Feliz Navidad
BUENOS DÍAS, BUENAS TARDES Y BUENAS NOCHES
Como decía Jim Carrey, en la soberbia: “El show de Truman”, dado que me voy de vacaciones de Navidad y, la verdad es que no me apetecerá nada engancharme a un cibercafé en Torremolinos para seguir escribiendo mi blog, por si acaso y hasta mi vuelta a primeros de enero, os deseo desde aquí una feliz Navidad y un próspero 2007.
Mañana y pasado me los pasaré de resaca y haciendo recaditos, el sábado y el domingo entrañables con la familia y amigos. Pero el lunes por la noche me marcho a la playita a descansar un poquito y olvidarme de que existe un lugar llamado Madrid, plagado de atascos, tuberías rotas en el Parterre anegando cualquier forma pedestre de entrar en mi gimnasio (creo que esta tarde alquilaré una lancha para ir a Pilates), averías de metro, cachondeos varios, apretujones, mosqueos, olor a sudor rancio, frío intenso matinal, mano sobre mano y pie sobre pie, esperando en vano a que venga el jodido autobús, el eccema en la cara esta vez por exceso de frío, el dolor de la pierna, el trabajo, el atropello por carritos de la compra conducidos por familias estúpidas, que para cuatro latas llevan a la abuela, a los tres hijos y al bebé y venga a jorobar al personal atropellando sin piedad por los pasillos, y todas esas cosas que nos amargan la vida habitualmente.
En lugar de eso, maldeciré el retraso de los autocares, empujaré para meter mi maletita bien al fondo en el portaequipajes, me cargaré el cuello intentando dormir en unos asientos de tortura, lidiaré con recepcionistas guasones, camareros unineuronales de mesones de carretera, las cerraduras para Mac Gyver de algunas habitaciones de hoteles, absurdidades tales como esas llaves que parecen de castillo medieval, o esas tarjetitas que se rayan sólo con mirarlas y te dejan abandonada a las 4 de la mañana mientras el recepcionista de noche te mira con cara de “No sé, no contesto, a mí sólo dejénme ver tranquilo la peli porno del canal 53…”.
Luego también correré algún que otro riesgo, como el de la gastritis aguda o el anisakis y, por qué no mencionarlo, coger dos o tres kilos y mayormente de colesterol, dado que, al carecer de báscula, se produce el efecto “Ojos que no ven, corazón que no siente” y ya me pesaré cuando vuelva a casa… Y al volver a casa viene la hecatombe…
Así puestos, debería empezar a organizarme a lo Bridget Jones y hacer mi New Years Resolution, aunque la verdad es que me da un poco de pereza, y prefiero apuntarme al nuevo año chino, que es en febrero y tiene la ventaja de que me pillará con menos alcoholemia en sangre y así asegurarme de que escribo objetivos razonables y no los que podría hacer el 1 de enero tales como:
a) Casarme con un príncipe como Guillermo de Inglaterra o Alberto de Mónaco. Obviamente, sería un acuerdo comercial, y sólo incluiría dos o tres inseminaciones para asegurar la fabricación de retoños de sangre morada (sangre azul + sangre roja plebeya).
b) En caso de que a) no funcione, ganar la siguiente edición de Gran Hermano siendo, simplemente, todo lo bruja y arpía que puedo llegar a ser si me dejan solita… De verdad que sí, podría.
c) En caso de que en b) no llegue a la final, una alternativa es conseguir grabar un disco, si el Dioni y Jesulín cometieron sendos discos, por qué no servidora, y así fustigar a todo el mundo. Para OT me temo que me sobran 10 años y 90 puntos de cociente intelectual, qué se le va a hacer.
d) Adelgazar y moldear mi cuerpo como Angelina Jolie. (Estaría todo muy bien, si no fuera porque por mucho que moldee y moldee, me tendrían que alargar en un potro de tortura los seis centímetros que me faltan para medir lo que ella… Eso por no hablar de un pastón para hacerme los trescientos tatuajes que debe llevar…Debe tener tatuado hasta el interior de la vagina, qué tía más frikie, de verdad… Conste que la envidio mucho, eh?
e) Aprobar 3 idiomas y 2 oposiciones…. Vale, me harían falta 28 horas al día para estudiar y, definitivamente, no, por mucho que me empeñe. Igual si vendieran injertos de cerebro como en “Desafío Total” o con las técnicas de “Matriz”…
En fin, que en año nuevo con 800 copas de más se pueden anotar las cosas más absurdas del mundo y cuando uno lleva dos meses circulando en el nuevo año, y se ha conseguido sobrevivir a la cuesta de enero, la de febrero, la subida del IPC, del Euríbor, del Abono Transporte, del Dentista, de las gominolas y del café de la máquina del trabajo, igual uno es mucho menos idealista y sus propósitos para el año se vienen a resumir en :
a) Que no me echen del curro, aunque me bajen el sueldo.
b) Que no me den cesta de navidad, ni nada de nada, pero que consiga pagar la hipoteca y los gastos, que de rebuscar en los contenedores de basura al lado del Día ya me encargo yo…
c) Por Dios que no me vuelva a atacar la gripe, que ya tengo el cuerpo dobladito de virus…
d) Ay, por Dios, que no quiebre la compañía aérea donde compré el billete para Londres en Low Cost y que, aunque encuentren Polonio o matarratas, no se lleven el avión por nada del mundo…
e) Que mi pareja no engorde otros ocho kilos y me compre algo en el todo a cien por el 14 de febrero…
En fin, lo dicho a todos, feliz Navidad, excepto los que seáis musulmanes, budistas, ateos, antipáticos, satánicos o la religión o creencia que sea de las que le salen ronchas al pasar delante de un Belén, que para esos, os desearé que no os desaniméis, que debe haber algún restaurante que abra el día 24 de diciembre para cenar y que no lleve nada de cerdo (ah, os doy un consejo: Mucho cuidado, que la ternera no es ternera, que no dice mu ni nada el animal ese que compraron a los del circo en saldos, y el cordero lo vi por ahí corriendo el otro día con un collar al cuello..)
Como decía Jim Carrey, en la soberbia: “El show de Truman”, dado que me voy de vacaciones de Navidad y, la verdad es que no me apetecerá nada engancharme a un cibercafé en Torremolinos para seguir escribiendo mi blog, por si acaso y hasta mi vuelta a primeros de enero, os deseo desde aquí una feliz Navidad y un próspero 2007.
Mañana y pasado me los pasaré de resaca y haciendo recaditos, el sábado y el domingo entrañables con la familia y amigos. Pero el lunes por la noche me marcho a la playita a descansar un poquito y olvidarme de que existe un lugar llamado Madrid, plagado de atascos, tuberías rotas en el Parterre anegando cualquier forma pedestre de entrar en mi gimnasio (creo que esta tarde alquilaré una lancha para ir a Pilates), averías de metro, cachondeos varios, apretujones, mosqueos, olor a sudor rancio, frío intenso matinal, mano sobre mano y pie sobre pie, esperando en vano a que venga el jodido autobús, el eccema en la cara esta vez por exceso de frío, el dolor de la pierna, el trabajo, el atropello por carritos de la compra conducidos por familias estúpidas, que para cuatro latas llevan a la abuela, a los tres hijos y al bebé y venga a jorobar al personal atropellando sin piedad por los pasillos, y todas esas cosas que nos amargan la vida habitualmente.
En lugar de eso, maldeciré el retraso de los autocares, empujaré para meter mi maletita bien al fondo en el portaequipajes, me cargaré el cuello intentando dormir en unos asientos de tortura, lidiaré con recepcionistas guasones, camareros unineuronales de mesones de carretera, las cerraduras para Mac Gyver de algunas habitaciones de hoteles, absurdidades tales como esas llaves que parecen de castillo medieval, o esas tarjetitas que se rayan sólo con mirarlas y te dejan abandonada a las 4 de la mañana mientras el recepcionista de noche te mira con cara de “No sé, no contesto, a mí sólo dejénme ver tranquilo la peli porno del canal 53…”.
Luego también correré algún que otro riesgo, como el de la gastritis aguda o el anisakis y, por qué no mencionarlo, coger dos o tres kilos y mayormente de colesterol, dado que, al carecer de báscula, se produce el efecto “Ojos que no ven, corazón que no siente” y ya me pesaré cuando vuelva a casa… Y al volver a casa viene la hecatombe…
Así puestos, debería empezar a organizarme a lo Bridget Jones y hacer mi New Years Resolution, aunque la verdad es que me da un poco de pereza, y prefiero apuntarme al nuevo año chino, que es en febrero y tiene la ventaja de que me pillará con menos alcoholemia en sangre y así asegurarme de que escribo objetivos razonables y no los que podría hacer el 1 de enero tales como:
a) Casarme con un príncipe como Guillermo de Inglaterra o Alberto de Mónaco. Obviamente, sería un acuerdo comercial, y sólo incluiría dos o tres inseminaciones para asegurar la fabricación de retoños de sangre morada (sangre azul + sangre roja plebeya).
b) En caso de que a) no funcione, ganar la siguiente edición de Gran Hermano siendo, simplemente, todo lo bruja y arpía que puedo llegar a ser si me dejan solita… De verdad que sí, podría.
c) En caso de que en b) no llegue a la final, una alternativa es conseguir grabar un disco, si el Dioni y Jesulín cometieron sendos discos, por qué no servidora, y así fustigar a todo el mundo. Para OT me temo que me sobran 10 años y 90 puntos de cociente intelectual, qué se le va a hacer.
d) Adelgazar y moldear mi cuerpo como Angelina Jolie. (Estaría todo muy bien, si no fuera porque por mucho que moldee y moldee, me tendrían que alargar en un potro de tortura los seis centímetros que me faltan para medir lo que ella… Eso por no hablar de un pastón para hacerme los trescientos tatuajes que debe llevar…Debe tener tatuado hasta el interior de la vagina, qué tía más frikie, de verdad… Conste que la envidio mucho, eh?
e) Aprobar 3 idiomas y 2 oposiciones…. Vale, me harían falta 28 horas al día para estudiar y, definitivamente, no, por mucho que me empeñe. Igual si vendieran injertos de cerebro como en “Desafío Total” o con las técnicas de “Matriz”…
En fin, que en año nuevo con 800 copas de más se pueden anotar las cosas más absurdas del mundo y cuando uno lleva dos meses circulando en el nuevo año, y se ha conseguido sobrevivir a la cuesta de enero, la de febrero, la subida del IPC, del Euríbor, del Abono Transporte, del Dentista, de las gominolas y del café de la máquina del trabajo, igual uno es mucho menos idealista y sus propósitos para el año se vienen a resumir en :
a) Que no me echen del curro, aunque me bajen el sueldo.
b) Que no me den cesta de navidad, ni nada de nada, pero que consiga pagar la hipoteca y los gastos, que de rebuscar en los contenedores de basura al lado del Día ya me encargo yo…
c) Por Dios que no me vuelva a atacar la gripe, que ya tengo el cuerpo dobladito de virus…
d) Ay, por Dios, que no quiebre la compañía aérea donde compré el billete para Londres en Low Cost y que, aunque encuentren Polonio o matarratas, no se lleven el avión por nada del mundo…
e) Que mi pareja no engorde otros ocho kilos y me compre algo en el todo a cien por el 14 de febrero…
En fin, lo dicho a todos, feliz Navidad, excepto los que seáis musulmanes, budistas, ateos, antipáticos, satánicos o la religión o creencia que sea de las que le salen ronchas al pasar delante de un Belén, que para esos, os desearé que no os desaniméis, que debe haber algún restaurante que abra el día 24 de diciembre para cenar y que no lleve nada de cerdo (ah, os doy un consejo: Mucho cuidado, que la ternera no es ternera, que no dice mu ni nada el animal ese que compraron a los del circo en saldos, y el cordero lo vi por ahí corriendo el otro día con un collar al cuello..)
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