VACACIONES DE VERANO A LO GRAN HERMANO EN BENIDORM
Acaba de terminar mi segunda
quincena de Rodríguez. Ahora me queda una quincena con mi hija pero de
vacaciones en Madrid, a ver qué puedo encontrar para tenerla entretenida, fácil
no pinta, vendrá asilvestrada además de la quincena con el padre… Y no sólo
asilvestrada sino puesta en mi contra…
Esta quincena ha sido más intensa
si cabe que la anterior, y ha incluido una experiencia de cuatro días y medio a
lo Gran Hermano en Benidorm que luego relataré con pormenores. Lo resumo como
que ha sido algo así como volver a mis días de compartir piso pero con playa,
piscina y bares exóticos. Si tuviera que haber un ganador del concurso ese
versión Benidorm creo que sería yo, ya que he sido la más hábil, conciliadora,
resiliente y de buen rollo además de ser la que mejor ha organizado el viaje.
Venga aquí el resumen de la
quincena en términos de tareas, situaciones y lecciones aprendidas:
1.- He aflojado un poco el ritmo
del trabajo, en parte porque ha incluido la quincena seis día de vacaciones y
nueve de trabajo, digo yo que algo ha tenido que ver. Pero he vuelto y me sigo
acordando de la contraseña de acceso, así que no he debido desconectar
suficiente… Próximo año prometo mejorarlo.
2.- Prometí cuidarme más y lo he
hecho: He ido al dentista, al fisio, he bebido un poco menos (aunque el primer
día de la quincena me bebí hasta el agua de los floreros, pero luego aflojé a
una cosa normal). Y he pisado un gimnasio. Si puedo y me cuadra, voy en
septiembre.
3.- He hecho una actividad
cultural, visitar un museo, un exposición y una cripta, la de la Almudena, esto
suma puntos para mi grupo de WhatsApp de “Satánicos”.
4.- He comido relajada con las
dos amigas con las que dejé cuentas pendientes la anterior quincena, y de ambas
experiencias he aprendido mucho. Con la primera amiga ha habido un momento que pensé
que estaba viviendo una experiencia mediúmnica o algo así, pero es algo normal
después de varias copas de Godello, va en el pack. Lo importante es que me hizo
ver cosas de mi carácter que había pasado por alto, y me reconcilió con mis
padres fallecidos.
5.- He celebrado con mis amigas
el cumpleaños pendiente. No ha habido tarta ni nada parecido pero sí copas en
una terraza con una fiesta africana o algo así, una cosa exótica, y una cena en
un restaurante gallego de notable por lo menos.
6.- He hecho todos o casi todos
los recados que tenía pendientes de la vuelta al cole, por fin y menos mal.
7.- He descongelado y limpiado a
fondo la nevera. Me costó un poco pero ya está hecho.
8.- No he ligado pero casi, casi,
casi casi… Conocí a un chico en el metro jovencito, buena pinta pero luego me
rajé, me dio un poco de yuyu…No quise subirlo a casa. Veréis, íbamos a quedar
otro día a tomar una cerveza, había buen rollo de mensajecitos pero de repente
va y me viene con… O un sándwich. ¿Quién queda con una chica que acaba de
conocer expresamente para tomar un sándwich? ¿Es que es un indigente y tiene
escondido el perro, la flauta y la bicicleta en un trastero de alquiler? Me dio
mal rollo y no he vuelto a hablar con él.
9.- He visto a mi hija dos veces
por el tema del corsé dichoso, y he aprovechado para rematar temas del uniforme
pendiente.
10.- He pasado una tarde noche de
karaoke sensacional y he ido a las fiestas de San Cayetano.
11.- He ido a cinco fiestas
pijas. Al final me han metido en el WhatsApp de los yogurines, que en broma se
hacen llamar Satánicos o algo así. A mí estos aprendices de Belcebú no me van a
doblegar, si el infierno lo inventé yo porque me aburría mucho tocando el arpa
entre nubes… La veteranía es un grado.
12.- Me he comprado ropita y cositas
para ponerme un poquito más modernita, incluyendo pantalones cortos modernos,
tipo culote. He adelgazado dos kilos, justo lo necesario para embutirme en unos
shorts como los que llevaba yo con ocho años, pero más glamurosos. Además, la
lorza hay que lucirla, y más si ha cogido colorcito.
13.- Me he puesto razonablemente
morenita, no demasiado pero he pillado colorcito en Benidorm.
14.- He bailado en la piscina del
hotel con un grupo de franceses muy enrollados.
15.- He visto a la sucesora de
Sticky Vicky, una pena que haya muerto, el show de acrobacias del chirimoyo ya
no es es lo que era, pero me apetecía curiosear. El chico que vino conmigo
alucinaba, y es que Benidorm de primeras impresiona, a la larga es como una
droga, acaba enganchándote, aunque una de las chicas del grupo que yo creo que
era ex monja de Belorado ponía una cara como si la hubiéramos llevado a Sodoma
Y Gomorra, y eso que no vio el hammer en el baño, aunque sí vimo al famoso “enanito
follarín” de Benidorm y a las diablesas asomándose cual fulanas del Barrio Rojo
de Amsterdam. Ah, y he estado disfrutando como una niña en una fiesta de la espuma.
Me ha faltado subirme al Toro Loco como de costumbre pero iba llena de
moratones por culpa del fisio.
En fin, me he relajado, me he
divertido, he visto a gente que no había visto en la quedada anterior, y sobre
todo, he estado en Benidorm…
MI ex, Mr. O ya se ha encargado
ayer de jorobarme la vuelta de vacaciones con sus mierdeces de costumbre, que
por no sufrir doblemente voy a dejar de contarlas pero ayer tarde yo agotada de
un viaje palizón y él todo el rato piki piki piki piki…Ah, y su madre, esa sí
que habría que meterla en un grupo de whatsapps pero de brujas de Salem. Es
increíble que montemos un grupo de quedadas de cuatro desconocidos para ir a
Benidorm y la convivencia haya ido bastante aceptable aún en un apartamento
diminuto, y con un sujeto que se supone que se casó por amor, la convivencia
durante el matrimonia fuera un infierno y ahora todavía sigamos teniendo
broncas cada dos por tres, por básicamente su deseo de mangonearme a su interés
tomando como rehén a la niña.
Lo del viaje a Benidorm surgió
como de la nada a finales de julio, a partir de un grupo de whatsapps de Viajes
por España. Fuimos proponiendo, cuadrando fechas y al final quedamos tres
finalistas, a lo que a última hora se sumó la chica que muy bien podría cuadrar
como “ex monja de Belorado”. De haberlo sabido que era tan conservadora e iba a
ir en modo madre no habríamos aceptado que entrase, pero nos venía bien para
pagar menos y venía recomendada por la otra chica del grupo.
Pero pronto empezaron los
problemas. La monja tenía un solo vicio, y era el más desagradable cuando
compartes piso que es el fumequeo. Mira que pregunté primero, que nada de
fumadores, pues nos tuvieron que colar una, y encima arrastró a la otra, fue
como una orgía de tabaco de liar. Al menos conseguimos que fumaran sólo en la
terraza, porque si no las hubiéramos tirado por la ventana, y es un piso
diecisiete. Luego tuvimos mosqueo por el aire, estaba muy fuerte donde yo y
otro chico dormíamos y flojo donde ellas. Y era un rifi rafe continuo.
Luego quién cocinaba. La monja se
autoproclamó cocinera. Lo cierto es que lo hizo muy bien, no tengo ninguna
queja. Y gestionó muy bien la cocina. Yo intenté fregotear todo y se salió el
agua del fregadero y lo puse todo que casi salimos en canoa (pero estaba mal el
fregadero porque es igual que en mi casa y en la mía fregó así, con el agua
llenando la pila y no se sale por ningún lado). La otra chica se puso a freír
unos huevos y casi quema la casa, nos llamaron y todo que había saltado el
detector de humos... Unos cracks totales la verdad.
Yo me dediqué a la gestión
económica, la reserva, sitios a los que ir, llevarles de tiendas, etc. Bien
porque no conocía ninguno Benidorm pero mal porque se quejaban de lo que
andábamos. Y mira que ellos tenían bien las piernas y yo los tobillos como
morcillas de Burgos por la mala circulación (voy en breve al cardiólogo), y no
me quejé ningún día, todo lo contrario.
Pero bueno, hubo cosas muy
buenas, como el compañerismo. El chico del grupo se indispuso y las tres
estuvimos ahí para ayudarlo y cuidarlo. No tendría queja desde luego. Y yo me
ofrecí voluntaria para ir a re aparcar el coche o llevar maletas el último día
o cargar con la compra. Y el chaval también estuvo al quite cuidándonos,
ofreciendo su coche para llevarnos, acompañándonos a todos lados, hasta fregó y
todo, aunque no se le veía desde luego muy mañoso, pero bien, en general.
El primer día nos bebimos hasta
el agua de los floreros y de muy buen rollo en la piscina y luego en la playa.
El segundo día un pelín más
flojo, fue el día que se puso mal el macho alfa del grupo, quizás porque fuimos
a la zona guiri y de tanto ver gogós y lechoncitas inglesas le dio un parraque.
Dijo que era una bajada de tensión o de azúcar, yo creo que se le bajó de golpe
del cerebro a otro sitio, ya me entendéis…
El tercer día hubo pelín de
desbandada y acabamos tarde el macho alfa y yo, pero se portó bien y no me
entró ni nada, todo dentro de un orden. Pero sí le sentó mal que las chicas se
quedaran fumando y viendo la tele, en Benidorm, ya les vale.
El último día, viendo que las
chicas iban un poco a su bola, el chaval alfa y yo quedamos con sendos amigos,
él con uno del trabajo y yo igual, con otra amiga, y luego se la presenté. Buen
rollo, yo creo que quería meter ficha a
mi amiga, quién sabe. Las chicas disidentes volvieron al grupo, viendo que
igual eran destronadas, yo que sé. La última noche los tres del grupo original
nos fuimos de marcha y lo pasamos muy bien, fue bastante conciliador. La otra
chica no salió, definitivamente no creo que le haya gustado Benidorm, no es su
rollo, su rollo sería algo más viejennial tipo Santa Pola o La Manga.
Cualquiera le dice de ir a Magaluf o a Formentera…
El viaje de vuelta fue cordial,
nos despedimos y creo que de todo el grupo he hecho un buen amigo con el que
volveré a quedar en septiembre, que ahora se va con la familia de vacaciones y
supongo que también quedaremos con la bachatera, porque creo que sí que le
gusta salir, pero su mejor amiga es un poco garrapata. Así resumo la
experiencia. Yo, la verdad, creo que positiva, porque me han pagado el
apartamento, hemos pagado la gasolina al dueño del coche, hemos hecho compras
razonables con un bote común y no ha habido mal rollo, y hemos dejado el
apartamento aceptable. Demasiado bien para lo que podría haber sido. Y todo conociéndonos
en un chat de viajes. O sea, como un Blablacar pero extendido.
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