La Depresión Postvacacional

Hay un dicho que dice: El trabajo es salud. Pues si el trabajo es salud, yo prefiero la enfermedad de la holgazanería vacacional.

Me tomé dos semanas de vacaciones, dieciséis días seguidos, si contamos sábados y domingos. Y no os podéis ni imaginar qué nudo en la garganta traía por la mañana de camino al trabajo. Tristeza infinita, me siento como un ratoncito atrapado en un laberinto infinito en busca de un miserable quesito con que alimentarme.

Hay quien piensa que si todos tuviéramos los medios económicos para permitirnos "La Dolce Vita" perpetua, nos echaríamos por la mala senda de los vicios y la depravación, pero yo creo que no es así, y que el que quiere echarse a la mala vida, lo hará con o sin trabajo. O lo que es más probable, empiece haciéndolo con trabajo y acabe haciéndolo sin él, y si no que se lo pregunten a mi ex, el famoso S, que va a pasar mañana por enésima vez por el hospital a causa de su mala cabeza...

La verdad es que esta mañana ni me acordaba casi ni de las password de entrada al PC. El día que me olvide por completo de la password podré decir que he podido desconectar totalmente en mis vacaciones. Pero la verdad es que he intentado al menos durante cinco días no entrar en Internet, entre otras cosas porque no me he llevado cacharro alguno a Benidorm y ahí apetecía más navegar el mar real que el digital.

Como digo, algunos hacemos muchas cosas en vacaciones. Os voy a listar las cosas no relacionadas directamente con el curro que he estado haciendo en tan sólo dos semanitas aparte de los cinco días en la playa que luego relato con más detalles:

-Ir al dentista con higiene bucal y revisión de un empaste, todo en dos sesiones.
-Ir a la dermatólogo-esteticista para un tratamiento de mejora de mi acné juvenil trasnochado, neurodermitis se llama creo, pero vamos, es acné asqueroso del que te salen granos de esos duros que no salen con estrujones convencionales y cuando acaban reventando te dejan una cicatriz que vaya...
-Ir al ginecólogo de la clínica de fertilidad para análisis de resultados y sopesar el tema de donación de óvulos. Más que sopesarlo, analizarlo desde el punto de vista ecónomico, porque vaya, si la invitro convencional ya era hipermegacara, la OVO ya es prohibitiva...
-Ir a arreglarme el pelo (corte, tinte, etc.). Esto ya de por sí te lleva una mañana entera.
-Ir al médico por una amigdalitis aguda inoportuna. Tuve la ocasión de conocer a la suplente de mi médico habitual, y es que en la SS no he conocido hasta ahora a un médico titular, ni en mi anterior ambulatorio ni en el actual.
-Ir a la charla informativa obligatoria para la adopción internacional. Otra mañanita entera dedicada a esta tarea, para luego percatarnos de que nos queda la cosa de muy largo y mejor aprovechamos este año que nos queda hasta poder echar la solicitud formal, para ir averiguando más sobre los países y sus condiciones, y ver qué pasa con OVO, hacer talleres, etc.
- Conocer a mis compis del foro de OVO. Una experiencia única, muy estimulante y mucho más productivo que ir a hablar con la psicóloga, que además me cobraría por la sesión.
- Hacer un curso de una tarde de cata de vinos para novatos avanzados. El curso era relativamente barato y lo disfruté un montón. Lo recomiendo para relajarse. Además, te emborrachas mucho menos que ir a tomar cañas con los amigos, porque la cata se limita a dos deditos por copa, ya que el objetivo es degustar y reconocer los vinos y no agarrar una trompa. Como digo, un lujo para el hemisferio derecho del cerebro, tan maltratado por el trabajo de ordenador.
- Ir al gimnasio tres veces. Um, no pude ir más por culpa de la garganta. Aún así, una de las veces que fui hice una sesión muy interesante de yoga con meditación zen. No llegué a la iluminación de Buda, pero comprobé con ilusión que voy por el buen camino de salud del espíritu.

- Ir de compras por las rebajas, por pocos euros tengo ropita ya para el gimnasio y para las reuniones de trabajo de este otoño.

- Cañas/Cena/Cafetito/Comida con Amigos, pandilla, suegra, hermanas (varias combinaciones de esto más o menos).

- Ir dos veces a los monólogos del Café la Flauta, voy a hacer propaganda porque son buenos y el espectáculo es muy baratito, apenas 3 euros de suplemento de la bebida, y ponen unos perritos calientes muy buenos.

- Ir a tres charlas de unas cuatro horas promedio a la universidad para actualizarme profesionalmente, más o menos.

Bueno, he fallado en una visita planificada a una amiga que ha sido mamá recientemente, porque el día que nos venía bien a las dos estaba yo con fiebre por culpa de la maldita garganta, pero espero subsanarlo pronto.

También he fallado en la realización de limpieza y orden casero, aunque os juro que he puesto lavadoras, fregado cacharros, hecha compra y cocinado, o sea que no ha sido perrear todo. Bueno, sí, confieso que he visto algo la tele y he jugado con el ordenador, el de mi chico, que tiene buenos juegos.

Y he chateado un poco, me ha cundido porque lo poco que he chateado he conseguido más información jugosa que algunos colegas en presencial.


Ahora vienen las actividades que he hecho en cinco días en la playa, en Benidorm más concretamente:

- Bañarme en la playa y churrascarme al sol (a pesar de llevar protección solar muy alta). A pesar de la incordiante de la regla y todo que jugaba conmigo al escondite, conseguí meterme en remojo seis veces en cinco días, no está mal.

- Mini excursión en barco (ahí creo que me quemé más que en la playa). Una mañanita más o menos.
- Excursión de día casi completo en jeep ruta 4x4 por la sierra de Alicante, Guadalest, La Callosa, fuentes del Algar. Muy divertida. A mi marido le encantó, ya está buscando rutas parecidas por aquí cerquita.
- Destrozar canciones sin ningún pudor en el Karaoke. Mi marido sufría estoicamente, así se aficcionó a la sidra de frutas del bosque (lo que no haya en Benidorm no lo hay en ningún lado).

- Montar en el Toro Loco (toro mecánico). Aficioné a mi pariente y tengo moratones por todo el cuerpo pero soy feliz. Repetiremos al año que viene si no estoy preñi entonces.

- Ver un espectáculo inclasificable. Nos dijeron que era de magia o algo así. Y sí, más o menos, sólo que en los espectáculos de magia convencionales sacan un conejo de una chistera y aquí justo al revés. Vamos, que salió una señora casi anciana, con la cara que parecía el doble de Lina Morgan. El cuerpo no lo podría asegurar porque la de La Latina no ha salido desnuda que yo sepa. La tal Vicky de marras del show se quedó en pelota picada en visto y no visto, y ante el horror de mi marido que casi se le corta la digestión ante semejante visión, empezó a sacarse cosas de su entrepierna con más brío que el Tamaritz cartas y monedas de detrás de las orejas de la gente. Pero bueno, era gratis con los cócteles de nombres prometedores del lugar, así que lo cuento como positivo. Lo peor fue la abuela inglesa demente senil que salió luego a parodiarla a la pista de baile y enseñar a todo el local su braga faja color carne, ahí salimos escopetados a otro garito.

- Meternos en la playa de noche tras tomar unas copillas. Reconozco que ese día (fue el cumple de mi marido) estaba yo un tanto lunática (había luna llena creo) así que le invité a descalzarnos y pasear de madrugada por la orilla del mar.  Lo malo es que habían cortado el agua de las fuentes lavapiés, uff, al día siguiente tenía los pies rozados y el calzado de vestir todavía habrá que darle una pasada.

Lo de meternos ya a bañarnos hubiera sido un tanto problemático porque mi reloj no es sumergible y el bolso menos.

Para la próxima juerga en Benidorm iré pensando en los complementos todoterro (discoteca y playa ). De momento ya doy ideas para los diseñadores de bolsos, móviles, monederos, zapatos, etc.

Y bueno, lo más gracioso es que entre tanto caos de actividades y disparates, ovulé antes de tiempo sin casi darme cuenta. Bueno, yo como ser cerebral no, mi cuerpo sí. Me explico:

- El viernes pasado de regreso en Madrid estaba yo medio mareada y con zumbido en la cabeza,  oía fatal, pero pensaba que había sido por el viaje en jeep, la diferencia de presión o las zambullidas en el mar. Así que no le di importancia, incluso cuando me levanté con la misma temperatura que un cadáver, un grado menos de mi temperatura normal mañanera.
Pero el sábado cuando llegué a la tarde de una serie de actividades y me eché un rato en el sofá a descansar de pronto vi a mi marido agachándose para recoger unas cosas del suelo y se me saltó algo como alienígena, como la marciana esa de la película "Species" que anda como loca por copular con macho humano y luego se los come vivos. Pues algo así me pasó a mí. Mi marido entró al trapo totalmente. En fin, no le di más importancia pero como el domingo por la mañana seguía con el cuerpo de alien, me hice un test de ovulación a pesar de que era como diez días antes de lo que había sido la ovulación el ciclo anterior y ... Bingo. Positivo, así que el arrebato alienígena era el ovulito que se había apoderado de mi cuerpo... Uff. Espero que la cosa prospere. Estaría bueno que me quedase preñada haciendo todo lo contrario a lo que se considera "vida normal".

Bueno, os dejo que estoy muy cansada hoy, madre mía que frustración de vida. Y lo mejor es que tengo que dar gracias por tener trabajo, con los tiempos que corren.



 

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