El Puente sobre el Río Kuwait

De puentes y más puentes

Bien, es muy entrañable ver como mucha gente se ha ido de puente... Bueno, eso es lo que se creen los iniquos que gobiernan el transporte público en Madrid, porque la verdad es que, salvo los niños y adolescentes, el resto de mis amigos, parientes y conocidos, vecinos y no sé quién más, están currando como cualquier otro día.

Para más señas, el transporte público iba hoy tan lleno como siempre, o al menos al 80% del 250% de aforo máximo que viene a ser algo así como lleno pero sin una tartera ajena clavada en un riñón y un paraguas en el sobaquillo... Claro, que yo soy una afortunada porque mi chico iba en la mítica línea10 y allí ha habido casi una masacre, al estar secuestrados en un túnel más de 40 minutos... Inaudito. La semana pasada me tocó a mí, claro, y el caso es que estas pasadas de averías y posibles huelgas encubiertas se dan mayormente en las líneas de los pobres curritos del Sur de Madrid, a saber: La línea 10 y la línea 6. La 5 ya la podemos dar por perdida desde hace mucho tiempo...

Bien, por lo demás, ayer no fue mal día, la báscula fue buena conmigo y la rodilla maldita también, e incluso, oh Dios mío, a pesar de estar todo el sitio de aparcamiento en mi barrio cubierto, vislumbré un buen sitio a tomar leches, pero aparcable: O sea, tardé sólo 6 minutos en aparcar porque era suficientemente amplio. No me lo puedo creer. Además, quedamos con dos buenos amigos y nos tomamos unas buenas cervecitas, ¿qué más le podía pedir? Pues quizás que no me atacase la impertinente jaqueca. Sí, la jaqueca desgraciada de fin de mes (de mi mes hormonal, me refiero) porque no acabo de terminar con mi semana maldita que ya me está doliendo la cabeza como si me metiesen clavos por debajo de un ojo... En fin, que no me extraña que las mujeres, a pesar de ser mucho más longevas que los hombres, nos quejemos más de mala salud. Las terribles fluctuaciones hormonales nos hacen sentir mal la mitad del mes. En fin, no voy a dar una charla sobre el SPM, el SM y el PSM pero vaya, que ya me gustaría a mí haber visto a algún jefe mío cargar una furgoneta con equipos super pesados, con una hemorragia abundante, dolor de barriga horrible, y la cabeza a reventar, que luego dicen que somos unas ñoñas y lloronas las mujeres...Arrggggggg que lo mato..... (Lo siento, es el PSM que me dura hasta el comienzo del SPM).

Bueno, al menos doy con las fórmulas más peregrinas para resolverlo: Limpieza casera de estómago (eso sí, aguantando 10 horas desde que me tomé la píldora para no tener que volverla a tomar, que es repugnante...), coca-cola con chocolate a las 8:00 de la mañana y bueno, estiramientos del cuello, que lo tengo como un trocito de mármol... Pero nada de nada, no hay problema, estoy como un roble y he batido records de recuperación de rodilla, y además, he perdido 800 gramos sin hacer dieta... (¿Será que la felicidad adelgaza? ¿Y la mala leche? Entonces, ¿qué es lo que engorda? Ah, el aburrimiento, ahí está).

Hoy ha sido cortito, no me diréis que no.

Hasta el lunes...

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