Renovarse o Morir
MENS SANA IN CORPORE SANO Hace tiempo que ya sospechaba que mi cuerpo estaba tan sucio como los cristales de la ventana de mi cocina… No, no es que no me duche diariamente como mandan los cánones de higiene y buena educación. Es más: Hay días que me ducho dos veces por haber ido al gimnasio o venir toda sudada del metro, que la línea 6 es como una sauna, pero sin asientos de madera ni toalla ni poder ponerte en pelotas y relajarte… El problema es que mi cuerpo está lleno de impurezas y toxinas. Microbios y virus ya no porque murieron tras ingerir 24 pastillas de antibiótico y ser devorados además por la sexta flota alojada en mis ganglios linfáticos que dieron buena batalla estas últimas semanas. Pero después de combatir los invasores causantes de mi infección respiratoria aguda, me di cuenta que, aunque la sensación de que debía hacer testamento había desparecido y ya volvía a apetecerme cosas tan normales como salir a la calle, pasear, cocinar, ir de compras o hacerme la manicura., m