FLUYENDO
"Todo fluye, nada permanece". Genial frase del filósofo presocrático Heráclito, que viene a decir que nada se queda para siempre, ni siquiera, afortunadamente, los meses de septiembre y los terribles comienzos de curso. Los que somos padres sabemos de lo que estamos hablando. Deseamos fervientemente que comience septiembre para enviarlos al cole y que nos dejen de atosigar en casa, pero luego los gastos tremendos, la verdadera cuesta del año que deja en pañales a la de enero, y sobre todo, hasta que la rutina llega y se instaura, todo es un caos. Si a esto le sumamos mi cambio de trabajo, que es como un comienzo de curso particular, con un puesto de mayor responsabilidad, os podéis imaginar qué mes de septiembre he podido tener. Y el de octubre… Y ya en noviembre la cosa sigue. Como guinda, cómo no, la celebración del cumple de mi hija (desde luego más cara que mi comunión de pequeña) y de aderezo, tres cumpleaños más y un happening multitudinario del cole con pues...