Más de Cuentos, este no tradicional

UN MUNDO FELIZ

Hace ya 25 años, cuando yo era “un poquito menos joven” leí el famoso libro de Aldous Huxley “Un Mundo Feliz (1932)”, que versa sobre una utópica (aunque viendo lo visto ya no me parece tanto) sociedad donde lo más chocante es que la gente ya no nace del vientre de una madre sino que es “decantada” dichosa palabreja que transcribo literalmente

Las ventajas de ser decantados en lugar de nacidos es que las mujeres abandonan totalmente su rol de madres y se pueden dedicar a trabajar, flirtear y a lo que gusten porque encima, en vez de envejecer, la gente permanece joven casi eternamente (no tanto ya veremos) por la acción de ciertas drogas que tienen que consumir regularmente.

Se democratiza también la muerte y se asume como algo feliz. Además, el hecho de que todo el mundo “estire la pata” indefectiblemente a los 65 años, eso sí, sin ninguna arruga, hace que la gente se olvide del Pilates, del té verde con sabor a manzana, de las liposucciones y de otras estupideces en las que los mortales de a pie gastamos dinero y energías.

En lugar de eso, la gente nace igual pero por grupos. Es decir, el que nace (perdón, es decantado),como tonto, así se queda y ya no pierde el tiempo en ir a la universidad sino en trabajar en lo que le van dando según su categoría. Así la gente más lista y guapa son los alfas y los más tontos y feos son los épsilons. Así pues, te toca lo que te toca en suerte y ya no tienes que comerte más el tarro ni estresarte.

Todo esto parece un poco lo que se va perfilando actualmente ya que las mujeres de hoy en día, hartas de hombres inmaduros, hartas de trabajar hasta la extenuación, hartas de tener que usar toneladas de potingues, estar todo el día a dietas y hacer estúpidas y patéticas contorsiones azuzadas por una implacable entrenadora… En lugar de eso, se vislumbra la solución a nuestros males: Negarnos a traer hijos al mundo. Que los traigan otras más incautas. Y, si hay mucho mono del tema, pues teniendo dinero, ya no hace falta el Pilates, el Stretching ni la dieta de la alcachofa.

Se ahorra todo ese dinero y esfuerzo, se va a Ucrania, a China , a Malawi o a Etiopía (como Madonna o Angelina Jolie, dos de mis ídolos de mujer moderna) y , tras pasar por caja, tienes a tu retoño en casa sin tener que aguantar mil citas con tíos insulsos y enmadrados, ni tres mil peleas por el dichoso tema del embarazo, ni nada de nada. Si una encima es un poco quisquillosa y quiere que el vástago tenga nuestros genes, pues hay dos soluciones: La inseminación o la congelación de embriones, que hasta los 60 años ya no caducan, que lo han dicho unos ingleses que no, no hay problema, si la futura mamá hace Pilates, come soja, y hace el Maratón todos los días, puede soportar un embarazo a los 63 años… Ay, si Paquito Chocolatero levantara la cabeza…

Así las cosas, con las féminas hartas del timo del toco-mocho de la Supewoman (más bien la supertonta), empiezan a rebelarse y a dejar de procrear “Como Dios manda”. Seguro que dentro de 50 años podremos comprar las mujeres un “Uterotrón” que consistirá en una máquina simuladora de un útero donde, tras depositar nuestro óvulo extraído en una clínica y junto con el semen de un Adonis comprado en el Carrefour, el chisme, cual incubadora super eficiente, se pondrá a alimentar y cuidar al embrión (se puede elegir que escuche a Mozart o a Nirvana, según preferencias) y así, tranquilitas, ir a trabajar sin 9 kilos de peso encima, ni ir de pie, desriñonadas y despachurradas en el metro. Es más, se podrá seguir saliendo de copas, fumando las que sean fumadoras y seguir ligando claro está, que ya no habrá que tener el cuidadito debido…¿A que no es mala la idea? La segunda parte viene cuando el bebé es “Decantado” y el Uteromatrón se convierta en la “Supernanny” la máquina emuladora de la famosa de la tele, y el retoño sea debidamente alimentado, higienizado y educado mientras nosotras vamos a trabajar, nos hacemos la manicura y seguimos por ahí ligando… Ay….Qué felicidad… Claro que, obviamente, no sé qué pintaríamos nosotras. Ah, sí, las donantes de óvulos, las programadoras del cacharro (Hoy toca clase de saxofón y cinismo, que quiero que el nene salga como Woody Allen, mañana clase de álgebra y tolerancia racial…) y, por supuesto, pagadoras del cacharro. Como ya los hombres no servirían de mucho, se dejarían unos pocos ejemplares para uso y disfrute y todo el día a tocarse los … Eso, con perdón para obtener jugo con que alimentar la máquina con los óvulos dentro… Una utopía, verdad???

Comentarios

Antonio the Outlander ha dicho que…
Estimada Maite, me gusta como escribis, te invito a enviar algun relato (algunos de tus posts por ejemplo) a nuestro GRUPO Google "Relatos e Historias" http://groups-beta.google.com/group/relatosehistorias
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