Si el trabajo es salud ...



Dice el dicho que “Si el trabajo es salud, entonces que trabajen sólo los enfermos”.

Y es que se hace duro meterse de nuevo en faena después de tantos días de fiestas, turrones, copitas y celebraciones.

Y eso que, en mi caso, celebraciones en plan apoteósico no ha habido ninguna, si incluso me quedé en casita en Nochevieja.

Pero es que el sólo hecho de no pegarme el madrugón padre para ir a trabajar, eso ya me sabe a gloria.

Estos días libres he aprovechado a hacer mil recados. Y esto lo digo también para que los amigos malpensantes que se imaginen que no he encontrado hueco para verles porque estaba de borrachera en borrachera, que sepan que nada más lejos de la realidad.

Pero es que he tenido que hacer los mil recaditos que he tenido que dejar pendientes por falta de tiempo material, después de tirarme varios meses más tiempo fuera que dentro de España.

Entre los recaditos que he cumplido, y tenía previstos están los siguientes:

- Llevar el coche al taller y luego recogerlo y pasarle la ITV, que entre unas cosas y otras se me han ido dos mañanitas enteras.

- Hacer las compras navideñas de Papá Noel y los Reyes Magos, y nada de ir a última hora al Todo a Cien que se nota, y luego la gente pone cara rara, algo así como diciéndote por lo bajo…Tacaña, si con el sueldo que ganas te puedes gastar algo más de cinco euros por pariente cercano, miserable…Y lo que no saben es que para hacer un buen regalo hay que tener tiempo. Además en las tiendas de los chinos no te descambian el regalo y no tienes que perder nuevamente tiempo en ir a descambiarlo porque el pijama tiene un hilito o el reloj la pantalla rayada.


- Limpiar la casa a fondo. Me he tirado dos días enteros sacando sacos de papeles inservibles, facturas reviejas y apuntes de cursos que obviamente ya están caducados, como el Máster que hice en Windows NT allá por el año 98 o el curso de primero de alemán que ahora mismo ya no me sirve de nada estando en tercero…

- Comprar los muebles del salón, aunque claro, me los traerán en un mes, porque ahora las tiendas de muebles sólo venden bajo encargo, para no palmar dinero. Pero ya al menos la tarea de medir paredes, patearme tiendas, comparar precios, comparar calidades y conseguir que alguien entienda que no necesito un mural decorativo en el salón sino una solución práctica para libros, tele, cadena de música y parte de la vajilla, pues ya es bastante. Estos de los muebles están muy mal acostumbrados. Las casas que yo conozco no tienen cocinas de cien metros cuadrados como la de Karlos el cocinero de Euskadi, ni los salones doscientos metros cuadrados, como el pisito de soltero del ex cuñado real. Las casas de mis amigos tienen cocinas de diez metros cuadrados y salones que tienen poco menos del doble de la cocina. Y eso me incluye a mí, con mi minipiso grande de cincuenta metritos escasos.

- Acompañar a mi hermana al veterinario. Y no penséis mal, que a la que llevábamos era a su mascota, una mezcla entre conejo y liebre a la que hay que operar próximamente. Yo no sé si esto es una maldición, pero todo bicho viviente que pasa por casa de mis padres ha pasado por el quirófano en los últimos años o está en riesgo de acabar pasando…

- ¿Salir de parranda? No mucho. He tenido que priorizar un poco y al final he visitado a los amigos que hacía más de seis meses que no veía o a los que no podré volver a ver en otros seis meses. Incluso tengo familiares a los que si no fuera por bodas y funerales, no vería en décadas…

Y ahora, como decía Umbral, voy a hablar de mi libro…O sea de mis ovarios.

Pues me las prometía muy felices hasta esta mañana, y no, no es que me haya bajado la regla o me hayan dicho que tengo displasia de cuello de útero, que eso hasta el lunes no tengo que ir al ginecólogo, no. El caso es que haciéndome los test de internet de LH conjuntamente con la temperatura basal (el rollo ese de tomarse la temperatura por la mañana temprano y calcular la mucosidad, etc)., pues resulta que este mes presuntamente habría ovulado más pronto que nunca, a su debido tiempo, o sea a mitad de un ciclo sano de 28 días. Y hasta ahí estaba todo bien, hasta que esta mañana me ha bajado súbitamente la temperatura, como medio grado respecto a ayer, y esto ya me descabala, porque estaría a seis días de haber ovulado y no me cuadra, así que lo más probable es que esté todo fatal y otro mes perdido. En fin, espero que la temperatura bajísima sea sólo consecuencia de la hipotermia causada por que Z me ha dejado sin manta a medianoche, que si no…

Ya os seguiré contando más. Ahora este mes voy a escribir menos porque me han cambiado de cliente y voy a llegar tan muerta de cansancio a casa que no me va a apetecer escribir ni una línea. Bueno, sí, igual sí, si tengo algo bueno que contar.

Espero que os hayan echado algo bonito los reyes ayer, a mí me echaron este saco de carbón que os pongo en la imagen. Bueno, el saco de carbón y mi perfume favorito, claro, pero primero el carbón a ver qué cara ponía. Este Z es un malo….

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