Los "gérmenes de su padre"


Jo, me vais a regañar y con razón, porque hace mucho que no escribo. Estoy sepultada literalmente en trabajo y estudios, y estoy llegando a casa destrozada física y moralmente. Además, esto de intentar fabricar un niño es agotador y hay días en que por desgracia hay que dejar el romanticismo de lado si llegas a casa a las once de la noche y la raya morada del test de ovulación te dice que “toca hacer los deberes” pero estás machacada y, como decía la canció de Mecano: “Pillar la cama, pero en otra variedad”.
Lo único bueno que tiene es mi chico está igual que yo y él también tiene que “hacer el esfuerzo por la patria”. Así que, si bien lo fabricar un baby algunos días tiene poco que ver con “Nueve semanas y media”, lo cierto es que nos está uniendo bastante y no me refiero en lo obvio de las abejitas y las florecitas, sino como equipo y como pareja con un objetivo común.
Para no acabar como las maracas de Machín, ayer nos tomamos un break en nuestras obligaciones y nos fuimos a la sierra a hacer un poco de deporte (caminata) y así intentar mantener las lorzas a raya y la cabeza oxigenada.
Lo del oxígeno sí que debe ser que nos hacía falta, porque al final acabamos rojos como dos langostas , y yo con los pies llenos de ampollas que malditas las deportivas que me llevé que tienen mil años y me recuecen los pies, pero bueno, nos divertimos bastante y lo mejor de hacer deporte, es sentarte luego en una terracita a tomarte una cervecita fresquita del pueblo más cercano y descalzarte para que se aireen los pobres pies.
En esas estábamos cuando oímos una conversación de unos lugareños con el dueño del bar, en relación a la hija pequeña de una pareja que estaba berreando a moco tendido:
- Si es que esta niña da mucha guerra y tiene un genio… Yo creo que es que ha sacado los gérmenes de mi marido.
Madre mía, yo creo que esta tía era prima de la Esteban, porque dar semejante patada al diccionario….
Hace años recibí una recopilación, real o fabricada (ya sabéis como es esto de internet y las leyendas urbanas), relativa a frases “célebres” dichas por estas nueva jet-set de barrio marginal…
Leí cosas tales como: “Estar en el candelabro”, “tener drogaína en vena”, etc.
Os pongo algunas que las he sacado directamente de una noticia de un famoso diario (y entiendo que están debidamente contrastadas).
- “Soy mayor, pero no tanto como para ser del Parque Jurídico”, Carmen Sevilla
- “Estoy que no salgo de mi apoteosis”, Norma Duval
- “En dos palabras: esto es im-prezionante”, Jesulín de Ubrique
- “Mi gratitud al presidente de la República de España: José Maria Aznar”, Jeb Bush
“No he leído a Sara Mago”, Esperanza Aguirre.

Como podéis ver, el que tiene boca se equivoca, pero si encima en vez de un pueblo de Avila, regenta uno un país, es Miss España o Ministra de Cultura la equivocación no se queda tan sólo en una anécdota, pero la gente al final acaba riendo la gracia.
Pregunto yo: ¿Se puede consentir que alguien sea famoso y le paguen por salir en la tele o por llevar un ministerio o incluso un país demostrando que no pasaría un examen de quinto de primaria?
De hecho, hace tiempo hubo un programa de televisión buenísimo que se llamaba así : ¿Sabes más que un niño de quinto de primaria? Salvo Miriam Díaz de Aroca y algún otro famoso un poco más estudiado, el resto de famosos invitados lo hizo tan mal que tuvieron que quitar este programa… Y eso encima de ahora la enseñanza deja bastante que desear, que ahora el latin ya no es obligatorio a los diez años, y que se puede llegar hasta la universidad escribiendo “herbir” en vez de “hervir” o el famoso “haber si apruebas” en vez de “a ver si apruebas”. También he dado clase a chicos de segundo de carrera que escribían lindezas tales como: “No se si he echo bien los deveres” en vez de “No sé si he hecho bien los deberes”, y suma y sigue…
Pero el problema me asusta cuando leo periódicos de tirada nacional y sigo viendo erratas bastante sonadas.
¿Es posible que la gente se esté aborregando de tal manera que la cultura se esté perdiendo sin remedio? ¿Será que los “gérmenes” humanos se están degradando en vez de mejorar contradiciendo al Sr. Darwin? ¿Seremos por tanto nosotros más tontos que los guisantes de Méndel?
No es para menos, hace dos semanas me compré un especial cómico del Jueves sobre el fin del mundo y me sorprendió y mucho un artículo buenísimo, os lo recomiendo, sobre una de las causas del fin de la especie humana: “Que sólo los tontos se están reproduciendo mientras que los listos e inteligentes se lo piensan antes de tener hijos”. Yo ya apunté a esto hace años, y creo que en algunos de los primeros post los expuse.
La teoría es que los “tontos” se reproducen más rápido que los “listos”. Veamos la casuística:
- Los adolescentes “tontos” en vez de estudiar para la Selectividad se van de botellón, se emborrachan, no llevan condones, no saben ponérselos, se les rompe y no saben dónde ir por la píldora del día después, luego no saben ponérsela, otros creen que si la chica se pone encima no se puede quedar preñada… ¿Hace falta que siga diciendo más? En vuestras clases del insti, ¿Qué chicos y chicas eran padres adolescentes o tenían que ir a abortar? Haced una correlación con los resultados académicos, no hay sorpresa, ¿verdad?
- En la juventud, ¿quién deja los estudios colgados, se echa novia/novio con veinte años y se casa con veintitrés? Y luego, ¿quién se olvida de tomar la píldora porque no ha entendido el prospecto o no se acuerda de que los condones están pasado de fecha, llevan siglos en la guantera del coche a cuarenta grados en verano, etc, etc, etc? O directamente, ven bonito eso de ser mamá y papá antes de los veinticinco. Pocos entre ellos se llamarán Pedro Duque, trabajarán como ingenieros de innovación en Microsoft o en algunas consultora de esas de hacer mil horas …

Luego, los “inteligentes” al final nos comprometemos con alguien a los treinta y pico, y cuando “las cuentas salen bien y todo es favorable”, resulta que la Naturaleza es cabrona y no hay manera de conseguir tener un hijo, como mucho y a golpe de talonario en la invitro uno frente a los tres de promedio de una familia de clase baja y no digamos ya los “churrumbeles” que puede tener una familia gitana que se ha formado cuando tenían quince años los dos…
O sea, que la especie se acabará porque “los listos” quizás no somos “tan listos” y a los “gérmenes” no les gusta Moliére o Shakespeare ni entienden de “supercuerdas”, tanto sólo de incitarnos a aparearnos dónde y como sea.
Um, ¿será por eso que en la Biblia decía Jahvé eso de “no comer del árbol de la ciencia del bien y del mal”? Igual lo de “el bien y el mal” lo añadieron después y lo que resulta es que la ciencia va en contra de la supervivencia como especie.
Os dejo que reflexionéis, me voy a embrutecer un ratito viendo la tele, a ver si consigo este mes que mis “gérmenes” tengan más ganas de reproducirse.

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