SIGUE NADANDO, SIGUE NADANDO
Buscando a Nemo es de las pocas
películas infantiles que vi siendo adulta, pero antes de ser madre.
Recuerdo que la vi con Z una
noche de verano en la que estábamos los dos literalmente agotados y nos pareció
una buena opción para coger el sueño. Pero a mí me resultó una película con
filosofía de vida.
Sin meterme a crítica de cine
(eso se lo dejo a mi fugaz ligue del otro día, que es más hábil deconstruyendo
películas que entendiendo las relaciones humanas), voy a extraer unas cuantas
frases que parecen totalmente dummies pero que me sirven en momentos
importantes:
- Para
ser un pez payaso, tienes poca gracia… (hay mucha gente así, caramba…)
- Le
prometí que nunca le pasaría nada… Pero eso no se puede prometer porque
las cosas ocurren aunque te prometas que no te pasarán. (No puedes
protegerte ni encerrarte en una urna para no sufrir, hay que recuperarse y
ya está).
- Confía
en mí. Es lo que se supone que hacemos con los amigos, confiar en ellos.
(Si no confías en nadie, jamás tendrás a alguien bueno en tu vida…)
- Tranquila,
tranquila, también busco a alguien, ¿qué tal si buscamos juntos? (Hay
mucha gente mala, pero siempre hay alguien bueno que te ayuda).
Y… La más importante….
Si no tienes suerte (no has
encontrado lo que buscas), ¿sabes lo que hay que hacer? SIGUE NADANDO, SIGUE
NADANDO!!
Bueno, aprovecho para comentar
que ya hace dos años que soy legalmente divorciada. Bien. Mi vida ha cambiado mucho.
El primer año lo dediqué sobre todo a organizarme en casa, organizar a la
peque, hacer nuevos amigos… Lo que se llama básicamente reconstruir una rutina
y una forma de vida.
Este segundo año, más estable, he
intentado recuperar mi vida sentimental pero ha sido un poco desastre. Por eso
digo lo de… Sigue nadando, sigue nadando. No es un drama, es que cuesta
encontrar a alguien, sobre todo si al principio no tienes claro lo que buscas,
o si no lo sabes dejar claro a los “pretendientes”.
Los hombres son más claros que
las mujeres. No están influenciados por películas de “romance ficción”. Si
alguno se va a frecuentar “mujeres de afecto negociable”, no se montan una
película Pretty Woman. A lo más que llegan es a darle charleta a la chica del
burdel y poco más. Una especie de dos por uno entre alivio físico y psicóloga
de guardia. Pero nunca les compran trajes de Armani ni las llevan a una carrera
de caballos.
Sin embargo, las mujeres, yo incluida,
somos tontas y nos montamos películas donde no las hay. Vemos a un tipo desarrapado y borracho en una
discoteca y nos parece un encantador Nicolas Cage en Leaving las Vegas. Y no,
esa película es triste y el ejemplo de que los perdedores atraen a otros
perdedores. Si quieres a un ganador, no te compadezcas de los perdedores, dona
a una ONG si quieres para que los recojan de
debajo de un puente y los rehabiliten, pero no te lleves a uno a tu
casa. Si quieres llevarte a un ser indefenso, que se mee por todos lados y te
dé tarea, adopta a un perro, no a un patán de bar.
A fuerza de palos, estos últimos
años he despabilado y mucho. Lo primero que he aprendido es a detectar cuando
algo no funciona como debiera y a separar el grano de la paja, esto es, hombres
para pasar un ratito con o sin pimpampún y hombres a los que se les puede
llamar para que te acompañen a una cena de negocios o a la ópera, es decir,
material para una futura relación. Pero no caí en la cuenta, como comenté, de
que si te habitúas mucho a un fuckboy te acabas pillando y lo ves como a
Richard Gere. Y no, no lo es, es sólo un chico insulso que conociste en un pub cuando ibas más cocida que un inglés en
Benidorm.
Conclusión: Igual que he dejado
los dulces, que son calorías muy ricas pero vacías, voy a dejar de consumir
fuckboys. (Nota, por si
alguna/alguno/algune no sabe lo que es un fuckboy porque no domina la jerga de
la generación Z, dejo aquí la traducción: “Un chaval que juega con los
sentimientos de una mujer y aunque realmente no le agrada como para tener una
relación con ella, hará o dirá cualquier cosa que una chica quiera escuchar
para poder tener sexo con ella, o para obtener algo de ella como puede ser un
puesto de trabajo, un lugar donde dormir, permiso de residencia en España, o
incluso que le presente a una amiga con dinero con la que mantendrá una
relación en paralelo a la que tiene contigo, que acabarás siendo la tonta que
le facilita las cosas”.
Además, ahora que estoy operada
del útero, tengo que seleccionar muy bien lo que dejo entrar en el “agujero de
la gloria”, no vaya a empeorar mis problemas ginecológicos. Pero sobre todo, me
preocupa todavía más el tiempo que me hacen perder estos tipos desgraciados.
Una temporadita de abstinencia no
me va a venir mal, de momento ya llevo un mes.
Luego está el tema del mensaje
que proyecto al exterior. No sé por qué narices el ser una chica graciosa y
vacilona es sinónimo para unos cuantos de “chica fácil”. O el ser una madurita con buen trabajo y piso
propio ya hace que alguno piense en ti como su “futuro sueldo Nescafé”.
Lo primero es que soy una mujer
empoderada, una “zorra de postal” y no soy fácil ni difícil, soy una mujer que
decide cuándo y cómo me voy a llevar a un macizorro a mi gruta, y ni pienso en
volverme a casar, ni en hacerle hueco a nadie en mi armario. Por tanto, debo
calcular antes si, como el chiste del vasco, voy a por Rolex o a por setas,
porque las dos cosas a la vez no se pueden buscar, como reza el chiste. Esto es
lo primero que me debo meter en la cabeza. Y que en los pubs el 95% de los
hombres van a por setas, no a por Rolex.
Por supuesto, también debo
meterme en la cabeza la idea de que yo soy Rolex, no una seta de cardo. Y que
no se les puede echar caviar a los ceros.
Encontrar el otro 5% de hombres
que pueblan pubs y fiestas singles, pero son tíos interesantes y moralmente
aceptables y entablar una amistad a base de frecuentar los mismos sitios es
posible, pero probablemente con todo el jaleo de la fiesta, es harto difícil.
La ventaja de los pubs es que los
hombres que van de caza tienen el listón no muy alto en lo que a requisitos
físicos de la chica se refiere. Y yo, que estoy un poco fondona, puedo tener
opciones. Lo malo es que la mayoría sólo quieren un rollete como mucho. Mal
asunto. Me repito de nuevo: “ Bridget, eres un diamante, no una baratija de
bazar” Vale que haya que pulirte un poquito y quitarte alguna impureza, pero
eres diamante, no zirconita.
No está mal divertirse un poco,
siempre que se quede claro el asunto. No me disgustan los hombres que van a un
pub a ligar a corto plazo. Lo que me molesta son los que “te comen la orejita”
con promesas de amor y chorradas variadas después del primer pimpampún para que
sigas enganchada, incluso aunque la noche con ellos fuera de lo más mediocre
(aka fuckboys).
Ese tipo de hombres son los que
verdaderamente me caen mal porque a las pocas citas se les empieza a ver el
plumero y o bien les mando yo a tomar por donde amargan los pepinos o bien son
ellos los que empiezan a inventarse excusas inverosímiles para salir del lío en
el que se han metido. Son “bienquedistas” y practican algo que los yankies
llaman “BreadCrumbing” que es algo así como ir dando migajitas para que no te
vayas del todo y, si les falla el ligue actual, puedan volverte a llamar en
plan de “churriagenda”. Al fin y al cabo, por puro cálculo estadístico seguro
que de cien chicas alguna picará por el motivo que sea.
Como digo, no me importa tener
amigos sólo para el tema sexual. Lo que me molesta es que la cosa salga de
madre y te hagan creer que hay una relación donde no la hay. Yo ahí soy muy
clara, clara y meridiana.
Obviamente puede ocurrir que
conozcas a alguien y al final no te convenza. En el camino, hay que valorar
todo. Pongamos que conozco a un chico que parece majo, tiene trabajo, vive por
su cuenta, es educado y atento, culto… Pero a la sexta cita resulta que me dice
que su hobby es ir a ver corridas de toros, su colección de pistolas y cazar
perdices… Igual no sé, me empieza a chirriar. O qué sé yo, que tiene una
plantación de marihuana en su jardín y ha enganchado el cable de luz a la
comunidad de vecinos… O que pasó tres años en la cárcel por robar en la empresa
donde trabajaba… No sé, cositas así. Claro que yo también he sido buena pieza,
igual tengo que empezar a estar más calladita cuando salgo con alguien y no
contar prematuramente mis “travesuras” del pasado. ¿Será por eso por lo que
huyen algunos? En fin…
Luego hay temas que sé que son
stoppers. Hay hombres divorciados con hijos que, cuando les cuentas que tú
también eres divorciada y con hijos, pareciera que la cosa podría ir bien, pero
qué va. Normalmente los divorciados con hijos de mi edad raramente tienen la
custodia compartida o bien sus hijos son ya mayores, comen solitos vaya, con lo
que hay una asimetría en el tiempo libre que es muy peligrosa para una
relación. Me explico: Yo estoy sin hija cuatro días al mes y ellos es al
revés. Y ya sabemos que cuando el diablo
está ocioso… Mata moscas con el rabo. Pues eso. Pedirle fidelidad a un sujeto
de cuarentaypico que hace pocos años se divorció y que va estar sin encamarse
contigo doce días… Es difícil, a menos que el chico sea aprendiz de tantra…Es
muy complicado.
Mi target entonces debería ser
hombres con hijos pequeños y custodias compartidas, pero esos hombres son de
taitantos y no frecuentan mis garitos. ¿Dónde se meten estos especímenes? Debo empezar a averiguarlo. De momento me
estoy metiendo a codazos en los grupos de meetup de 25 a 45.
Si tienen una semana ocupada con
niños estarán como yo, encerrados en casa.
Y si están libres, estarán por ahí, imagino que machacándose en el
gimnasio, haciendo la compra o tomando cervezas con amigos, buscando a chicas
de veintiypocos, que no les compliquen la vida. Hacerme pasar por una
veinteañera es muy más que difícil, por más que no aparento ni de coña la edad
que tengo, he llegado a mentir en el Tinder y hacerme pasar por treintaypocos y
ha colado (sin retoque de foto, eh?). Pero ya el reto de aparentar veinticinco,
ni con el cirujano de Carmen Lomana creo yo. De todos modos, no se trata de
aparentar ser más joven, sino de ponerme toda buenorra y entrar en la onda de
la generación Z.
En vez de salir tanto los fines
de semana que tengo libre, igual debería empezar por machacarme totalmente,
sobre todo ahora que no tengo impedimento médico. Pero me pierde la fiesta,
debo confesarlo. Además, pasarse todo un fin de semana de deporte después de
doce días currando nonstop y con la peque dando guerra es echar todos los
boletos para que me dé una crisis nerviosa. Necesito apaciguar mi mente con el
sonido arrullador de los hielos golpeando un vaso de gintonic, y soltar todo lo
que se me viene por la cabeza a cuatro amigos tan bala perdidas como yo.
Lo de cultivar una afición para
conocer chicos nuevos estaría bien. Pero, ¿qué afición se puede cultivar un par
de veces solo al mes y que la gente que vaya sea la misma y sea interesante?
Teniendo en cuenta que mi principal atractivo no es físico sino mental, se me
ocurre que igual algún curso de literatura, tertulia o cosa similar, pero mis
experiencias de antaño en este sentido no han sido muy buenas. Recuerdo un café donde iba a tertulias, que
era la única chica joven del grupo. La mayoría tenían edad para cobrar la
jubilación. No es que yo sea edadista, ya me llegará. Pero a día de hoy busco
un hombre joven y sano que me dé caña dentro y fuera de la cama, no un miembro
más de la familia al que cuidar. Se me antoja que igual algún curso de idiomas,
pero hay que tener cuidado. El cuerpo me pide aprender japonés o chino, pero no
sé, me da que un otaku no sería un buen novio. Y nadie estudia chino por gusto
sino porque se va a ir a vivir a China, mal negocio haría liándome con alguien
que se va pronto…
Más bien la cosa sería volver a
estudiar algún idioma molón, del que pueda sacar partido aquí, tipo inglés y
similar. Al fin y al cabo, cuando estudiaba inglés con treinta años ligaba un
montón, y de hecho, de esa cantera saqué a Mr. Z y me duró casi seis años. El
problema es que entonces era una diosa pelirroja de cuerpo escultural y ahora
soy una chica de pelo castaño con diez kilos de más.
Podría apuntarme a senderismo,
pero consume mucho tiempo, no tengo tanto. Además, yo ahora mismo no estoy en
forma óptima ni me queda bien el chándal.
Mi plan entonces para este año va
por este orden:
- Dedicar
algún día del finde libre a hacer deporte de forma discreta e individual,
en plan gimnasio lowcost, parque o vídeo de zumba.
- Invertir
más dinero en ropa y complementos que vayan más acorde con mi status
social, una cosa es ser discreta y otra parecer una homeless.
- Salir
más a excursiones y escapadas, en vez de a tanto pub y bar de noche. A ver
si así conozco a hombres más sanos.
- Apuntarme
a mejorar el inglés. Si no ligo, al menos mejoro currículum.
- Por
supuesto, afinar más y seleccionar mejor. Creo que ya lo estoy haciendo,
pero no estaría de más mejorar mis dotes de superdetective, averiguando
más sobre mis posibles parejas. Por ejemplo, he averiguado este año que
los hombres que no ponen foto de perfil es porque están casados o
emparejados. Si ponen foto de perfil pero es la misma que la del linkedin,
peor aún, son sistemáticamente infieles, son infieles profesionales y usan
el teléfono del trabajo. Hay todavía un grupo de hombres más hábiles aún
que tienen doble SIM, una para su familia y pareja y otra para ligar o lo
que surja, y tienen dos sesiones de whatsapp en el mismo móvil. Pero se
les pila llamando por teléfono, ahí sólo tienen un número al que
contestar. Llámalo por teléfono de vez en cuando. Si resulta que siempre
lo tiene apagado, o tardar mil horas en devolverte la llamada, mal asunto.
Puede ocurrir que trabaje desactivando bombas y no le guste que lo llamen
en plena faena lógicamente, pero si lo llamas a horas que no son laborales
y no te coge nunca el teléfono: Bingo, está casado. Pasa de él. El tema de
los buitres casados yendo a ligar a los pubs es muy típico. Se disfrazan
de singles y van buscando generalmente a mujeres, que como yo, no tenemos
mucho tiempo para quedar. Pero claro, se les acaba pillando. Creo que
chorvo número 9 y J pudieran estar en esa situación, mi olfato me dice que
pequé de poco desconfiada y no comprobé estos datos.
- Otra
cosa: No ligar con hombres que van solos o con el mismo amigo siempre. Son
igualmente buitres carroñeros, puede que no estén casados pero sólo van
pillar cacho de forma despiadada.
A lo que iba al principio y como
dice Dory, ahora que arranco mi tercer año de divorciada/single: Sigue nadando,
sigue nadando.
El primer año fue sobrevivir, el
segundo ha sido el año de ensayo/error: Mr K, chorvo9, J, alguno por ahí que se
me ha cruzado, líos y problemas, pero este tercer año lo voy a llamar: El año
de la superación.
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