ni nada, pues igual se es de agradecer, bueno, eso y cuando está acatarrado que ronca como una marmota de 600 kilos…En fin, yo también supongo que debo roncar, pero como nadie me lo ha dicho todavía, vivo en la ignorancia al respecto…Bueno, alguien me comentó que más que roncar daba silbiditos como una flautita, debe ser por la laringitis crónica, digo yo o por el tabique nasal también crónicamente desviado…

Mañana, para rizar más el rizo nevado pensaba irme a la montaña, pero como no estoy todavía repuesta del todo de mi hiper mega trancazo, me voy al Tibet, metafórico, claro, a lo que me voy es a cenar a un restaurante Tibetano con mi amigo M.H.L, el casuístico, a ver que se cuenta…De momento el muy puñetero va y me dice que no vaya muy escotada, no sea que se le escape la vista por instinto y a mi amigovio o a la suya (amigovia) se le escapen algún guantazo, claro, y así además no es bueno para la buena convivencia pacífica los cuatro…

La verdad es que me va a venir bien un poco de ambiente tibetano, a ver si me compro el CD de los monjes budistas porque, como no cultive la virtud de la paciencia y pronto, creo que un día voy a estrangular a un “naranjito” (los sujetaparedes que han puesto en el Metro supuestamente para distribuirnos adecuadamente y así evitar averías, porque es que somos como niños los usuarios, no sabemos distribuirnos y claro, necesitamos empujadores de esos…Lo de los choteos, trenes viejos y averías eléctricas, de eso no se habla, claro). Hoy por ejemplo ha habido una presunta avería eléctrica y menos mal que he salido muy pronto, si no, ya habría llegado tarde al trabajo…