Fin de año a las puertas
Bueno, pues parece que se acaba el año en 3 días. Parecía que prometía mucho el 2012 pero al final ha pasado sin pena ni gloria. Bueno, con más pena que Gloria.
Empezó el año con un microaborto. Mal comienzo. Y se va a acabar con un útero bajo sospecha de ser el causante de todos mis males. Al final este año no me ha dado el embarazo deseado, y encima parece que se embrolla aún más la madeja de problemas por los que no puedo concebir.
Así que 0 hijos y así desde hace ya 5 años nada menos, desde el día en que decidí dejar la píldora y empezar a ejecutar mi sueño de ser madre. Ilusa de mí, pensaba que me costaría mucho, un año o así quedarme embarazada, lo que no pensaba es que me tiraría cinco años de calamidades para obtener cero resultados.
Siguiendo la lista de objetivos vitales, tampoco este año ha sido el del cambio de estado civil, pero lo será muy pronto, ya parece que todo se está encauzando en ese sentido. En cuanto la Madre Naturaleza no tiene que intervenir en mi vida, las cosas son más razonables. Funcionan de manera proporcional al esfuerzo dedicado, que no es poco desde luego.
Luego está el tema laboral, plano totalmente, como lo lleva siendo estos últimos años. Con la crisis actual, llevar este tema así ya es un logro faraónico, pero personalmente es como tirarte en una isla desierta esperando en balde a que pase un barco a rescatarme. Y me aterra pensar que mis mejores años para la creatividad y productividad los estoy pasando haciendo un trabajo que a mí me parece poco apetecible, y lo que es más: Me consume el tiempo sin remedio.
Aquí, como digo, ya no es cuestión de esfuerzos sino de ir contracorriente, en medio de una tempestad. Más que lograr la realización personal y la excelencia profesional, parecemos los trabajadores marinos atados con cuerdas al mástil rezando por tener más suerte que los que han caído al mar. Una pena, una generación laboral perdida. Para los más jóvenes la solución es emigrar, lo más viejos están nadando medio agotados hasta la isla de la jubilación, pero los que estamos en la mediana edad nos están dando de lleno, sin remedio. Lo peor es el miedo, el vivir pensando que mañana puede quebrar mi empresa, quedarme sin cliente y arrojada al INEM de cabeza o caer mal súbitamente a algún mandamás y salir por cualquier criterio arbitrario ahora perfectamente legales.
El tema de estudios este año también cero patatero. Dejé los idiomas, dejé los estudios complementarios, dejé de interesarme por otros temas, sólo me he dedicado a estudiar lo que me han pedido en el trabajo, y por motivos de trabajo. Así que cero desconexión diara del curro.
Deporte, bueno, regular. Ha ido a rachas, cuando el curro no me estrangulaba, buff, lo justito para no acabar como una paquiderma, pero vamos, la figurina que tenía hace diez año ya la doy por perdida sin remedio, no hay manera de conseguirla con este desmadre de hormonas, horarios maratonianos y descontrol de comidas y cenas.
¿Amigos? Otro tema que ha perdido mucho este año. La crisis hace que salgamos menos, y cuando lo hacemos, la gente cuenta cosas muy tristes, o está de mala leche y politiza todo. Es un poco pensosillo salir algunos fines de semana, aparte está el tema de que tengo que ahorrar mucho para la boda y recortar gastos, así que ya se acabó el tema de cenitas, cines, escapaditas, vacaciones, etc.
Momento dulce del año la escapada a Benidorm en julio y la semana en Málaga con mi chico en septiembre. Bueno, y las mistelas del 8 de diciembre en las Navas.Y para de contar, poco más memorable, buff.
Un año plomizo, como digo. Espero que el 2013 traiga algo mejor, no soy supersticiosa así que espero que todo vaya mejor. Eso sí, habrá que trazar un plan para ello. ¿O no? Bueno, la semana que viene tengo que hacerme pruebas médicas y arreglar asuntillos domésticos, recaditos, etc. Como digo, un jolgorio de vida la que llevo yo... Ay, qué de lejos está mi vida de "vividora folladora" como dice el Amador Rivas de la serie "La que se avecina".
Pero una cosa: Mi chico es un sol y en casa no falta el salami, la mortadela y el lomo embuchado, así que no voy a quejarme más .... Pero fue muy triste ir a la fiesta del gimnasio sin poder cubatear ni bailar porque estaba de preoperatorio y no podía beber alcohol a mansalva ni pegar brincos porque se me caían los supositorios vaginales que me tenía que poner cada 8 horas para preparar el endometrio. ¿Entendéis ahora por qué me quejo de la vida que llevo? Mi abuelo con 80 años tomaba menos medicinas que yo y se metía dos cubatas por navidad y una pierna entera de cordero, y yo el sábado pasado vomitando y comiendo un trozo miserable de pizza con temor...
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